Por María Paz “Pacha” Carreira Griot (*)
Una vez ma?s, ayer miércoles 16 de junio observamos que un sector la dirigencia sindical compartió un encuentro sin mujeres que puso la perspectiva de ge?nero en la lista de temas. En seguida se desató una previsible ola de criticas, y algunos se preguntan por qué.
Resulta tedioso explicar lo obvio.
La perspectiva de ge?nero no la aporta solamente la presencia de una o dos mujeres en la mesa. Mucho menos se constituye con veinte varones sub 55. El gran problema es el eterno tutelazgo que intentan imponernos desde los espacios donde son mayori?a. Todavi?a no podemos sentarnos ahi?, pero charlan por nosotras nuestros roles y problema?ticas, y silencian nuestras voces.
Es indiscutible que las mujeres, las travas, las lesbianas y las identidades disidentes en general formamos parte del mundo del trabajo, ya no somos invisibles y de hecho, somos esenciales.
En un momento donde estamos viendo que las tareas de cuidado y dome?sticas -usualmente feminizadas y realizadas de manera gratuita- mueven mucho dinero, no quedan dudas de que sin nosotras no se puede. Es muy claro este dato de la Direccio?n Nacional de Economi?a, Igualdad y Ge?nero de la cartera nacional de Economía: los cuidados representan un 16% del PBI, seguido por la industria (13,2%) y el comercio (13%).
Dentro de la CGT hace an?os que existen dirigentas que discuten paritarias y derechos laborales en general, pero pocas veces llegan a las mesas donde se toman decisiones. Dentro del sindicalismo nos organizamos para no solo ser un cupo que completar o estar a cargo de una Secretari?a de “la mujer y la familia”, sino para conducir. Podemos ser secretarias de Organizacio?n, manejar las negociaciones gremiales e incluso secretarias generales, por prepotencia de trabajo, por capacidad, por formacio?n.
Necesitamos que dejen de evaluarnos como si fue?ramos incapaces. Democraticemos la participacio?n. Basta de burocracias. Dejen de hablar por nosotras. No nos alcanza ni con un mantel violeta, ni con una foto, queremos discutirlo todo, queremos un programa para el sindicalismo que nos incluya.
Estamos en el 2021, con paridades en las listas de representacio?n poli?tica, con un Ministerio de las Mujeres, Ge?neros y Diversidad, con cupos laborales para las diversidades, con una ola verde que logró la sanción de la IVE y que sigue interpelando la sociedad con la búsqueda incesante de Justicia Social para todos, todas y todes.
¿Co?mo puede ser que sigan sin convocarnos?
Y aunque parezca una catarsis y aunque nos sigan desafiando, el futuro es nuestro. Con ma?s organizacio?n y articulacio?n estoy segura de que torceremos este destino que por el momento esta? escrito por otros, pero que lo transitamos nosotras. Ya sabemos co?mo se hace, no nos cansemos, somos un monto?n y vamos a seguir construyendo un sindicalismo ma?s parecido a sus bases.
(*) Mujer Sindicalista, Miembro de la Junta Comunal 14, Palermo.
Afiche difundido por las mujeres y diversidades sindicalistas feministas, nucleadas en las distintas centrales obreras.
Una vez ma?s, ayer miércoles 16 de junio observamos que un sector la dirigencia sindical compartió un encuentro sin mujeres que puso la perspectiva de ge?nero en la lista de temas. En seguida se desató una previsible ola de criticas, y algunos se preguntan por qué.
Resulta tedioso explicar lo obvio.
La perspectiva de ge?nero no la aporta solamente la presencia de una o dos mujeres en la mesa. Mucho menos se constituye con veinte varones sub 55. El gran problema es el eterno tutelazgo que intentan imponernos desde los espacios donde son mayori?a. Todavi?a no podemos sentarnos ahi?, pero charlan por nosotras nuestros roles y problema?ticas, y silencian nuestras voces.
Es indiscutible que las mujeres, las travas, las lesbianas y las identidades disidentes en general formamos parte del mundo del trabajo, ya no somos invisibles y de hecho, somos esenciales.
En un momento donde estamos viendo que las tareas de cuidado y dome?sticas -usualmente feminizadas y realizadas de manera gratuita- mueven mucho dinero, no quedan dudas de que sin nosotras no se puede. Es muy claro este dato de la Direccio?n Nacional de Economi?a, Igualdad y Ge?nero de la cartera nacional de Economía: los cuidados representan un 16% del PBI, seguido por la industria (13,2%) y el comercio (13%).
Dentro de la CGT hace an?os que existen dirigentas que discuten paritarias y derechos laborales en general, pero pocas veces llegan a las mesas donde se toman decisiones. Dentro del sindicalismo nos organizamos para no solo ser un cupo que completar o estar a cargo de una Secretari?a de “la mujer y la familia”, sino para conducir. Podemos ser secretarias de Organizacio?n, manejar las negociaciones gremiales e incluso secretarias generales, por prepotencia de trabajo, por capacidad, por formacio?n.
Necesitamos que dejen de evaluarnos como si fue?ramos incapaces. Democraticemos la participacio?n. Basta de burocracias. Dejen de hablar por nosotras. No nos alcanza ni con un mantel violeta, ni con una foto, queremos discutirlo todo, queremos un programa para el sindicalismo que nos incluya.
Estamos en el 2021, con paridades en las listas de representacio?n poli?tica, con un Ministerio de las Mujeres, Ge?neros y Diversidad, con cupos laborales para las diversidades, con una ola verde que logró la sanción de la IVE y que sigue interpelando la sociedad con la búsqueda incesante de Justicia Social para todos, todas y todes.
¿Co?mo puede ser que sigan sin convocarnos?
Y aunque parezca una catarsis y aunque nos sigan desafiando, el futuro es nuestro. Con ma?s organizacio?n y articulacio?n estoy segura de que torceremos este destino que por el momento esta? escrito por otros, pero que lo transitamos nosotras. Ya sabemos co?mo se hace, no nos cansemos, somos un monto?n y vamos a seguir construyendo un sindicalismo ma?s parecido a sus bases.
(*) Mujer Sindicalista, Miembro de la Junta Comunal 14, Palermo.
Afiche difundido por las mujeres y diversidades sindicalistas feministas, nucleadas en las distintas centrales obreras.