En su primera novela, el escritor y editor Nazareno Petrone construye un potente entramado narrativo a partir de la vinculación afectiva entre varios personajes, quienes toman decisiones que, como en la vida real, tienen consecuencias impredecibles.
Hace unos días, en la Feria del Libro, Lucía V. Chaves Teira firmó ejemplares de su primera novela, Lluvia violeta, un thriller con connotaciones políticas, y cuyos protagonistas son adolescentes, como ella. “Somos una montaña rusa de emociones que no sabemos controlar”, describe. Suds lecturas hoy pasan por Mariana Enríquez, Samanta Schweblin y Sthepen King.
La primera novela de Julián López, Una muchacha muy bella, tiene dos notables cualidades: su prosa -bella, luminosa- y la construcción y solidez del punto del vista del protagonista, un chico de menos de diez años, durante los años del terrorismo de Estado.
Leticia Martín y Nazareno Petrone dirigen Qeja Ediciones, un proyecto editorial que sobrevivió al macrismo y que durante la pandemia publicó menos títulos pero se diversificó a través de varios proyectos. Piden políticas públicas para el sector e imploran la vuelta de las presentaciones de libros.