La jornada conmemorativa consistió en una muestra de afiches políticos de otras décadas pasadas que tenían como protagonista a esa inolvidable Mujer de todos los tiempos. La explicación de lo que se exhibía estuvo a cargo del compañero y curador Facundo Carman.
Luego hubo un panel conformado por las compañeras Kelly Olmos y Teresa García (ambas con intervenciones muy bien logradas que despertaron el fervor del público presente) y el compañero Roberto Baschetti.
De éste último, historiador y sociólogo, reproducimos sus palabras, con las que hizo mención no solamente a Evita sino también a la importancia de los afiches, carteles, volantes y panfletos en la historia del Peronismo.
Afiche y cartel
El afiche es un galicismo que proviene de la palabra affiché (francesa) y del latín: affictum, es decir, -fijado o pegado a-.
Es también lo que habitualmente llamamos cartel.
Para ser efectivo, hay características de los mismos –de los carteles- que se vuelven esenciales:
1. Debe ser hecho en papel ya sea que esté manuscrito o impreso, con dibujos y/o palabras, aunque se sugiere que las palabras sean pocas, y más las ilustraciones, para provocar mayor impacto visual.
2. La finalidad del afiche es anunciar algo, debe ser colocado en un lugar público, frecuentemente usado en las ciudades, o en sitios con gran afluencia de público.
3. La lectura del afiche debe ser instantánea. El hombre de la calle debe percibir lo que este quiere decir, en una fracción de segundo. Por lo tanto el afichista debe dibujar en grande y con estilo. Se debe entender a primera vista y comunicar un mensaje de interés.
El ideal es mezclar en proporciones justas: imagen, palabra y color. Y por supuesto, se tiene que entender quién es el emisor del afiche.
En nuestro país también hay antecedentes en la materia.
Desde la sanción de la Ley Sáenz Peña, en 1912, la democracia argentina ha tenido un sujeto de creciente participación en su ejercicio: El afiche político de campaña. Carteles para leer con detenimiento que incluían las plataformas partidarias y la presentación de sus candidatos. Así lo hicieron desde un principio la derecha y la izquierda en Argentina.
Baschetti y Carman llevaron material de su libro “Afiches y carteles peronistas 1955-2015”.
La llegada del peronismo al poder, luego de las elecciones del 24 de febrero de 1946, generará una intensa producción de afiches y carteles por parte del gobierno, enunciando y mostrando cada uno de los logros alcanzados.
Ya que estamos haciendo un merecido homenaje a EVITA, recuerdo uno que con el tiempo fue paradigmático: Una mujer sentada en su banca de diputada, en plena oratoria, apostrofando con el dedo índice y con el escudo peronista en la solapa de su trajecito sastre, en tanto puede leerse: “Después de 100 años de silencio, Perón le dio voz y voto”.
Perón y Evita por si queda alguna duda.
Oportunamente hicimos un libro único: “AFICHES Y CARTELES PERONISTAS 1955-2015”. Lo hicimos entre la artista plástica Nora Patrich, Facundo Carman y quien les habla.
Lo armamos porque somos militantes peronistas desde nuestra juventud, porque consideramos que es un rubro social y artístico del cual hay pocos antecedentes concretos y porque en ellos –en centenares de afiches y carteles- se refleja la larga lucha de nuestro pueblo en pos de una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana. Las tres banderas fundacionales del primer peronismo, ese peronismo que hoy, a 80 años de su nacimiento, se mantiene tan vigente como al principio, pese a lo que digan o nos quieran hacer creer.
Perón precisamente decía, que los pueblos nunca sucumben, en la lucha que llevan adelante. Que el triunfo final será de ellos.
Nosotros lo creemos firmemente.
Eva Perón en el recuerdo
Llevaría horas, días y meses, solamente enunciar la labor desplegada por Eva Perón en su acción de gobierno. Elijo tres circunstancias diferentes que la tuvieron como protagonista.
Como bien dijo nuestra querida compañera (injustamente detenida y proscripta), Cristina Fernández de Kirchner: “Evita no fue solamente género. Ella fue la verdadera creadora del concepto de justicia social”.
Habla una delegada gremial. Flora Pestaña de la Asociación Obrera Textil.
“Un día del año 1948 por primera vez la esposa de un Presidente de la Nación visita una fábrica (Alpargatas). Eva Perón seguida por los compañeros de la comisión interna, inicia un recorrido rodeada del entusiasmo y afecto general.
Llega así al Departamento Alpargatería y al inclinarse a besar a la delegada le dice en voz muy baja ‘¡cuántas viejitas!’, la profunda sensibilidad de Evita se ve reflejada en ese momento, en su dulce rostro visiblemente emocionado.
Continúa el recorrido y en horas del mediodía en el comedor de la empresa, miles de compañeros que la colman de regalos y flores, escuchan sus palabras impactados, no sólo por su luminosa belleza, sino también por su simpatía y auténtica cordialidad.
Al término de su discurso pide a las compañeras delegadas que se queden para conversar con ella. Evita evidencia antes esas compañeras su gran preocupación por tantas viejitas como viera trabajando y pide que le lleven a Trabajo y Previsión a las más ancianas.
Llegamos a los pocos días hasta su despacho con un centenar de trabajadoras, a quienes atiende alegre y cariñosa y les dice que va a darles una linda noticia; fue allí donde esa mujer extraordinaria y profundamente humana, pronuncia las palabras que ponen de manifiesto su gran sensibilidad ante los problemas sociales que padecíamos los trabajadores argentinos.
Dice Eva Perón: “Hoy fue el último día que ustedes fueron a trabajar, desde mañana serán pensionadas”. Y efectivamente fueron pensionadas por orden de Evita.
No hay palabras capaces de traducir el asombro, la emoción, la alegría, reflejados en esos rostros arrugados y sufridos, tampoco podríamos hacerlo las delegadas que fuimos testigos de ese momento. Estas cosas se viven, quedan grabadas en el alma para toda la vida”.
Otro afiche de época.
Recuerda Don Arturo Jauretche
“En una oportunidad tuve que hacer una corta antesala para hablar con Eva Perón. Recuerdo que estaba sentado en medio de mujeres que iban a pedirle cosas a Evita, cuando veo a un radical de la sexta, pasar frente a mi cargado de mamaderas.
La escena era bastante cómica: entre el llanto de los chiquilines, los burócratas que miraban a los que esperaban, la aureola de santificación que emanaba de Evita, y ese tipo que supo ser bravucón y pasaba frente a mí cargado de mamaderas.
Cuando lo miré, como para pedirle una explicación, él me dijo con voz de mostrador:
- ¿Y qué quiere que haga, doctor, si esta mujer es una santa?
Se refería claro, a Eva Perón”.
El padre Hernán Benítez. Su amigo y confesor.
“Ella no iba con vueltas. Era un día 14 de julio en que por azar me tocó acompañarla a un festejo del Día de Francia. Por un problema del tránsito el auto y la escolta se detuvieron, frente a un Banco en la calle Cerrito. Había una viejita mal entrazada, llorando, hablando con unos curiosos. Dio orden de esperar y bajamos. La viejita no entendía ni sabía explicar lo que le exigían en la sucursal del Banco. Le mostró a Eva el documento y entraron en el edificio… Eva caminó a lo largo del mostrador principal llevando por el hombro a la viejita llorosa. De pronto se oyó su voz terrible paralizando a los cagatintas y todo el movimiento del Banco, desde el gerente hasta el último ordenanza:
- ¿Díganme señores, ¿quién de ustedes fue el hijo de puta que le dijo a esta señora que vuelva mañana?.
No se iba con vueltas. Al pan, pan y al vino, vino”.
Volante y panfleto
En lo que respecta a la etimología de la palabra panfleto, es interesante lo que señala Wikipedia, la enciclopedia libre. Algunos lo relacionan con el género cómico del Siglo XII (Pamphilus), escrito en versos latinos. Para otros, deriva del francés (Pamphilet) al que definen como un género de comedia corrosiva y que de allí pasó a Inglaterra, donde tomaría su significado de opúsculo, dedicado a temas de actualidad. Por lo que un panfleto es un escrito o libelo breve, generalmente agresivo o difamatorio.
Con el compañero Carman y bajo la edición de Editorial Octubre hicimos un trabajo presentado en la última Feria del Libro y que ha colmado todas nuestras expectativas: “Panfletos y volantes peronistas 1955-1976”.
Y corresponde en gran medida a aquellos escritos confeccionados desde el llano, desde el enfrentamiento, desde la resistencia.
Hacemos mención entre muchos otros al enfrentamiento contra la autodenominada “Revolución Libertadora” – (“La Fusiladora” para nuestra gente-) ; la gesta y epopeya que fue la Resistencia Peronista en sus miles de combates diarios; los dos regresos de Perón (17 de noviembre de 1972 y 20 de junio de 1973) y la acción del tercer gobierno peronista (1973-1976).
Todo está aquí impreso para siempre, en facsimilar, respetando la diagramación de los originales, escritos a mano, o a máquina, como volviendo del olvido para ser una presencia inmutable, imperecedera, eterna.
Cualquier persona que ha militado alguna vez, puede dar fe de la desmesurada importancia que tenía ese papelito blanco o de color, que no excedía los 10 o 15 cm. por lado y que en sus consignas o escritos debía tener la terminología justa que invitara al ocasional lector a sumarse a la huelga, a concurrir a una marcha o a justificar un hecho ya acaecido.
Volante de época.
Se sabe además que en épocas de dictadura militar su simple pertenencia –tanto para el que los lanzara como para quien los recibiera- podía significar tortura, cárcel, muerte. De ahí su valorización, su importancia, como un objeto más, aglutinador de voluntades, organizador de protestas, principio vivo y latente de resistencia.
Pero más allá de precisiones y definiciones, es mi intención a través de la edición de este libro, rendir un sincero homenaje a todos aquellos compañeros que, en circunstancias difíciles y adversas para el campo nacional y popular, siguieron firmes en la huella, sin apartarse un ápice del camino trazado. Sin sus sacrificios, su entrega total por la causa y su patriotismo y fe en el Pueblo, nada hubiera sido posible y esta publicación tampoco.
Además, a modo de corolario, a la luz de lo ocurrido en esta última semana pasada, si algo nos queda claro, indiscutible, evidente, incontrastable a simple vista, es que nosotros no nos quedamos en el 45’ como nos quieren hacer creer. Por la sencilla razón que aquellos enemigos de aquella época son los de ahora y siguen hambreando a nuestro Pueblo y vendiendo la Patria.
Son el imperialismo rapaz que viene del Norte con nuevos aliados y la oligarquía vacuna que aspira a volver a la Década Infame, es decir, al estado de situación inmediatamente anterior a la llegada del Peronismo a la escena política argentina.
Ese mismo Peronismo que solamente tendrá vigencia y futuro si tiene claro que lucha y pelea por la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación.
En la actividad del PJ se pidió por la libertad de su presidenta: Cristina Fernández de Kirchner.