Cultura deportiva

La resistencia como emblema

Los clubes sociales y deportivos luchan para frenar los tarifazos dispuestos por el Ministerio de Energía.

Los tarifazos siguen haciendo mella en los clubes de barrio y de pueblo. La decisión del Ministerio de Energía de eliminar los subsidios al pueblo, sin hacer distinciones, afecta a más de veinte mil instituciones de todo el país.

Hace más de un año las empresas implementaron fuertes aumentos en los servicios de energía, agua y gas, llegando en algunos casos a cifras exorbitantes. El ejemplo más emblemático es el del Centro Cultural Tapiales, que recibió una boleta de gas de 146.471 pesos por una refacturación de abril y mayo de 2016.A raíz de ello, muchas entidades debieron reducir actividades para morigerar los incrementos. Las entidades que no pudieron hacer frente a tales pagos sufrieron el corte del suministro. La situación es aún más preocupante si se tiene en cuenta que el Gobierno nacional anunció hace unos días un nuevo aumento en las facturas de electricidad.

La lucha por frenar las políticas tarifarias se da básicamente a través de dos vías.Por un lado, existe una presentación ante la justicia para frenar la medida. Por el otro, la reglamentación de la Ley de Clubes de Barrio y de Pueblo que dejaría a salvo a la totalidad de las entidades de todo el país. Ninguna de estas instancias derivó en una solución, si bien las promesas están a la orden del día.

A principios de 2016, luego de los anuncios de los cuadros tarifarios, los clubes comenzaron a accionar ante la Justicia. La demanda presentada por el Club 12 de Octubre, por el servicio de energía, llegó a la Corte Suprema. En septiembre del mismo año el Máximo Tribunal reenvió las actuaciones al juzgado de primera instancia para que verifique si la entidad “responde a alguna categoría de club de barrio”. La resolución podría sentar jurisprudencia y decidir la suerte del conjunto. Sin embargo, pasaron seis meses y la falta de definición por parte de la justicia acrecienta la incertidumbre.

La otra vía es la reglamentación de la Ley de Clubes de Barrio y de Pueblo (27.098), sancionada el 17 de diciembre de 2015, que contempla la implementación de una tarifa social para todos los servicios. En la Audiencia Pública por el aumento en las tarifas de gas, el ministro de Energía y representante de la Shell, Juan José Aranguren, aseguró que iba a mediar para logar la reglamentación. Dicha promesa quedó en el olvido.

El secretario de Deporte, Educación Física y Recreación, Carlos Mac Allister, sigue insistiendo con un registro digital de clubes para acceder a un beneficio. Según sus propias palabras, menos de 1.500 entidades están en “condiciones” de tener tarifa social. El inconveniente de esta iniciativa es que para acceder al programa las instituciones deben presentar toda la documentación en regla. Sólo algunos cumplen con esta condición. Entre los dirigentes hay consenso de que la iniciativa es un fracaso.

La postura de estos funcionarios no tiene otra intención que avanzar hacia una estrategia de desgaste, romper la organización y generar crisis. La Unión Nacional de Clubes de Barrio (UNCB), ente que engloba a todas las entidades del país, se encuentra en estado de alerta. Viene denunciando el “impuestazo” contra el pueblo y reclamando el inmediato cumplimiento de la ley. Por otra parte, muchos dirigentes están participando de multisectoriales para encarar una labor en conjunto con instituciones de todos los ámbitos. Se está trabajando en la organización de un nuevo ruidazo para el 15 de marzo próximo, entre otras medidas.

A pesar de las dilaciones por parte de la justicia y del Estado nacional, las organizaciones libres del pueblo siguen resistiendo a la pesada mano del neoliberalismo. Tras la sombra de los tarifazos se encuentran agentes empresarios que esperan la caída de estas instituciones. Se prevé que en los próximos meses se enviará al Parlamento un proyecto para permitir las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD).

Los clubes de barrio constituyen un elemento clave para el desarrollo de la comunidad. Son vitales en la conformación de la identidad nacional, siendo un polo social, cultural y deportivo de relevancia. Estas organizaciones marcan el pulso de los tiempos, siendo lugares de progreso o de contención según las circunstancias.

La virulencia de los tarifazos y el resto de las medidas económicas de Cambiemos castigan a los clubes de barrio de manera feroz. La resistencia y la lucha por frenarlos es el emblema para estos tiempos y de los días por venir.
author: Osvaldo Jara

Osvaldo Jara

Periodista, integrante del Movimiento Social del Deporte, autor de 'Peronismo y Deporte II.

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