Por Kranear

Se trata de la plataforma social de mayor virulencia, chicanas y manejo de la ironía, donde políticos, periodistas, operadores de todo pelaje, artistas y millones de mortales no solo buscan información, tendencias -hasta la irrupción de Instagram, también levante-, sino también, y en especial, adrenalina, el minuto a minuto, y una buena dosis de violencia discursiva. En esta sección, invitamos a hablar a los que saben, a los que están ahí adentro, con las patas en el barro, una buena parte de su día.



Matías Colombatti nació y creció en La Pampa pero vive y trabaja en la CABA desde 2007. Se recibió de periodista en el Instituto Grafotécnico y si se revisa su recorrido se notará que tiene pasión por la radio. Pasó por Radio América, Rock & Pop, Nacional Rock, Futurock, Radio Berlín, Radio Continental y FM La Patriada.

Hoy su lugar de trabajo es El Destape. Integra el equipo que realiza el
programa Patrulla Perdida, a las 13 horas, y conduce el programa que sigue, Maldita Suerte, a las 15. También escribe en el portal de noticias. Su agenda de temas pasa por la cuestión social, las organizaciones populares, los trabajadores desocupados y la violencia institucional. Es futbolero, hincha de Racing, y en sus redes se lo puede ver en cortos, dentro de la cancha. Abrió su cuenta de Twitter en 2010, tiene más de 30 mil seguidores y casi a diario mete un tuit con alta repercusión. Es el cuarto entrevistado de la sección Barro Twittero.

¿Qué es Twitter para vos y a qué se juega ahí adentro?
Es la lectura más intensa, urgente y microclimática de todo lo que pasa. Es la reacción en vivo de los hechos. Ahí se juega menos de lo que creemos, pero nos divierte. Creo que es un error tomarse demasiado en serio lo que pasa en Twitter, pero a veces sirve como termómetro de algunos temas.

¿Cuándo te das cuenta que el tuit será viral?
Cuando tiene algún error de ortografía.

¿Promedio de tuits por día?
Dos o tres, como mucho, creo que es un promedio bajo. Cuando hay algún evento de esos que “estallan las redes sociales”, seguro que tiro algunos más.

¿Sufriste alguna adicción similar al Twitter?
Al celular.

Una mini guía de buenas prácticas para un amigo/a.
Abro hilo. No te lo tomes tan en serio. Cierro hilo.

Historias (Fleet) en Twitter, sí o no, y por qué.
No, para eso ya están las stories de Instagram. El fleet de Twitter tiene una estética horrible y limitada. No los miro y las únicas veces que usé el fleet fue para replicar ahí alguna nota que escribí o de la radio, puro autobombo, como quien sale a repartir folletos en una avenida.

Hilos memorables.
Seguramente alguno sobre el Diego.

¿El tuit ideal?
El que me hace estallar de risa o el que resulta eficaz para desacomodar algún relato.

¿Se interactúa o no con los trolls?
No, de ninguna manera, no pierdo un segundo del día en eso, y tengo todos los filtros posibles de Twitter para no recibir menciones de trolls. Don't feed the troll, dicen.

¿Preferís muchos seguidores que interactúan poco o no tantos pero que se muestren activos, que participen?
Leo a muchos pero interactúo poco, y con poca gente, casi siempre las mismas cuentas. Incluso prefiero ir a interactuar a WhatsApp sobre lo que pasa en Twitter, creo que esa es más la dinámica de ahora. Los mejores comentarios sobre Twitter ya están fuera de Twitter. Por lo tanto, ¡prefiero seguidores activos pero en otro lado!

La lógica de chicana permanente de la red es una invocación a que se nos suelte la cadena ¿Te pasa seguido? ¿Bloqueás cuentas?
Antes me pasaba muy seguido pero cuando todavía Twitter no era esta cloaca de odio de verdad y literalidad extrema. Cuando empezó a ponerse así, aflojé. Un par de veces noté que en la vida real me quedaba engranado por algún cruce en Twitter, y ahí dejé de consumir.

¿Crees que la plataforma tiene alguna utilidad social?
Puede tenerla cuando suma difusión en la búsqueda de personas, en cadenas solidarias de gente que busca y consigue laburo, campañas de donaciones. Y tal vez alguna utilidad social cuando logra romper con los blindajes, mentiras y manipulaciones. Las imágenes y los testimonios de una represión policial, por ejemplo, suelen encontrarse más rápidamente y sin censura en Twitter. A veces logra aportar elementos novedosos y valiosos a la discusión pública.

¿Twitter hace negocio con la polarización?
Sin dudas, como la política y las empresas de medios. Siempre hay alguien haciendo un negocio.

¿Qué te pareció la decisión de la corporación de bloquearle la cuenta a Trump luego de su llamado a tomar el Capitolio, en Washington, en enero del 2021?
Una payasada y una sobreactuación peligrosa. Y un recordatorio de que gran parte del debate público hoy está en manos de empresas privadas, de grandes corporaciones mundiales que tienen cada vez más poder justamente por esa capacidad de intervenir y decidir qué se puede decir y qué no, y además quiénes pueden y quiénes no. Al punto de, por ejemplo, bloquear al presidente de la principal potencia mundial.

¿Dos de tus cuentas preferidas sobre periodismo, comunicación popular?
No podría mencionar dos, pero mis preferidas son las que comparten recortes de videos de la tevé o audios de radio, me parece útiles. Después, a los medios y periodistas que leo o escucho, los sigo por fuera de Twitter.

¿Algo para agregar?
No nos creamos tan importantes.