Por Roberto Bertellotti. Fotos: Prensa de Derechos en Foco.
Entre las decenas de actividades que se realizaron en el Mes de la Memoria -en el marco del 41° aniversario del último golpe cívico-militar-, vale la pena “hacer foco” en los días 17 y 18 de marzo, ya que por esas horas se realizó, en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA), el Primer Encuentro Internacional de Fotografía y Derechos Humanos, denominado justamente, “Derechos en Foco”.
Se trató de dos jornadas pensadas, diseñadas, programadas y organizadas por lxs trabajadorxs del predio, con el apoyo institucional de universidades nacionales, legisladores y sindicatos, y en articulación con organizaciones de derechos humanos y de migrantes, exiliados y refugiados. La actual gestión del gobierno de Cambiemos en el predio no tuvo ningún tipo de participación.
Desde KRANEAR conversamos con algunos de los organizadores y participantes del encuentro para que compartan algunas definiciones con sus propias palabras:
“Lo primero que hay que decir -aclara Cecilia Casablanca, trabajadora de la Secretaria de Derechos Humanos y miembro del equipo organizador del encuentro internacional-, es que la fotografía históricamente fue una herramienta en la lucha por los derechos humanos”. Esto se debe a que cumplió un rol fundamental no sólo en la elaboración visual de la memoria colectiva sino también en la búsqueda de los familiares, en la prueba para los juicios de lesa humanidad, en el testimonio de las víctimas, en la construcción de la identidad de los nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo, así como en infinidad de temas que atraviesan la historia de los derechos humanos en nuestro país y en el mundo.
“En ese sentido estuvimos trabajando algunos ejes temáticos como fueron los migrantes, los pueblos originarios, los presos políticos (la libertad de Milagro Sala), la paz en Colombia, las problemáticas de las personas trans y la diversidad sexual, la trata de personas y el tema de los agrotóxicos”, destacó Julián Athos Caggiano, fotógafo, militante de H.I.J.O.S. y miembro del equipo organizador.
En una coyuntura política de fuerte adversidad, en la que los 30.000 detenidos desaparecidos son puestos en duda, en la que se observan y sufren retrocesos profundos en materia económica, laboral, social y cultural, y a tan solo una semana del 41º aniversario del último golpe cívico militar, este encuentro fue “un punto de partida, una bocanada de aire fresco, un lugar para mirar, escuchar, reflexionar, recordar" y "para pensar con otros, encontrarse con amigos, conocer trabajos potentes, hermosos, disruptivos", como así también "para emocionarse, conocer gente con la que solo hablábamos vía redes sociales", sintetizó Cora Gamarnik, una de las participantes del evento. Agregó que el encuentro "juntó lo que estaba disperso, mostró la potencia que tienen las fotografías en las luchas por la memoria" y que "fue una vorágine de actividades, muestras y exposiciones imposibles de abarcar". También deseó que "haya sido el inicio de algo apremiante en estos tiempos”.
El encuentro contó con más de 20 de muestras fotográficas nacionales e internacionales; 12 talleres con más de 500 inscriptos y varias mesas-debates, más foros y proyecciones. Lxs fotógrafxs que expusieron en los distintos edificios del predio fueron Adriana Lestido, Marcos Adandía, Pablo Piovano, Sub Coop y Paula Luttringer. A su vez hubo una muestra colectiva en la que participaron los fotógrafxs Helen Zout, Adriana Lestido, Eduardo Gil, Fernando Gutiérrez, Daniel García, Gerardo Dell'Oro, Lucila Quieto, Juan Travnik, Pablo Lasansky, Eduardo Longoni y Santiago Porter.
K: ¿Qué fue lo que más les gustó del encuentro?
Julián: “Una parte destacable fue que por primera vez en Argentina, presentamos el trabajo de un fotógrafo italiano sobre los aviones de los vuelos de la muerte, en conjunto con Miriam Lewin, periodista y sobreviviente de la ESMA, con Maco Somigliana del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y con el piloto y cineasta Enrique Piñeyro”.
Julián se refiere a Giancarlo Ceraudo, que logró fotografiar cuatro aviones en cuyas imágenes se pueden ver algunas planillas de vuelos que permitieron identificar fechas y nombres de los pilotos de aquellos espantosos viajes, algunos de los cuales están hoy procesados por delitos de lesa humanidad gracias a este aporte. En este caso se pudo apreciar cómo la fotografía también puede estar comprometida con los procesos judiciales de Memoria, Verdad y Justicia.
Cecilia: “Una de las cosas que a mí más me impactó fue la presencia de los referentes de los pueblos originarios, ya que lo que plantearon fue algo así como que si la sociedad hubiera tomado en sus manos lo que había sido el primer genocidio de los originarios posiblemente no hubiera ocurrido el genocidio de la dictadura cívico-militar de 1976. El análisis que hacían marcaba el profundo desconocimiento nuestro sobre las matanzas, las resistencias y las luchas que dieron ellos. Eso me movilizó. (…) También hubo un foro sobre la Tupac Amaru, donde se tocó el tema de la detención arbitraria e ilegal de Milagro Sala y la situación de los presos políticos en Argentina. Por otro lado, se realizó un homenaje a las Madres de Plaza de Mayo que fue muy emotivo”.
K: ¿Y cuál fue LA FOTO del encuentro?
Cecilia: “Yo creo que fue la presentación del archivo de Adelina Dematti de Alaye, la Madre de Plaza de Mayo que era fotógrafa y que murió el año pasado. Ella creo que es un poco un símbolo del encuentro”.
No es para menos. Ella sintetiza el oficio y la lucha.
Declarado de interés por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por el Ministerio Público de la Defensa de la CABA, por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y por la Comisión interna del gremio no docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, el encuentro fue realizado, a su vez, en articulación con organizaciones como las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, el Espacio Cultural “Nuestros Hijos” (ECUNHI), Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S. Capital, el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos (IPPDH) del MERCOSUR, la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), el Programa de Alfabetización, Educación Básica y Trabajo (PAEBYT), la Carrera de Ciencias de Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, el Área de Estudios sobre Fotografía de la UBA, el Centro Cultural de la Cooperación (CCC) Floreal Gorini, el Centro Educativo Isauro Arancibia, la Tecnicatura de Música Popular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, la Comisión Argentina para los Refugiados y Migrantes (CAREF), los Migrantes y Exiliados Colombianos por la Paz (MECOPA), el Instituto de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, y la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba.
El equipo de Derechos en Foco está conformado por Cecilia Casablanca, Julián Athos Caggiano, Paula Lobariñas, Ezequiel Torres, Lucila Quieto, Julia Menajovsky, Mariana Rocca, Soledad Francesio, Irina Bianchet, Natalia Bordesio, Daniel Vides, Marco Bufano, Mariano Portas, María Eva Chevallier Boutell, María Rosenfeldt, Celeste Orozco, Bárbara Komarovsky, Florencia Guzzetti y Julián Villagra. Y cuentan con la colaboración de Romina Casas, Martina Vercelli, Andy Riva, Enrique Velay, Rolando Rauwolf, Federico Geller, Sandra Sandoval, Magalí Barbatto y Ariel Aguirre.
Felicitaciones para todxs ellxs. Ya estamos esperando la segunda edición del encuentro.
Entre las decenas de actividades que se realizaron en el Mes de la Memoria -en el marco del 41° aniversario del último golpe cívico-militar-, vale la pena “hacer foco” en los días 17 y 18 de marzo, ya que por esas horas se realizó, en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA), el Primer Encuentro Internacional de Fotografía y Derechos Humanos, denominado justamente, “Derechos en Foco”.
Se trató de dos jornadas pensadas, diseñadas, programadas y organizadas por lxs trabajadorxs del predio, con el apoyo institucional de universidades nacionales, legisladores y sindicatos, y en articulación con organizaciones de derechos humanos y de migrantes, exiliados y refugiados. La actual gestión del gobierno de Cambiemos en el predio no tuvo ningún tipo de participación.
Desde KRANEAR conversamos con algunos de los organizadores y participantes del encuentro para que compartan algunas definiciones con sus propias palabras:
“Lo primero que hay que decir -aclara Cecilia Casablanca, trabajadora de la Secretaria de Derechos Humanos y miembro del equipo organizador del encuentro internacional-, es que la fotografía históricamente fue una herramienta en la lucha por los derechos humanos”. Esto se debe a que cumplió un rol fundamental no sólo en la elaboración visual de la memoria colectiva sino también en la búsqueda de los familiares, en la prueba para los juicios de lesa humanidad, en el testimonio de las víctimas, en la construcción de la identidad de los nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo, así como en infinidad de temas que atraviesan la historia de los derechos humanos en nuestro país y en el mundo.
“En ese sentido estuvimos trabajando algunos ejes temáticos como fueron los migrantes, los pueblos originarios, los presos políticos (la libertad de Milagro Sala), la paz en Colombia, las problemáticas de las personas trans y la diversidad sexual, la trata de personas y el tema de los agrotóxicos”, destacó Julián Athos Caggiano, fotógafo, militante de H.I.J.O.S. y miembro del equipo organizador.
En una coyuntura política de fuerte adversidad, en la que los 30.000 detenidos desaparecidos son puestos en duda, en la que se observan y sufren retrocesos profundos en materia económica, laboral, social y cultural, y a tan solo una semana del 41º aniversario del último golpe cívico militar, este encuentro fue “un punto de partida, una bocanada de aire fresco, un lugar para mirar, escuchar, reflexionar, recordar" y "para pensar con otros, encontrarse con amigos, conocer trabajos potentes, hermosos, disruptivos", como así también "para emocionarse, conocer gente con la que solo hablábamos vía redes sociales", sintetizó Cora Gamarnik, una de las participantes del evento. Agregó que el encuentro "juntó lo que estaba disperso, mostró la potencia que tienen las fotografías en las luchas por la memoria" y que "fue una vorágine de actividades, muestras y exposiciones imposibles de abarcar". También deseó que "haya sido el inicio de algo apremiante en estos tiempos”.
El encuentro contó con más de 20 de muestras fotográficas nacionales e internacionales; 12 talleres con más de 500 inscriptos y varias mesas-debates, más foros y proyecciones. Lxs fotógrafxs que expusieron en los distintos edificios del predio fueron Adriana Lestido, Marcos Adandía, Pablo Piovano, Sub Coop y Paula Luttringer. A su vez hubo una muestra colectiva en la que participaron los fotógrafxs Helen Zout, Adriana Lestido, Eduardo Gil, Fernando Gutiérrez, Daniel García, Gerardo Dell'Oro, Lucila Quieto, Juan Travnik, Pablo Lasansky, Eduardo Longoni y Santiago Porter.
K: ¿Qué fue lo que más les gustó del encuentro?
Julián: “Una parte destacable fue que por primera vez en Argentina, presentamos el trabajo de un fotógrafo italiano sobre los aviones de los vuelos de la muerte, en conjunto con Miriam Lewin, periodista y sobreviviente de la ESMA, con Maco Somigliana del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y con el piloto y cineasta Enrique Piñeyro”.
Julián se refiere a Giancarlo Ceraudo, que logró fotografiar cuatro aviones en cuyas imágenes se pueden ver algunas planillas de vuelos que permitieron identificar fechas y nombres de los pilotos de aquellos espantosos viajes, algunos de los cuales están hoy procesados por delitos de lesa humanidad gracias a este aporte. En este caso se pudo apreciar cómo la fotografía también puede estar comprometida con los procesos judiciales de Memoria, Verdad y Justicia.
Cecilia: “Una de las cosas que a mí más me impactó fue la presencia de los referentes de los pueblos originarios, ya que lo que plantearon fue algo así como que si la sociedad hubiera tomado en sus manos lo que había sido el primer genocidio de los originarios posiblemente no hubiera ocurrido el genocidio de la dictadura cívico-militar de 1976. El análisis que hacían marcaba el profundo desconocimiento nuestro sobre las matanzas, las resistencias y las luchas que dieron ellos. Eso me movilizó. (…) También hubo un foro sobre la Tupac Amaru, donde se tocó el tema de la detención arbitraria e ilegal de Milagro Sala y la situación de los presos políticos en Argentina. Por otro lado, se realizó un homenaje a las Madres de Plaza de Mayo que fue muy emotivo”.
K: ¿Y cuál fue LA FOTO del encuentro?
Cecilia: “Yo creo que fue la presentación del archivo de Adelina Dematti de Alaye, la Madre de Plaza de Mayo que era fotógrafa y que murió el año pasado. Ella creo que es un poco un símbolo del encuentro”.
No es para menos. Ella sintetiza el oficio y la lucha.
Declarado de interés por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por el Ministerio Público de la Defensa de la CABA, por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y por la Comisión interna del gremio no docente de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, el encuentro fue realizado, a su vez, en articulación con organizaciones como las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, el Espacio Cultural “Nuestros Hijos” (ECUNHI), Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S. Capital, el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos (IPPDH) del MERCOSUR, la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), el Programa de Alfabetización, Educación Básica y Trabajo (PAEBYT), la Carrera de Ciencias de Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, el Área de Estudios sobre Fotografía de la UBA, el Centro Cultural de la Cooperación (CCC) Floreal Gorini, el Centro Educativo Isauro Arancibia, la Tecnicatura de Música Popular de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, la Comisión Argentina para los Refugiados y Migrantes (CAREF), los Migrantes y Exiliados Colombianos por la Paz (MECOPA), el Instituto de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, y la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba.
El equipo de Derechos en Foco está conformado por Cecilia Casablanca, Julián Athos Caggiano, Paula Lobariñas, Ezequiel Torres, Lucila Quieto, Julia Menajovsky, Mariana Rocca, Soledad Francesio, Irina Bianchet, Natalia Bordesio, Daniel Vides, Marco Bufano, Mariano Portas, María Eva Chevallier Boutell, María Rosenfeldt, Celeste Orozco, Bárbara Komarovsky, Florencia Guzzetti y Julián Villagra. Y cuentan con la colaboración de Romina Casas, Martina Vercelli, Andy Riva, Enrique Velay, Rolando Rauwolf, Federico Geller, Sandra Sandoval, Magalí Barbatto y Ariel Aguirre.
Felicitaciones para todxs ellxs. Ya estamos esperando la segunda edición del encuentro.