Por Kranear
El sábado 4 de junio a las 14 horas, en la Universidad Nacional de Quilmes, se realizará el primer plenario de pensamiento nacional-popular "Horacio González", convocado por un grupo de intelectuales, artistas, y comunicadores, firmantes de la carta “Unidad del campo popular: moderación o pueblo” que se publicó hace dos meses.
Kranear mantuvo un diálogo con Flavio Rapisardi, investigador y docente de la Universidad Nacional de La Plata, escritor e integrante de este colectivo, acerca de los planteos y las miradas que circulan respecto de la coyuntura política y económica que atraviesa nuestro país, y de las diferencias internas que existen entre los espacios políticos del Frente de Todos.
“Para nosotres, donde hay una necesidad hay un derecho, y no podemos seguir mostrando como logros el crecimiento de la macroeconomía mientras la inflación empuja a más y más compatriotas a la miseria”, plantea uno de los integrantes del colectivo que con mucha firmeza, en sintonía con el discurso público del socio mayoritario del Frente de Todos (FdT) le viene reclamando al Poder Ejecutivo que se plante y dé todas las batallas que hagan falta para redistribuir la riqueza que trae aparejado el crecimiento de la macroeconomía, fortalecer la soberanía nacional, retomar la agenda de democratización de las comunicaciones e ir a fondo con la reforma del Poder Judicial, entre otras iniciativas.
¿Cómo podrías catalogar al grupo de compañerxs que se vienen reuniendo y que organizó este plenario de pensamiento nacional-popular?
Este encuentro surge como resultado de la carta “Unidad del campo popular: moderación o pueblo” que escribimos y firmamos varies compañeres intelectuales, artistas, periodistas y comunicadores porque creemos que el contexto político actual requiere voluntad y valentía. Pensamos que ante la crítica situación social, económica y cultural que vive nuestro país, resultado de cuatro años de arrase neoliberal y luego la pandemia, sumado a un acuerdo con el FMI que implica ajuste y una política económica que no redistribuye, es necesario reorganizar el bloque nacional y popular, así como impulsar políticas que, además de alinear precios, salarios y jubilaciones, vuelva a retomar las iniciativas desarticuladas por el neoliberalismo en el año 2015: la democratización de las comunicaciones, el desarrollo económico con inclusión social digna y una política exterior independiente. Como argentinos y argentinas que trabajamos en el ámbito de la cultura, la ciencia, la educación y la investigación no vamos ni podemos ser ajenxs a las decisiones políticas que se están tomando: señalando lo que no está bien e imaginando y trabajando por los cambios que se requieren.
¿Cómo surge este colectivo? ¿Con qué ideas se nuclearon?
El colectivo es muy heterogéneo y surgió a partir de diálogos informales en espacios de la cultura, la educación y la política frente a la carta “La unidad del campo popular en tiempos difíciles” que circuló firmado por otros y otras compañeras con quienes no estamos de acuerdo en muchas consideraciones que allí se hacen. Con quienes firmaron este documento nos une una historia de luchas compartidas, como así también ideales y hasta espacios de pertenencia. Pero no estamos de acuerdo con el discurso “posibilista” ni coincidimos en el diagnóstico que realizan sobre lo actuado por el gobierno de Alberto Fernández. Pensamos que el gobierno nacional debe tener la valentía de dar las batallas necesarias que son parte de nuestra propuesta electoral: la redistribución de la riqueza, la construcción de políticas soberanas, la democratización de las comunicaciones, la reforma urgente del Poder Judicial, entre otras políticas de ampliación de derechos. Contrariamente a lo que piensa el “supremo” Carlos Rosenkrantz, para nosotres “donde hay una necesidad hay un derecho”, y no podemos seguir mostrando como logros el crecimiento de la macroeconomía mientras la inflación empuja a más y más compatriotas a la miseria; no podemos seguir de brazos cruzados mientras el Lawfare está intacto y no se activan políticas para desarticular esa aberración; no podemos ni queremos que oligopolios de medios de comunicación sigan concentrando poder con un discurso único que es el de la derecha neoliberal, y porque queremos un política internacional soberana y no ser patio ni delantero ni trasero de los EEUU.
La convocatoria ya circula por el WhatsApp y las redes sociales.
¿Cuál evalúan que fue la reacción del primer documento que difundieron?
Personalmente creo que, en primer lugar, puso blanco sobre negro. También forma parte de un sano debate de cara a la sociedad. Contrariamente al modo en que la derecha de Cambiemos y los “liberotarios” arreglan sus cuitas entre bambalinas, nosotros y nosotras damos cuenta de que el FdT es un espacio diverso y que tiene que tener la capacidad de producir debates que deberían ser luego institucionalizados como se hizo en la provincia de Buenos Aires o en Chaco, donde se conformaron mesas colegiadas de discusión y gestión entre las fuerzas políticas del FdT.
Pienso que nuestro documento puso luz sobre aquellos y aquellas que creen que llegaron al gobierno por su solo mérito y no asumen que tienen que dar cuenta de sus acciones a una coalición que mayoritariamente levanta las banderas de las políticas del peronismo de Néstor y Cristina que se concretaron en las transformaciones de la década ganada.
¿Cuál es el principal objetivo del plenario?
¡Son muchos, no uno! Pero entre los muchos, el principal es volver a encontrarnos, volver a activar un espacio que se multiplique en muchos otros. La elección de la figura de Horacio González no es casual. Él fue uno de los artífices del grupo “Carta abierta”, esa construcción donde confluyeron muchos y muchas que desde el campo cultural y científico funcionaron como una verdadera usina de orientaciones, ideas y debates, creando un ambiente propicio para políticas públicas de avanzada. Y este es nuestro objetivo: movilizar, debatir, desencadenar organización popular y acciones políticas. En nuestras reuniones no fueron pocas las veces que se recordó que lo primero que hizo públicamente Néstor Kirchner luego de ser derrotado en elecciones de medio término fue ir a una reunión de ese espacio y debatir allí. Nuestra idea es que este plenario sea el primero de otros que haremos bajo otros nombres como Nicolás Casullo, Alcira Argumedo, entre otros/as.
¿Cómo está planteada la organización del plenario?
Va a ser un plenario con micrófono abierto en la Universidad Nacional de Quilmes. Se hará una lista de oradores/as, daremos un tiempo para lograr la mayor cantidad de intervenciones, y propondremos nuevos encuentros para continuar el diálogo que con este evento estamos reabriendo, poniéndolo en valor y proyectando a futuro.
¿Quiénes se espera que asistan?
Es un espacio abierto a intelectuales, artistas, comunicadores, científicos, periodistas, investigadores/as, trabjadores/as de la cultura, entre otros y otras, siempre con un criterio federal que iremos concretando en futuros encuentros.
El sábado 4 de junio a las 14 horas, en la Universidad Nacional de Quilmes, se realizará el primer plenario de pensamiento nacional-popular "Horacio González", convocado por un grupo de intelectuales, artistas, y comunicadores, firmantes de la carta “Unidad del campo popular: moderación o pueblo” que se publicó hace dos meses.
Kranear mantuvo un diálogo con Flavio Rapisardi, investigador y docente de la Universidad Nacional de La Plata, escritor e integrante de este colectivo, acerca de los planteos y las miradas que circulan respecto de la coyuntura política y económica que atraviesa nuestro país, y de las diferencias internas que existen entre los espacios políticos del Frente de Todos.
“Para nosotres, donde hay una necesidad hay un derecho, y no podemos seguir mostrando como logros el crecimiento de la macroeconomía mientras la inflación empuja a más y más compatriotas a la miseria”, plantea uno de los integrantes del colectivo que con mucha firmeza, en sintonía con el discurso público del socio mayoritario del Frente de Todos (FdT) le viene reclamando al Poder Ejecutivo que se plante y dé todas las batallas que hagan falta para redistribuir la riqueza que trae aparejado el crecimiento de la macroeconomía, fortalecer la soberanía nacional, retomar la agenda de democratización de las comunicaciones e ir a fondo con la reforma del Poder Judicial, entre otras iniciativas.
¿Cómo podrías catalogar al grupo de compañerxs que se vienen reuniendo y que organizó este plenario de pensamiento nacional-popular?
Este encuentro surge como resultado de la carta “Unidad del campo popular: moderación o pueblo” que escribimos y firmamos varies compañeres intelectuales, artistas, periodistas y comunicadores porque creemos que el contexto político actual requiere voluntad y valentía. Pensamos que ante la crítica situación social, económica y cultural que vive nuestro país, resultado de cuatro años de arrase neoliberal y luego la pandemia, sumado a un acuerdo con el FMI que implica ajuste y una política económica que no redistribuye, es necesario reorganizar el bloque nacional y popular, así como impulsar políticas que, además de alinear precios, salarios y jubilaciones, vuelva a retomar las iniciativas desarticuladas por el neoliberalismo en el año 2015: la democratización de las comunicaciones, el desarrollo económico con inclusión social digna y una política exterior independiente. Como argentinos y argentinas que trabajamos en el ámbito de la cultura, la ciencia, la educación y la investigación no vamos ni podemos ser ajenxs a las decisiones políticas que se están tomando: señalando lo que no está bien e imaginando y trabajando por los cambios que se requieren.
¿Cómo surge este colectivo? ¿Con qué ideas se nuclearon?
El colectivo es muy heterogéneo y surgió a partir de diálogos informales en espacios de la cultura, la educación y la política frente a la carta “La unidad del campo popular en tiempos difíciles” que circuló firmado por otros y otras compañeras con quienes no estamos de acuerdo en muchas consideraciones que allí se hacen. Con quienes firmaron este documento nos une una historia de luchas compartidas, como así también ideales y hasta espacios de pertenencia. Pero no estamos de acuerdo con el discurso “posibilista” ni coincidimos en el diagnóstico que realizan sobre lo actuado por el gobierno de Alberto Fernández. Pensamos que el gobierno nacional debe tener la valentía de dar las batallas necesarias que son parte de nuestra propuesta electoral: la redistribución de la riqueza, la construcción de políticas soberanas, la democratización de las comunicaciones, la reforma urgente del Poder Judicial, entre otras políticas de ampliación de derechos. Contrariamente a lo que piensa el “supremo” Carlos Rosenkrantz, para nosotres “donde hay una necesidad hay un derecho”, y no podemos seguir mostrando como logros el crecimiento de la macroeconomía mientras la inflación empuja a más y más compatriotas a la miseria; no podemos seguir de brazos cruzados mientras el Lawfare está intacto y no se activan políticas para desarticular esa aberración; no podemos ni queremos que oligopolios de medios de comunicación sigan concentrando poder con un discurso único que es el de la derecha neoliberal, y porque queremos un política internacional soberana y no ser patio ni delantero ni trasero de los EEUU.
La convocatoria ya circula por el WhatsApp y las redes sociales.
¿Cuál evalúan que fue la reacción del primer documento que difundieron?
Personalmente creo que, en primer lugar, puso blanco sobre negro. También forma parte de un sano debate de cara a la sociedad. Contrariamente al modo en que la derecha de Cambiemos y los “liberotarios” arreglan sus cuitas entre bambalinas, nosotros y nosotras damos cuenta de que el FdT es un espacio diverso y que tiene que tener la capacidad de producir debates que deberían ser luego institucionalizados como se hizo en la provincia de Buenos Aires o en Chaco, donde se conformaron mesas colegiadas de discusión y gestión entre las fuerzas políticas del FdT.
Pienso que nuestro documento puso luz sobre aquellos y aquellas que creen que llegaron al gobierno por su solo mérito y no asumen que tienen que dar cuenta de sus acciones a una coalición que mayoritariamente levanta las banderas de las políticas del peronismo de Néstor y Cristina que se concretaron en las transformaciones de la década ganada.
¿Cuál es el principal objetivo del plenario?
¡Son muchos, no uno! Pero entre los muchos, el principal es volver a encontrarnos, volver a activar un espacio que se multiplique en muchos otros. La elección de la figura de Horacio González no es casual. Él fue uno de los artífices del grupo “Carta abierta”, esa construcción donde confluyeron muchos y muchas que desde el campo cultural y científico funcionaron como una verdadera usina de orientaciones, ideas y debates, creando un ambiente propicio para políticas públicas de avanzada. Y este es nuestro objetivo: movilizar, debatir, desencadenar organización popular y acciones políticas. En nuestras reuniones no fueron pocas las veces que se recordó que lo primero que hizo públicamente Néstor Kirchner luego de ser derrotado en elecciones de medio término fue ir a una reunión de ese espacio y debatir allí. Nuestra idea es que este plenario sea el primero de otros que haremos bajo otros nombres como Nicolás Casullo, Alcira Argumedo, entre otros/as.
¿Cómo está planteada la organización del plenario?
Va a ser un plenario con micrófono abierto en la Universidad Nacional de Quilmes. Se hará una lista de oradores/as, daremos un tiempo para lograr la mayor cantidad de intervenciones, y propondremos nuevos encuentros para continuar el diálogo que con este evento estamos reabriendo, poniéndolo en valor y proyectando a futuro.
¿Quiénes se espera que asistan?
Es un espacio abierto a intelectuales, artistas, comunicadores, científicos, periodistas, investigadores/as, trabjadores/as de la cultura, entre otros y otras, siempre con un criterio federal que iremos concretando en futuros encuentros.