En esta historia del último siglo y lo que va del actual, hay apellidos ligados tanto al poderío y la riqueza mal habida como al despojo y a la pobreza estructural de nuestro pueblo y nuestra patria.
“La Compañía Explotadora de Baker que abandonó por meses a más de 200 obreros, tuvo entre sus accionistas al terrateniente Mauricio Braun, ilustre apellido del patriciado argentino que amasó fortunas y tierras en los confines de la Patria, a sable y fuego; sangrienta distribución de la riqueza para la que no dudó en sembrar la estepa con miles de muertos de pueblos originarios, en fusilar peones rurales, como inmortalizó Osvaldo Bayer en La Patagonia Rebelde” (La Isla de los Muertos. Gustavo Cirelli. “Tiempo Argentino”, 26-3-2017).
Entre los Braun y los Menéndez llegaron a tener 1.376.160 hectáreas y 1.250.000 lanares que producían 5 millones de kilos de lana, 700.000 de cuero y 2.500.000 de carne.
Se los acusa a José Menéndez y Mauricio Braun de “participar activamente en el genocidio de los selk-nam, pueblo originario de Tierra del Fuego cuando contrataron en sus numerosas estancias dedicadas a la cría de ovejas a capataces escoceses que se especializaban en asesinar indígenas. El más famoso fue Mc Lennan, apodado ‘El Chancho Colorado’. Esto fue denunciado por la antropóloga estadounidense Anne Chapman y recientemente comprobado por una comisión oficial de Chile” (José Luis Torres. Otros Pingüinos, los Braun Menéndez. “Memorias del Sur”. Agosto 2016).
Cuando su nieto se murió, el diario oligárquico “La Nación” no ahorró elogios sobre su persona: “Emprendedor, dinámico. Guiado por una fuerte vocación de progreso y una acendrada buena fe, Armando Braun, abogado y empresario fallecido en esta ciudad, fue una personalidad saliente en la economía y en la sociedad”. (Obituario del 12/8/2004).
Currículum de un cipayo consumado, leyendo la nota de marras pude saber que, entre otras actividades, fue vicepresidente del Centro de Estudios sobre la Libertad que encabezaba Alberto Benegas Lynch, propiciando el pensamiento liberal y que trajo al país a Ludwig von Myses, Friedrich von Hayek y Wilhelm Röpke entre otros intelectuales de la entrega. Y que entre 1980 y 2000 presidió el Instituto de Cultura Argentina Norteamericana ICANA).
Los y las Braun en un cuadro de época.
Lo que no dice la necrológica antes citada es que, en esta tercera generación, Armando Braun Menéndez (es conveniente recordar su segundo apellido) fue un furibundo anticomunista y apoyó diversas dictaduras sangrientas, como la de Videla en Argentina y la de Pinochet en Chile. El astillero ASTARSA con varios Braun Menéndez en el directorio, fue paradigma y símbolo de la represión a la clase trabajadora entre 1975 y 1983 con su secuela de secuestros y asesinatos. Y no sólo eso: Armando Braun Menéndez fue nombrado como testigo por la defensa de Jorge Rafael Videla en 1984.
Para demostrar que ellos siempre tienen “la sartén por el mango… y el mango también”, en el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) se posicionaron en puestos claves tres exponentes del grupo familiar: Marcos Peña Braun (jefe de gabinete), Miguel Braun (secretario de comercio) y Federico Braun (subdirector de la administración nacional de la seguridad social-ANSES).
Y ahora, Sebastián Braun Saint, heredero de la familia y empresario hotelero, entre agosto y septiembre de 2023, aportó 30 millones de pesos a las finanzas de La Libertad Avanza de Javier Milei. (El que venía a combatir a “la casta”).
Pero ante tanta historia nauseabunda con nombres propios, hubo un Braun en esas familias tan comerciales (de negocios y timbas financieras) como oligárquicas, que sacó los pies del plato. Oscar Braun nació el 10 de mayo de 1939 en Buenos Aires. Seeber era su apellido materno.
Su familia era propietaria de acciones del Banco de Galicia y Buenos Aires, vinculada a los Menéndez Behety, dueños de media Patagonia.
Los y las Braun, dueños de la Patagonia que tan bien retrató Osvaldo Bayer.
Pero él siguió otro camino, el del compromiso con su Pueblo.
Primero militó en el Peronismo de Base (PB) y en las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP). Luego, ya economista, estuvo ligado al peronismo revolucionario y montonero.
Titular de la cátedra de Economía Internacional en la Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires (UNPBA) en 1973 durante el rectorado del profesor Rodolfo Puiggrós.
A través de un documento económico de obligada lectura para la época, alerta de que el “Pacto Social” que lleva a cabo el tercer gobierno peronista, por razones que explica detalladamente, terminará “unánimemente repudiado por la clase obrera y el pueblo”.
Producido el golpe militar del ’76 se exilió en Bélgica donde dirigió un Instituto de Investigaciones Sociales en La Haya. Desde allá fue el responsable político del Peronismo en la Resistencia.
Falleció en el exilio, en un accidente automovilístico, el 9 de enero de 1981, y fue enterrado por sus compañeros, envuelto en la bandera nacional.
Entre tanto apellido maldito, hubo uno que jugó para el lado de los buenos.