El talentoso Rodrigo Cárdenas, de vasta trayectoria, dirigió, entre otras piezas de notable éxito, 'Los días más felices' y ' Mujeres en sesión'. También trabajó como actor en “Todo eso fuiste” y en el unipersonal “El caso RC”, de permanencia en cartelera durante más de veinte años. Guionista de “Afectos especiales” en la TV Pública, alternó trabajos en cine. Su más reciente puesta es “Uratau: Más allá del río”, estrenada el pasado 5 de abril en Teatro La Máscara.
Revista Kranear conversó con el prolífico autor y director teatral acerca de los sentidos metafóricos y sociales que se desprenden de una obra que plantea dilemas de índole ética. Artista involucrado e inmerso en una realidad impiadosa, se pronuncia al respecto del duro presente atraviesa al sector de la cultura.
¿Qué significado tiene en tu nueva obra la metáfora del urutaú?
El urutaú es un ave nocturna del litoral, y en la Argentina quedan pocos ejemplares de la especie debido a la tala del bosque chaqueño-santafecino. Por sus costumbres, se mimetiza con los troncos de los árboles y de los postes de alambrados, actitudes que muchos ciudadanos tuvieron que asumir en los años de los ‘70. En síntesis, es una metáfora de los cuerpos durante esos años. Significa la quietud, el esconderse, el pasar desapercibido para no ser visto.
“Urutau. Más Allá del Río” plantea un problema ético: ‘¿es posible la salvación individual, o sólo es posible la salvación colectiva?’ ¿Qué tenés para decirnos al respecto?
Es posible la salvación colectiva, aunque sea guiada de un modo vertical. En la obra hay un personaje que asume el rol del líder; pero, a su vez, el de buscador de la verdad, es la heroína. En esta heroína se sintetizan los anhelos de la juventud de la época. Sus ideales, la necesidad de la construcción colectiva que se vivió a partir de los ‘80 con el advenimiento de la democracia. Este es el planteo principal de la obra, el contrapunto entre salvarse solo o salvarse entre todos. Los personajes lo manifiestan explícitamente y se debaten entre la desesperanza y la necesidad maravillosa de buscar otros modos de seguir viviendo. Planteo lo maravilloso en términos de la muerte de lo viejo para dar paso a la vida.
¿De qué modo se visibiliza la puesta a prueba de los sistemas de ideas y creencias de cada personaje, así como las formas de conectar entre ellos?
De un modo entrelazado, donde todo convive con todo…en espacio y tiempo…aunque distantes y con formas y objetivos diferentes: sufren juntos el temporal y la inundación. Sufren juntos el país. El dilema entre salvarse a sí mismo y salvar a otros, saber sobre lo que pasa o hacer de cuenta que nada pasa, quedarse quietos o ir en búsqueda de una solución. En la resolución de estos dilemas es donde se ponen a prueba los sistemas de creencias y los valores de cada personaje. Hoy podríamos decir lo individual versus lo colectivo.
El elenco de Río está integrado por César Amarilla, Antonela Nanni, Guillermo Perini y Miriam Eva Rellán
¿Qué rol cumplen la literatura y la música en medio de la gran tormenta?
La literatura y la música son un bálsamo, un respiro ante tanta incertidumbre. Mario y Paco son los personajes más interesados por la literatura y la música, y sendos intereses los une y vincula. En la literatura encuentran un modo de comunicarse; de alguna forma los resguarda de las amenazas del contexto. Como en la vida misma, el arte siempre de alguna forma salva.
¿Qué opinión te merece la coyuntura actual que nos toca enfrentar como sociedad?
La coyuntura actual es avasallante, destructiva, e intenta que pasemos a un modelo de esclavitud…y, además, de una manera altamente sanguinaria y cruel. En lo personal, no solo me ha llevado a un forzoso achique en cuanto a lo económico, sino que además hay algunos puntos que calan hondo y angustian. Por ejemplo, el negacionismo sobre el genocidio y el intento de cambiar la mirada de la gente en cuanto a memoria, verdad y justicia.
¿Cómo te afecta en lo personal y que reflexión podés dejarnos respecto al impacto sufrido en el teatro independiente, en particular, y, en general, a nuestra cultura?
El arte es la forma que elegimos muchos de estar en el mundo, y en mi caso el teatro independiente, la actuación, la dirección. El artista inmerso en esta impiadosa realidad, se torna aún más sensible, y es contradictorio a su naturaleza la mercantilización de su oficio.
En tu trayectoria te has desempeñado como actor, autor y director. ¿Cuál es la lección más fundamental que recibiste en tus años de formación teatral?
Entender que el teatro es un fenómeno grupal y que esa es la única garantía para el amor y la efectividad de nuestro teatro, mucho más allá del éxito o no.
¿Qué significa para vos el teatro?
El teatro significa un espacio para encontrarnos y que a su vez es sanador y despierta inquietudes, pareceres. Es una invitación a pensar nuestro universo, nuestro mundo, nuestro país, nuestra casa, nuestro ser.
¿A qué vamos al teatro?
Creo que el teatro es el lugar donde vamos a jugar a... “dale que...”. Y todos ahí acordamos que “sí, dale...”. Sabemos que por un instante nos inventamos un mundo, y vivimos lo que allí pasa como si fuera la realidad. Es el momento de la creación colectiva, la obra que se pensó se vive en el aquí y ahora como el truco del mago, todos estamos convencidos que la paloma realmente estaba en la galera. Cuando eso pasa lo disfrutamos.
¿Sos buen espectador de teatro?
Soy un buen espectador y me parece absolutamente necesario que veamos teatro…para entender como mira el mundo a “ese otro u otros”.
¿Una obra que nos recomiendes?
“Salvajada” (NdR: Dramaturgia de Mauricio Kartun y Dirección de Luis Rivera López, estrenada en el Teatro Cervantes en 2023, actualmente en cartelera en el Teatro Metropolitan). No tiene desperdicio. Desde la escenografía, la puesta, las actuaciones. Una muestra de la excelencia en la producción colectiva.
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Urutaú. Más allá del río, se puede ver en el Teatro La Mascara. Aparte, Rodrigo dirige la obra El acompañamiento, en cartel en el Teatro El Piccolino; La noche de las tribadas, en el Muy Teatro; y Los Días Más Felices (obra que dirige y en la que actúa), en el Espacio Cultural La Fragua. Por último, es autor de la obra Deviniendo Tato, en cartel en el Teatro Payró.