Sin dudas Carlos “Indio” Solari siempre necesita un socio para que su creatividad sea aún más genial.


En su época como cineasta se juntó con Guillermo Beilinson para filmar “Ciclo de cielo sobre viento" (1976). Años después del rodaje, se juntaría con Skay, hermano de Guillermo. Se puede decir que, de alguna manera, el film dio vida a la banda más grande de la historia de la Argentina durante más de dos décadas: “Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota”.


En su carrera como solista se alió con los reyes magos: Gaspar Benegas y Baltasar Comotto. Con sus guitarras mágicas formarían parte de “Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado”. Luego se juntó con el periodista Marcelo Figueras para publicar “Recuerdos que mienten un poco. Memorias.”, una extensa biografía sobre el Indio Solari.


El pelado más famoso del rock es un tipo inquieto, lo sabemos. Porque no solo crea canciones. Junto al artista plástico e historietista Pablo Guillermo Serafín le dio forma a “La vida es una misión secreta”, un libro que ilustra 25 canciones del Indio Solari en su etapa solista. Esta dupla ya había dado sus frutos en 2017 con la novela gráfica "Escenas del delito americano".


Son 25 las canciones de la carrera solista del Indio que interpreta desde lo gráfico el historietista Serafín.

“La vida es una misión Secreta” tiene en sus primeras páginas dos imágenes que hablan mucho del Indio Solari: la bandera de los pueblos originarios y el rostro de Walter Bulacio (muerto por la policía tras ser detenido antes de entrar a un show de los Redondos en Obras Sanitarias en el año 1991). En doble página aparece un grupo de indígenas que curiosamente están con los ojos cerrados. ¿Será tal vez un guiño al propio Indio que suele salir en las fotos con los ojos cubiertos por los anteojos, o con los ojos cerrados? El libro tiene un prólogo de Marcelo Figueras, como no podía ser de otra manera. También se puede encontrar ahí un pasaje que se titula “Diálogo con un Ángel Amateur”, del que rescato estas frases: “Vuestros cuerpos están obsoletos ya!”/ “Las pestes no nos darán tregua y no podemos andar rompiendo santos de cerámica todo el tiempo”. “Yo mismo que ando hecho un fantasma estoy trabajando en el diseño de un rayo mortífero que nadie más tenga”.

En el libro-disco la idea fue retratar algunas canciones del material solista de Solari. Los cinco discos que contienen las letras seleccionadas son "El tesoro de los inocentes (Bingo Fuel)" (2004), "Porco rex" (2007), "El perfume de la tempestad" (2010), "Pajaritos, bravos muchachitos" (2013) y "El ruiseñor, el amor y la muerte" (2018).

El Indio nos regala dos Bonus Track: “Rezando solo” y “Encuentro con un ángel amateur” dos canciones nuevas que Solari estrenó en el último streaming que su banda dio en Villa Epecuén, Provincia de Buenos Aires, donde apareció por las pantallas cantándolas. Si los fans se emocionaron al escucharlas, muy probablemente sucederá lo mismo cuando vean las ilustraciones que acompañan estos temas.

Es un muy buen ejercicio escuchar las canciones con el libro en la mano. Los temas cobran nuevos sentidos, las ilustraciones son geniales. Solari cuenta una historia en cada canción donde el sexo, las drogas, la soledad, y la marginalidad son moneda corriente. Cinco páginas ocupan “Pabellón Séptimo”. La combinación del color negro y gris en la ilustración hace que la historieta se torne densa, pesada y estremecedora.

Ilustración del tema “Canción para un terrorista bonito”, del disco "El ruiseñor, el amor y la muerte".

Ya adentrándonos en el segundo disco de Solari, “Porco Rex”, llega “Pedía siempre temas en la radio”. Serafin interpretó en esa canción a un “clavel, sonso! Cachivache! Que estaba entre rejas”, y quedó una bella historieta. En “Tatuaje” hay un baterista sumergido en el fondo de una pileta, tal como dice la canción, el celeste del agua queda impresionante en el dibujo.

En “El perfume de la tempestad”, el tercer disco, abre con “No es Dios todo lo que reluce”. Es sabido que el Indio no se lleva muy bien con la religión y acá se ve cómo a través de las ilustraciones de Serafin queda plasmada la indiferencia de la gente con los pobres, y a su vez, como la iglesia ilusiona y hace promesas que no cumple.

En “Una rata muerta entre los geranios”, el protagonista de la historieta es el propio Indio que camina por un parque rodeado de neblina y perros salvajes, ¿acaso podría ser su propio jardín?

Llegamos a “Pajaritos, bravos muchachitos”. En “A la luz de la luna”, una hermosa morocha baila y bebe cerveza a punto calentita. En “Amok! Amok!” un manosanta chanta predica en televisión y hace que un ciego pueda mirar, pero resulta ser un pervertido con la biblia en mano.

El último disco solista del Indio es “El ruiseñor, el amor y la muerte”, acaso el más personal de Solari, tal es así que en la tapa aparecen sus padres. Acá, otra ilustración conmovedora es “Canción para un terrorista bonito”: las secuencias muestran a un niño oriundo del Medio Oriente que hace estallar una bomba en un barrio lleno de soldados yanquis. John Lennon y Bob Dylan aparecen por ahí cantando el estribillo. “Salvación”, corean.

Por último podemos ver “Ostende Hotel”, otra reminiscencia a la etapa hippie de Solari en la costa argentina. El viejo Hotel Ostende es el mismo donde estuvo Adolfo Bioy Casares, Silvina Ocampo y hasta el mismísimo Saint Exupéry -creador del Principito-. En las ilustraciones de Serafin hay una bella rubia que “suelta el pelo y se la ve reinar allí en el mar del viejo Hotel Ostende”.

Ni el Indio ni Serafin se olvidaron de sus fanáticos. Ahí están ellos ilustrados, portando los “trapos”, también haciendo el pogo más grande del universo, e incluso, como si el libro se tratara de un show visual, en una de las últimas páginas se puede ver a los ricoteros yéndose de un recital, abrazados, sonrientes y felices como en cada Misa.

El libro termina con una frase que pronunció el Indio Solari el 13/11/2005 durante un recital en el Estadio Único de La Plata: “Hemos pasado, al menos yo, un par de noches inolvidables, les agradezco la fidelidad, el reconocimiento y el cariño, gracias, gracias”.



Pablo Guillermo Serafín es dibujante, ilustrador e historietista. Realizó los dibujos de los libros Reparador de sueños (Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 2012) y de Escenas del delito americano (Sudamericana, Buenos Aires, 2017). Actualmente vive y trabaja en General Roca, Río Negro.