En el tranquilo barrio de Coghlan, a pocas cuadras del límite con Saavedra, se encuentra El Tábano, un típico club de barrio con buffet, devenido en bodegón, que se caracteriza por ser un clásico de la zona famoso por sus milanesas y sus platos abundantes.

El Tábano, fundado en 1930, es un espacio cargado de identidad barrial, que combina la pasión por el fútbol, el tango y el bullicio tradicional de un espacio que todos los días está lleno de familias y amigos, incluso en días de semana.

Su historia está muy ligada a la cultura tanguera. El “Polaco” Roberto Goyeneche era habitué de El Tábano y de sus milongas, y hasta conoció a su esposa Luisa en pleno fervor tanguero, allá por la década del 40. En aquel momento, el Club estaba ubicado en las calles Melián e Iberá, pleno Saavedra, y esa primera sede se mantuvo hasta el año 1972.

El Tábano queda en Rómulo Naón 3029, CABA.

Platense, el cuadro del que El Polaco era fanático, también atraviesa la historia de El Tábano, incluso algunos integrantes de la Comisión Directiva fueron jugadores del “Calamar”. En 2025 el campeonato histórico que logró el tradicional club de Saavedra, se vivió a pura emoción con hinchas de todas las generaciones desde sus mesas con manteles cuadrillé.

Las paredes de este club social y deportivo tienen historia: banderines de todos los clubes de fútbol, fotos de la selección campeona en 2022, e imágenes de Maradona, se mezclan con fotografías e ilustraciones con la cara de El Polaco Goyeneche. Objetos vintage que bordean lo bizarro, carteles de antaño y hasta fotos de famosos que pasaron por el club o que son habitués, como Catriel, Juanchi Baleirón (Los Pericos) y la periodista Luciana Geuna.  

Pero El Tábano no sólo se caracteriza por la enorme identidad cultural que representa en el barrio sino también porque, como buen bodegón tradicional, se come abundante y a buenos precios. Hace unos 7 años “Normita” Norma Ruiz Orrego, que venía de haber trabajado 22 años en el buffet del club Sunderland de Villa Urquiza, tomó la posta de la cocina y la popularidad del club extendió las fronteras de la comuna 12.

El fútbol, pasión popular, presente en la decoración del salón.

Entre sus platos más reconocidos se encuentra la milanesa “Cambalache” (antes conocida con Súper Tábano), que viene con huevos fritos a caballo y papas fritas, ¡con la que comen entre 5 y 6 personas! Para entrar en clima las empanadas caseras fritas o al horno dan la bienvenida a una comida que promete disfrute. Para tomar se pueden pedir gaseosas grandes, vino de la casa en pingüino, vermut y soda de sifón.

Además de Normita, la jefa de cocina de El Tábano Buffet, la mayoría de las mozas son mujeres y entre el personal que trabaja en la cocina también sobresale la presencia femenina.

Cada noche en El Tábano es un sinfín de bandejas cargadas que van y vienen, mesas largas con familias enteras, grupos de amigos, y una calidez que se siente en el ambiente. Todos se saludan, cruzan abrazos y hasta festejan cumpleaños. El lugar tiene la costumbre de apagar las luces y de invitar a todos a cantar con el nombre del cumpleañero o la cumpleañera. Un verdadero festejo popular.

La milonga sigue presente en el club, que mantiene su impronta tanguera. El segundo sábado de cada mes se corren las mesas para darle lugar al tango y tirarse unos prohibidos. Música en vivo, clase y momento de baile para ir en pareja o conocer a nuevos compañeros de firuletes, cortes y quebradas.

El Diego, siempre presente.

Como todo bodegón que se precie de tal, comer en El Tábano es accesible al bolsillo y muy rendidor. No faltan los paquetes con sobras que muchos comensales deciden llevarse a su casa para seguir con el festín al día siguiente. La experiencia es completa: comida rica abundante y casera, estímulo visual, un poco de nostalgia, bullicio del bueno y sobre todo, calidez. Un espacio barrial que vale la pena conocer.