Durante el mes de enero desmentimos en esta nota la operación mediática que el portal Realpolitik montó contra el gobernador Kicillof y sus funcionarios, a propósito de la regularización de la situación actual de la Isla Martín García. Sin embargo, ahora la operación vuelve a la carga con mucha más fuerza, no por los argumentos - dado que son aún más débiles que en la avanzada anterior - sino porque a Realpolitik se le sumaron ImpulsoBaires y LaPlataNoticias, todos medios alineados políticamente con el intendente de La Plata Julio Garro, que no pudo evitar sus cualidades de líder y salió a ponerse al frente de sus empleados.
Esta vez la operación combina tres importantes cualidades: medios organizados en tiempo y espacio para atacar en conjunto; la aparición del jefe político que necesita correrse de la causa de espionaje y armado de causas contra sindicalistas; y varias asociaciones simbólicas con causas judiciales anteriores, que nada tienen que ver con esta pero que buscan asociarse para generar el golpe de efecto. Veamos.
La primera nota de la nueva ofensiva la publicó RealPolitik, el 27 de febrero. Allí titula: “Vuelve a escena el drama por los desalojos en la Isla Martín García”. Los desalojos, que como ya explicamos anteriormente no lo son, ni son en plural dado que el conflicto es con un comercio que explota en forma irregular los recursos de la Isla, rememora lo sucedido en Guernica y en Los Hornos, localidad de La Plata. Allí se hace la operación simbólica que consiste en “linkear” dos temas que nada tiene en común para rememorar el conflicto en el lector, para lograr el golpe de efecto. Pero luego, curiosamente - o no - el propio Garro se monta sobre la operación y utiliza la misma figura en una declaración publicada el 5 de marzo por ImpulsoBaires. En ella se levanta una declaración a ese medio del intendente en donde sostiene que “si la provincia quiere avanzar con los desalojos en Martín García debería mirar lo que pasó con la megatoma de Los Hornos”.
Realpolitik publicó una semana antes lo que luego expresa Garro ante otro medio local. ¿Le da letra Realpolitik a Garro o él se la da a Realpolitik? Ese mismo día, 5 de marzo, otro medio llamado LaPlataNoticias levanta la misma declaración del intendente, en la que exige a la Provincia que “blanquee sus intenciones”. Bien podría Garro ocultar cámaras y espiar las intenciones del gobierno provincial, como hizo su gobierno bajo la presidencia de Mauricio Macri. Realpolitik vuelve a publicar la misma nota el mismo día - 5 de marzo - con las declaraciones de Garro y las alusiones al desalojo, en donde se expone que, más que una nota, es una evidente gacetilla de prensa enviada por el intendente a los medios amigos.
Sin embargo, lo más obsceno de la operación todavía no ha sido expuesto. En la nota del 27 de febrero, Realpolitik se entrevista con la familia damnificada por el supuesto intento de usurpación del gobierno provincial. Lo primero a remarcar, ya expuesto en la nota anterior, es que los conceptos de “usurpación” y “expropiación” son jurídicamente insostenibles (aunque en las operaciones mediáticas de nada sirve lo jurídico) dado que todos y cada uno de los metros cuadrados que forman la superficie de la Isla pertenecen al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. La Isla Martín García es patrimonio cultural y binacional como reserva ecológica, de modo que sus tierras son fiscales; no existe allí la propiedad privada y toda concesión debe ser rigurosamente otorgada por el Estado provincial y por la OPDS, organismo de control sobre la sustentabilidad de todo proyecto.
En esta entrevista, la familia expresa: “Simonetta discontinuó el registro del pago del canon de los comerciantes y no renovó los convenios, pero pretendió cobrar los montos tomando registro en un cuaderno Gloria”. Lo primero que, según Realpolitik, señala la familia, habla bien del funcionario, dado que esos “canon” se cobraban en forma irregular. Pero lo segundo es lo que nos devuelve una vez más al intento de concatenar causas que nada tienen que ver entre sí para alcanzar el efecto, dado que los argumentos se caen como un castillo de naipes. Nos referimos al cuaderno “Gloria”, protagonista estelar de la fallida “causa de los cuadernos”, mediante la cual Mauricio Macri, en complicidad con periodistas del grupo La Nación, intentó judicializar a empresarios de la construcción para devaluar sus empresas y comprarlas a precios viles. El objetivo de aquella causa, caída en desgracia por la infinidad de irregularidades que presentaba, era que Mauricio Macri se quedase con las empresas argentinas de la construcción para controlar la obra pública, herramienta indispensable para el lavado de dinero.
Finalmente aquí sí hay conexiones reales: Garro cumplía un rol clave para ejecutar el dispositivo de espionaje de Mauricio Macri, que tenía como objetivo la destrucción del sindicalismo argentino a través del armado de causas y la persecución y encarcelamiento a empresarios nacionales, con el fin de quedarse con sus empresas.
Garro y “la Gestapo”
El impulso que el intendente de La Plata Julio Garro y sus medios contratados le están dando al armado de la “causa Martín García” tiene un solo objetivo: desviar la atención del papel trascendental que cumplía Garro en el espionaje y la persecución de sindicalistas. Esta causa, conocida como “la Gestapo” por los dichos del entonces ministro de Trabajo de Maria Eugenia Vidal, Marcelo Villegas, surgió a partir del material en video publicado por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), en donde se puede apreciar a altos funcionarios del gobierno provincial de ese entonces y a espías de la agencia de inteligencia armando causas para perseguir sindicalistas. El mecanismo no era nada simple, pero ya estaba aceitado: primero comenzaba la persecución en medios de comunicación rentados, para que la gente fuera tomando conocimiento de los nombres y las caras de los dirigentes apuntados. Durante ese tiempo se iba armando la causa con agentes de inteligencia, que recaía siempre en un fiscal amigo de Juntos por el Cambio, ordenados bajo la conducción de Julio Conte Grand, procurador general de la Provincia de Buenos Aires e íntimo amigo del ex presidente Mauricio Macri. Para cuando los medios y el fiscal ya hubieran hecho su trabajo, los agentes tenían arreglados testigos falsos que declararan exactamente lo acordado y lo ya expuesto en medios de comunicación, para que al salir la causa a la luz el público ya estuviera empapado del tema y corroborara la información presentada por los medios.
Según la denuncia hecha por Cristina Caamaño, titular de la actual AFI, Julio Garro cumplía un papel trascendental en el armado de causas. En la denuncia figura que durante el armado de la causa que terminó con el encarcelamiento de dirigentes sindicales, el intendente visitó al menos diez veces la sede de la agencia de inteligencia en La Plata, además de estar presente en el video en el que Villegas, junto a agentes de inteligencia, expresa la necesidad de generar una “Gestapo antisindical”, en referencia a la fuerza de inteligencia del nazismo. Sin embargo, Garro cumplía otro rol fundamental, que nos devuelve al armado de la causa Martín García: la exposición y la relación con los medios de comunicación. En aquellos días, mientras la sociedad desconocía que los agentes de inteligencia y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires tenían reuniones patrocinadas por la gobernadora María Eugenia Vidal para perseguir a dirigentes, Julio Garro declaraba en redes sociales: “Hace solo tres años La Plata era la ciudad de las mafias. Asustaba. Delincuentes disfrazados de policías, sindicalistas, jueces y dirigentes políticos. Hoy todavía estamos dando la batalla más dura contra ese pasado que no se resigna, que vuelve en forma de fotos rancias”.
Garro era el relator de una novela que su propio gobierno había armado para perseguir sindicalistas, a través de los medios de comunicación. Hoy los medios le sirven para desmarcarse de aquella causa, que lo tiene como principal responsable.
Esta vez la operación combina tres importantes cualidades: medios organizados en tiempo y espacio para atacar en conjunto; la aparición del jefe político que necesita correrse de la causa de espionaje y armado de causas contra sindicalistas; y varias asociaciones simbólicas con causas judiciales anteriores, que nada tienen que ver con esta pero que buscan asociarse para generar el golpe de efecto. Veamos.
La primera nota de la nueva ofensiva la publicó RealPolitik, el 27 de febrero. Allí titula: “Vuelve a escena el drama por los desalojos en la Isla Martín García”. Los desalojos, que como ya explicamos anteriormente no lo son, ni son en plural dado que el conflicto es con un comercio que explota en forma irregular los recursos de la Isla, rememora lo sucedido en Guernica y en Los Hornos, localidad de La Plata. Allí se hace la operación simbólica que consiste en “linkear” dos temas que nada tiene en común para rememorar el conflicto en el lector, para lograr el golpe de efecto. Pero luego, curiosamente - o no - el propio Garro se monta sobre la operación y utiliza la misma figura en una declaración publicada el 5 de marzo por ImpulsoBaires. En ella se levanta una declaración a ese medio del intendente en donde sostiene que “si la provincia quiere avanzar con los desalojos en Martín García debería mirar lo que pasó con la megatoma de Los Hornos”.
Realpolitik publicó una semana antes lo que luego expresa Garro ante otro medio local. ¿Le da letra Realpolitik a Garro o él se la da a Realpolitik? Ese mismo día, 5 de marzo, otro medio llamado LaPlataNoticias levanta la misma declaración del intendente, en la que exige a la Provincia que “blanquee sus intenciones”. Bien podría Garro ocultar cámaras y espiar las intenciones del gobierno provincial, como hizo su gobierno bajo la presidencia de Mauricio Macri. Realpolitik vuelve a publicar la misma nota el mismo día - 5 de marzo - con las declaraciones de Garro y las alusiones al desalojo, en donde se expone que, más que una nota, es una evidente gacetilla de prensa enviada por el intendente a los medios amigos.
Sin embargo, lo más obsceno de la operación todavía no ha sido expuesto. En la nota del 27 de febrero, Realpolitik se entrevista con la familia damnificada por el supuesto intento de usurpación del gobierno provincial. Lo primero a remarcar, ya expuesto en la nota anterior, es que los conceptos de “usurpación” y “expropiación” son jurídicamente insostenibles (aunque en las operaciones mediáticas de nada sirve lo jurídico) dado que todos y cada uno de los metros cuadrados que forman la superficie de la Isla pertenecen al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. La Isla Martín García es patrimonio cultural y binacional como reserva ecológica, de modo que sus tierras son fiscales; no existe allí la propiedad privada y toda concesión debe ser rigurosamente otorgada por el Estado provincial y por la OPDS, organismo de control sobre la sustentabilidad de todo proyecto.
En esta entrevista, la familia expresa: “Simonetta discontinuó el registro del pago del canon de los comerciantes y no renovó los convenios, pero pretendió cobrar los montos tomando registro en un cuaderno Gloria”. Lo primero que, según Realpolitik, señala la familia, habla bien del funcionario, dado que esos “canon” se cobraban en forma irregular. Pero lo segundo es lo que nos devuelve una vez más al intento de concatenar causas que nada tienen que ver entre sí para alcanzar el efecto, dado que los argumentos se caen como un castillo de naipes. Nos referimos al cuaderno “Gloria”, protagonista estelar de la fallida “causa de los cuadernos”, mediante la cual Mauricio Macri, en complicidad con periodistas del grupo La Nación, intentó judicializar a empresarios de la construcción para devaluar sus empresas y comprarlas a precios viles. El objetivo de aquella causa, caída en desgracia por la infinidad de irregularidades que presentaba, era que Mauricio Macri se quedase con las empresas argentinas de la construcción para controlar la obra pública, herramienta indispensable para el lavado de dinero.
Finalmente aquí sí hay conexiones reales: Garro cumplía un rol clave para ejecutar el dispositivo de espionaje de Mauricio Macri, que tenía como objetivo la destrucción del sindicalismo argentino a través del armado de causas y la persecución y encarcelamiento a empresarios nacionales, con el fin de quedarse con sus empresas.
Garro y “la Gestapo”
El impulso que el intendente de La Plata Julio Garro y sus medios contratados le están dando al armado de la “causa Martín García” tiene un solo objetivo: desviar la atención del papel trascendental que cumplía Garro en el espionaje y la persecución de sindicalistas. Esta causa, conocida como “la Gestapo” por los dichos del entonces ministro de Trabajo de Maria Eugenia Vidal, Marcelo Villegas, surgió a partir del material en video publicado por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), en donde se puede apreciar a altos funcionarios del gobierno provincial de ese entonces y a espías de la agencia de inteligencia armando causas para perseguir sindicalistas. El mecanismo no era nada simple, pero ya estaba aceitado: primero comenzaba la persecución en medios de comunicación rentados, para que la gente fuera tomando conocimiento de los nombres y las caras de los dirigentes apuntados. Durante ese tiempo se iba armando la causa con agentes de inteligencia, que recaía siempre en un fiscal amigo de Juntos por el Cambio, ordenados bajo la conducción de Julio Conte Grand, procurador general de la Provincia de Buenos Aires e íntimo amigo del ex presidente Mauricio Macri. Para cuando los medios y el fiscal ya hubieran hecho su trabajo, los agentes tenían arreglados testigos falsos que declararan exactamente lo acordado y lo ya expuesto en medios de comunicación, para que al salir la causa a la luz el público ya estuviera empapado del tema y corroborara la información presentada por los medios.
Según la denuncia hecha por Cristina Caamaño, titular de la actual AFI, Julio Garro cumplía un papel trascendental en el armado de causas. En la denuncia figura que durante el armado de la causa que terminó con el encarcelamiento de dirigentes sindicales, el intendente visitó al menos diez veces la sede de la agencia de inteligencia en La Plata, además de estar presente en el video en el que Villegas, junto a agentes de inteligencia, expresa la necesidad de generar una “Gestapo antisindical”, en referencia a la fuerza de inteligencia del nazismo. Sin embargo, Garro cumplía otro rol fundamental, que nos devuelve al armado de la causa Martín García: la exposición y la relación con los medios de comunicación. En aquellos días, mientras la sociedad desconocía que los agentes de inteligencia y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires tenían reuniones patrocinadas por la gobernadora María Eugenia Vidal para perseguir a dirigentes, Julio Garro declaraba en redes sociales: “Hace solo tres años La Plata era la ciudad de las mafias. Asustaba. Delincuentes disfrazados de policías, sindicalistas, jueces y dirigentes políticos. Hoy todavía estamos dando la batalla más dura contra ese pasado que no se resigna, que vuelve en forma de fotos rancias”.
Garro era el relator de una novela que su propio gobierno había armado para perseguir sindicalistas, a través de los medios de comunicación. Hoy los medios le sirven para desmarcarse de aquella causa, que lo tiene como principal responsable.