Los y las trabajadores de ANSES realizaron un paro nacional con cese de actividades en todo el país, en rechazo a la ola de despidos y el cierre de decenas de oficinas del organismo a lo largo del territorio nacional, en el marco del plan de ajuste económico y campaña de estigmatización del empleado público de parte del gobierno de Milei. La jornada de lucha finalizó con un acto en la sede central del organismo, en la avenida Córdoba y Maipú, ante muchos de los despedidos y miles de afiliados de tres de los cuatro gremios que tienen representación gremial en el organismo: la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), la Asociación del Personal de los Organismos de Previsión Social (APOPS) y el Sindicato de los trabajadores y trabajadoras de la Administración Nacional de la Seguridad Social (CASFPI).
El acto se realizó sobre la vereda, con mucha incomodidad e inconvenientes para moverse en la zona, ya que el Ministerio de Seguridad de la Nación –a cargo del operativo de seguridad – aplicó el protocolo antipiquetes y desplegó en la zona una desproporcionada cantidad de uniformados de dos fuerzas: la Federal y Prefectura. Los oradores fueron Carlos Ortega, por el CASFPI; Leonardo Fabre, por APOPS; y Rodolfo Aguiar, por ATE Nacional.
Ola de despidos en el marco de un nuevo plan de ajuste.
Desde un escenario improvisado –los gremios habían preparado un camioncito para cruzarlo sobre Córdoba, para hacer el acto desde ahí, pero la policía se los confiscó- se repudió la crueldad de un gobierno que quiere desmantelar al Estado, se enfatizó que se acompañaría a los despedidos y sus familias, y se advirtió que plan de lucha, en unidad, recién comienza.
En la previa del acto, Liliana González, secretaria de Acción Social del CASFPI, le contó a Kranear que el filtro de las nuevas autoridades eligieron para despedir a 1.300 trabajadores fue haber ingresado a la ANSES durante la gestión del gobierno del Frente de Todos.
“Compañeros y compañeras que iban a trabajar todos los días en las UDAI, en todo el país, otorgando los beneficios que otorgaba el gobierno popular”, detalló, y agregó que “esto nos afecta a nosotros como trabajadores pero también al pueblo porque no se están entregando las jubilaciones, las becas Progresar y el resto de los servicios”.
Tres mil trabajadores le pusieron marco al acto. Crédito foto: La Bancaria.
González contó que los gremios y los trabajadores están realizando asambleas en cada uno de los pueblos en los que cerraron la UDAI, junto a sus beneficiarios, la comunidad local, y menciona el caso las oficinas que funcionaban en lugares alejados de los centros urbanos, como el Chaco Impenetrable, o la región patagónica, que ya no cuentan la presencia del organismo allí cerca de sus hogares y lugares de trabajo.
Cabe recordar y subrayar el rol que cumplió la ANSES durante la pandemia, como organismo público a cargo de los programas de acompañamiento directo ante la crisis, a través del IFE, para los ciudadanos, y el ATP, para las empresas, aparte del el cobro de las asignaciones familiares, jubilaciones y pensiones. Fueron los y las trabajadoras del organismos quienes le pusieron el cuerpo a aquella responsabilidad ciudadana.
El acto contó con el apoyo de otras organizaciones gremiales, como Camioneros, o La Bancaria, que dijeron a través de un nutrido grupo de militantes, y lo mismo sucedió con la política. Referentes de La Cámpora se acercaron al acto para solidarizarse con los trabajadores.
La Cámpora, presente y solidaria.
Paula Penacca, diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, le dijo a Kranear que se estaba allí para acompañar a los trabajadores que están siendo despedidos, y advirtió que no son los estatales está perdiendo su empleo, sino también los privados, como consecuencia del plan de ajuste.
“Hoy nos enteramos que en la nueva propuesta de la Ley Ómnibus”, contó, “aparece la derogación de la ley de Moratoria, que representa la posibilidad de que nuestro pueblo, y en especial las mujeres, puedan jubilarse luego de haber trabajado toda la vida, y que por las diferentes crisis, u otras razones, no gozaron de los aportes que les deberían haber hecho sus patrones”. Mezclada entre los manifestantes que coreaban la consigna ‘La patria no se vende’, la militante camporista también sostuvo que “el plan de Milei es estigmatizar al Estado, paralizarlo a través del despido de sus trabajadores, y aplicar un modelo económico de ajuste con el que solo ganen los poderes concentrados de la economía”.
¿Cómo crees que se sale de este escenario tan angustiante?
“Primero, construyendo una resistencia en la unidad, como se expresa acá, en este acto, no permitiendo que nos disciplinen ni nos amedrenten, y aparte, por supuesto, construyendo desde el peronismo una alternativa política, para volver a ser una alternativa para la sociedad, y esto implica revisar nuestros errores, sin latigarnos, y pensar sobre todo en cuáles son las nuevas propuestas que necesita la República Argentina, que tienen que ver por ejemplo con las nuevas formas del trabajo, la política energética o un sistema integrado de Salud”.
Los operativos policiales son desmedidos y costosísimos.
Aparte de Penacca, dijeron presente la secretaria general de la organización, Lucía Cámpora; la intendenta de Quilmes, distrito en el que también sufrieron el cierre de un par de UDAI, Mayra Mendoza; el jefe del bloque de Unión por la Patria en la legislatura porteña, Juan Modarelli; el ex secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla; y el integrante de la Mesa Política del distrito y ex legislador porteño, Javier Andrade, entre otros.
UPCN, a pesar de tener representación gremial en el organismo, no convocó a la movilización.
Durante el acto también se manifestó mucha preocupación por el uso que el gobierno de Milei quiera darle al Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), un patrimonio de todos los argentinos, ya que representa un botín invaluable para un gobierno neoliberal que hoy dice que no hay plata, pero gasta millones de pesos en operativos de seguridad que parecen sacados de una película bélica, con el objetivo de disciplinar la protesta social y mantener cautivo a su electorado.