La última novela de Gustavo Abrevaya transcurre en plena Copa del Mundo, en 1978, tiene como protagonista a un oficial de la Policía Federal, y aborda, entre líneas, por intermedio de las cualidades del género negro, el horror de la dictadura genocida y la épica de la generación diezmada. El Grupo Juramento y la edición porteña del Festival Azabache.
En su primera novela, el escritor y editor Nazareno Petrone construye un potente entramado narrativo a partir de la vinculación afectiva entre varios personajes, quienes toman decisiones que, como en la vida real, tienen consecuencias impredecibles.
Hace unos días, en la Feria del Libro, Lucía V. Chaves Teira firmó ejemplares de su primera novela, Lluvia violeta, un thriller con connotaciones políticas, y cuyos protagonistas son adolescentes, como ella. “Somos una montaña rusa de emociones que no sabemos controlar”, describe. Suds lecturas hoy pasan por Mariana Enríquez, Samanta Schweblin y Sthepen King.
La agrupación política del partido bonaerense de Quilmes, Grupo Walsh, organiza este fin de semana un encuentro político y literario que contará con una docena de autores y autoras que presentarán sus libros. Se trata de una instancia de reencuentro, reflexión y homenaje a una figura central del peronismo revolucionario. La palabra de una militante del espacio.
A través de su último libro, Ojos al ras, Juan Carrá aborda un asunto no muy explorado todavía desde la ficción: la complicidad civil con la dictadura genocida del 76, el hecho maldito e ineludible de la novela negra nacional. Su pasado como técnico eletrónico en Mar del Plata y su posterior carrera como periodista y escritor.
En la nota se reproduce el texto que la comunicadora social y poeta Mavi Massaro escribió para presentar, hace unos días, en un Zoom, el libro Escritores en Combate 1, que el historiador Matias Escot publicó en 2020 con Qeja Ediciones. Un cruce entre proyectos de Nación y literatura, para analizar el pasado y pensar el presente.
Inés Kreplak tiene desde su infancia un vínculo muy estrecho con la literatura. Estudio Letras, ejerce la docencia, y aparte es narradora y poeta. Por convicción, y más aún desde que le diagnosticaron su enfermedad, construye su obra pensando en un otro, en el colectivo. “Ahí está mi militancia”, afirma. Compartió con Kranear tres poemas inéditos.
La primera novela de Julián López, Una muchacha muy bella, tiene dos notables cualidades: su prosa -bella, luminosa- y la construcción y solidez del punto del vista del protagonista, un chico de menos de diez años, durante los años del terrorismo de Estado.