Los números de la gestión de Cambiemos son escalofriantes, y sus responsables son los mismos que despojaron el país en otras oportunidades, siempre de la mano del FMI. Con el envión de los doce años de gobierno popular, el nuevo tiempo que encarna la dupla Fernández-Fernández, y el apoyo de las mayorías, se está ante la posibilidad de dar vuelta la taba por lo menos por unas cuantas décadas.
Entre las dos presencias de Macri en el balcón de la Rosada, el país pasó de estar ordenado y desendeudado, a sufrir una nueva crisis política, económica y social, consecuencia del estrepitoso fracaso de la gestión de gobierno de Cambiemos. Todos se le despegan de la foto. Sus únicos aliados son los militantes del odio que se manifestaron hace unos días en distintas plazas del país.
Las concentraciones del #A24, orquestadas desde Jefatura de Gabinete, tuvieron la intención de generar un hecho noticiable. Se trató de uno de los últimos golpes con el que intenta reponerse un gobierno en retirada.
Clarín y La Nación realizaron unas exultantes coberturas de las movilizaciones que se realizaron en la CABA y otros centros urbanos en apoyo a la Alianza Cambiemos. Confían en una recuperación oficial en las generales de octubre, en parte por una afinidad ideológica, pero en especial, para contar con mayor fortaleza para extorsionar al futuro gobierno de Fernández-Fernández.
Las medidas anunciadas por Macri no conformaron ni a la calle ni a los mercados. Parece ser más de lo mismo, guionado y parte de un programa económico que beneficia a los sectores de privilegio que se hacen una fiesta con la bicicleta financiera y la devaluación del peso. El relato macrista se queda sin nafta. Cifras y argumentos de una debacle económica estruendosa.
En unas cuarenta y ocho horas se comenzará a definir el destino no solo de nuestro país, sino también de la región. Datos, y no opinión, permiten vislumbrar una derrota de Macri y un triunfo para el frente patriótico que edificó Cristina Kirchner.
Sus seres queridos le hicieron llegar al organismo con sede en Washington un informe que contiene pruebas acerca de cómo el gobierno de Cambiemos operó para negar y ocultar su responsabilidad sobre la muerte del joven artesano, como así también sobre la maquinaria que pusieron a funcionar para engañar a la sociedad y ponerla en contra de la familia.
El desfile militar que desplegó Cambiemos sobre la Avenida Libertador sintetiza una época signada por un modelo de exclusión y la consecuente represión de la protesta social y persecución contra la oposición, tal como sucedió con otros proyectos neoliberales. La foto de Pepe Mateos lo capta con tanta precisión, que duele.