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El mundo de los símbolos

El gabinete del gobierno del Frente de Todos tiene dos rasgos que caracterizan de modo trasversal a los hombres y mujeres elegidas: política y profesionalismo. Aparte, y en una clara señal acerca de lo que viene, y se deja atrás, hay cuatro hijos e hijas de víctimas del terrorismo de Estado. La designación de Carlos Zannini y Elizabet Gómez Alcorta también forman parte del mensaje que transmite el nuevo gobierno popular.

Hace muchos años, coincidí en mi primer trabajo en la gestión pública con Philip Kitzberger (@philipkitz), gran politólogo, que me dijo una frase de las ciencias políticas que nunca olvidé y siempre repetí: “la política es un mundo de símbolos”. La idea sobre todo me sirvió para no enloquecerme ante las irracionalidades del pensamiento y la gestión de gobierno de Cambiemos. Lo simbólico es algo más certero que “el relato” o “la batalla cultural” para comprender algunas cuestiones de la política.


El viernes 6/12, mientras seguía con una profunda emoción el anuncio del gabinete, se me vino a la cabeza aquella expresión. Se trata de un gabinete con un fuerte peso simbólico. Es un mensaje contundente, más allá de los resultados que tenga ese grupo de hombres y mujeres en la gestión de gobierno. Un mensaje más dedicado a la política (aquí el concepto amplio de política: dirigentes, empresarios, sindicalistas, corporaciones y medios de comunicación) que “a la gente”. En todo caso a “la gente” se la convocará desde la política y eso en sí mismo ya es un acierto democrático.


La primera reivindicación de la elección del gabinete tiene que ver con la política. En casi todos los casos se trata de personas que hacen política. Faltaba la pancarta: “Venimos de la política” para contrarrestar al macrismo – larretismo que se la pasan denigrando la práctica política. No es que se vayan todos, sino que se vaya el macrismo. En ese rumbo Alberto reivindicó la amistad con hombres y mujeres que van a asumir sus cargos. Aplausos. La amistad es un valor también en la política. Esto viene de la mano también de la militancia, palabra más hermosa que “hacer política”. Muchos vienen militando hace varios años, en distintos espacios, con objetivos de transformación; militancia de cambio verdadero, no de marketing.


Otro símbolo es la profesionalización. En casi todos los casos también se advierten profesionales que saben de lo que van a trabajar, que estudiaron y se perfeccionaron. En su mayoría en universidades públicas.


En materia de Seguridad, lo simbólico en relación con la profesionalización encuentra un auge. De la cartera se hará cargo una mujer que estudia el tema hace más de 25 años, y se va una vocera del living de Mirta Legrand. Alberto dijo que no va a permitir que un policía dispare por la espalda. Eso tiene mucho más peso que setenta y cinco protocolos. Porque venimos de cuatro años de un discurso casi fascista de la seguridad, envalentonado con la idea del enemigo, de uno contra otros. Seguro ya van a salir a decir que Alberto defiende a los delincuentes. Con el tiempo se construirá un discurso y políticas de Estado que van a mostrar que esto no es así. Lo que hace Alberto es decretar que se terminó un gobierno y empieza otro. Que no hay continuidad. Para que los integrantes de las fuerzas de seguridad lo entiendan con mucha claridad.


Es muy simbólico también nombrar a Zannini en la Procuración del Tesoro (donde se define la posición legal del Estado Argentino para adentro y para afuera) y designar a Elizabeth Gómez Alcorta al frente del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Eli es la abogada de Milagros Sala. Zannini y Milagro fueron dos símbolos del proyecto político kirchnerista, perseguidos con obsesión por el macrsimo. Hoy están en la foto de Alberto. Podrán seguir hablando de la grieta si quieren. Por supuesto que hay grieta. Y que se note.


Finalmente, lo más simbólico que se puede ver en estas horas y que se derramó por todas las redes sociales tiene que ver con la incorporación al gabinete de dos hijas y dos hijos de desparecidos: Cecilia Todesca, Victoria Donda, Wado de Pedro y Juan Cabandie.


Después de cuatro años de fomentar el negacionismo, estos cuatro cuerpos son el símbolo de que aquí hubo terrorismo de Estado y que el genocidio que se ejecutó fue para eliminar a la militancia popular e instalar el neoliberalismo sin que nadie chiste. Pero todes sabemos que se pueden cortar todas las flores, pero no se puede detener la primavera. El gabinete de Alberto tiene mucho para decir sobre el tema. Alcanza con una foto.


Y es muy destacable – a mi juicio, como hijo de un militante asesinado por el Terrorismo de Estado- que ninguno de ellos va a estar en la Secretaria de Derechos Humanos, sino en otras áreas. Esto habla de algo muy importante. Se trata de mujeres y hombres que representan a una generación que con ese dolor de origen militan no tan solo por la verdad, la memoria y la justicia, sino fundamentalmente por el presente y el futuro. Estudiando, militando y si se quiere, rosqueando, forman parte de un gobierno que tiene dicho que su objetivo principal es trabajar para sacar a los pobres de su pobreza.


Parece un gobierno que aprendió de lo que pasó, tanto en el kirchnerismo como en el macrismo. Eso es otro mensaje simbólico que se puede apreciar del gabinete.

author: Ricardo Dios

Ricardo Dios

Abogado, peronista, hincha de River y ricotero.

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