El 21 de marzo de 1804, en el castillo de Vincennes, el duque de Enghien fue fusilado por soldados del ejército napoleónico. Había sido condenado a la pena capital por su supuesta participación en un complot contra Napoleón I. Su muerte provocó la indignación de las cortes europeas e incluso el rechazo de algunos bonapartistas. Entre ellos, el conde Boulay de la Meurthe, alto funcionario del Imperio, quien exclamó: “Es peor que un crimen, es un error”.
La crítica de Boulay de la Meurthe no era moralista sino política. Consideraba que así como la responsabilidad de un crimen puede limitarse a quien lo llevó a cabo, un error político supone un riesgo hacia el conjunto de la ciudadanía.
Desde hace unos meses, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz promete “poner orden” en los tan denostados “planes sociales”, término vaporoso que engloba programas diferentes, y según quién los nombre, prejuicios varios.
Para algunos, la AUH- una asignación familiar- es “un plan”; para otros, debemos cambiar “los planes” por “trabajo genuino”. En realidad, como lo suele explicar la diputada Natalia Zaracho, los “planes” ya implican trabajo, porque representan un ingreso complementario para que miles de trabajadores y trabajadoras puedan llegar a fin de mes.
En el marco de aquel orden invocado, la ministra resolvió dar de baja a unos cien mil titulares del programa Potenciar Trabajo, que no validaron su identidad a través de la plataforma Mi Argentina o en los 56 Centros de Referencia de todo el país, locales en los cuales se podía realizar el trámite de manera presencial.
Ante la reacción adversa de las organizaciones sociales, que convocaron a marchas y piquetes en la 9 de Julio en repudio a la decisión del gobierno, la funcionaria explicó que no dirige el “ministerio de los piqueteros”, le advirtió a Eduardo Belliboni (dirigente del Polo Obrero) que “con acampe en la calle y la gente de rehén no lo vamos a recibir' y concluyó: “le digo que organice a su gente y la traiga a la puerta del ministerio, que acá tenemos todas las herramientas para validar datos”. Por último, acusó a las organizaciones sociales de sólo querer lucrar con los planes.
Los titulares del Potenciar Trabajo reciben un ingreso mensual de 33.871 pesos, es decir, menos de una cuarta parte de los ingresos que una familia tipo necesita para no caer bajo la línea de pobreza, hoy establecida en 163.539 pesos, de acuerdo al Índice de Canasta Básica Total del INDEC.
En medio de una de las peores crisis sociales de la Argentina, la ministra de Desarrollo Social toma como adversarios a las organizaciones sociales, reforzando el mito del “planero” que vive de arriba y responde a un puntero venal.
Este haragán imaginario, en lugar de conseguir un trabajo bien remunerado en una oficina con aire acondicionado, o haber tomado la precaución de nacer rico, elige acampar bajo el sol implacable del verano porteño, para reclamar un ingreso que representa menos de la cuarta parte de lo que necesita para mantener a su familia por fuera de la pobreza.
Así, en un contexto de caída sostenida del poder adquisitivo de las mayorías y con el precio de los alimentos por el cielo, un gobierno peronista decide contarle las costillas a los pobres para determinar con exactitud helvética si son extremadamente pobres o simplemente muy pobres. Con similar ahínco pero en sentido inverso, busca seducir a los más poderosos para que liquiden las divisas de las exportaciones agropecuarias a través del Dólar soja o les ofrece tasas siderales en pesos para intentar que no vacíen las reservas del Banco Central. “¿Cuál es la audacia? Débiles con los fuertes y fuertes con los débiles” afirmó Néstor Kirchner, cuando todavía era gobernador de Santa Cruz y en referencia al gobierno de la Alianza.
Lo que asombra no es solo la crueldad generosamente teatralizada para los medios sino, sobre todo, a quien está dirigida esa teatralización. Como suele ocurrir con el presidente, la ministra le habla a una audiencia imaginaria. Los electores que podrían verse seducidos por ese discurso duro hacia las organizaciones sociales y los piquetes, ya tienen candidatos y no son precisamente los del Frente de Todos.
Como exclamó el conde Boulay de la Meurthe hace más de doscientos años: “Es peor que un crimen, es un error”.