La tarea periodística es una de las actividades exceptuadas desde el comienzo del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio dispuesto el 20 de marzo por el gobierno nacional. En simultáneo, el Estado decidió acompañar a las empresas y los trabajadores y trabajadoras, con distintas medidas de alivio para atravesar la crisis garantizando el trabajo y evitando cierres.
Los medios cooperativos y recuperados destacamos la premisa de no dejar caer a ninguna empresa ni a ningún trabajador. También valoramos los anuncios realizados por el Ministerio de Producción para garantizar el empleo de los trabajadores y las trabajadoras en relación de dependencia, monotributistas y autónomos.
En ese contexto, hay un dato que ha pasado inadvertido: los medios de comunicación autogestivos, comunitarios, independientes y recuperados también estamos en una situación de emergencia, incluso anterior a la llegada de la pandemia.
La propagación del coronavirus no hizo más que acelerar la gravedad de de la crisis. Sin embargo, hemos quedado fuera del alcance de las distintas disposiciones al igual que la totalidad de las cooperativas de trabajo del país, un universo que reúne a más de 150 mil personas.
Entendemos que nuestra situación requiere respuestas tan urgentes como las que han recibido las empresas tradicionales, así como de las pymes.
En nuestro caso no sólo cumplimos un rol clave en el derecho a la información, la pluralidad y la diversidad, sino que hemos sido garantes de los empleos que distintos empresarios dejaron caer y que nosotros recuperamos para darle sustento a miles de familias.
También venimos haciendo frente a la crisis y los recortes de las economías neoliberales con mucho esfuerzo, creatividad y organización. Además, muchos pertenecemos a ciudades pequeñas donde nuestra voz es importante porque llegan muy pocas.
Sin perder de vista el rol que desempeñamos frente a la pandemia y la grave situación en la que está el sector, pedimos ser considerados con los mismos beneficios, alivios y medidas que abarcan a las demás empresas, trabajadores y trabajadoras de la Argentina.
Los medios cooperativos y recuperados destacamos la premisa de no dejar caer a ninguna empresa ni a ningún trabajador. También valoramos los anuncios realizados por el Ministerio de Producción para garantizar el empleo de los trabajadores y las trabajadoras en relación de dependencia, monotributistas y autónomos.
En ese contexto, hay un dato que ha pasado inadvertido: los medios de comunicación autogestivos, comunitarios, independientes y recuperados también estamos en una situación de emergencia, incluso anterior a la llegada de la pandemia.
La propagación del coronavirus no hizo más que acelerar la gravedad de de la crisis. Sin embargo, hemos quedado fuera del alcance de las distintas disposiciones al igual que la totalidad de las cooperativas de trabajo del país, un universo que reúne a más de 150 mil personas.
Entendemos que nuestra situación requiere respuestas tan urgentes como las que han recibido las empresas tradicionales, así como de las pymes.
En nuestro caso no sólo cumplimos un rol clave en el derecho a la información, la pluralidad y la diversidad, sino que hemos sido garantes de los empleos que distintos empresarios dejaron caer y que nosotros recuperamos para darle sustento a miles de familias.
También venimos haciendo frente a la crisis y los recortes de las economías neoliberales con mucho esfuerzo, creatividad y organización. Además, muchos pertenecemos a ciudades pequeñas donde nuestra voz es importante porque llegan muy pocas.
Sin perder de vista el rol que desempeñamos frente a la pandemia y la grave situación en la que está el sector, pedimos ser considerados con los mismos beneficios, alivios y medidas que abarcan a las demás empresas, trabajadores y trabajadoras de la Argentina.