Por Juan Martín Grigera
En unos días se cumplirán 72 años de su desaparición física, pero su figura sigue siendo motivo de devoción, de odio y porque no de polémica. María Eva Duarte de Perón vivió intensamente los 33 años que le tocaron en suerte, una intensidad que no era habitual para las mujeres de la época, pero el interrogante que surge de unos años a esta parte es si se la podía considerar feminista. Quizás esta duda comprenda una más grande: la discusión sobre si son compatibles el feminismo con un movimiento político como el Peronismo.
De un lado de la biblioteca, aquellos que cuestionan, “como va a ser feminista si fue sumisa a un hombre (Perón)?, del mismo lado quienes repiten hasta el cansancio que Evita consideraba el aborto como “un capricho gorila y burgués: compañeras, cada aborto que ustedes permiten es un servicio a los poderes coloniales que quieren debilitar la revolución, cada hijo del pueblo que no nace es un hombre menos en la defensa de la Patria y de (Juan Domingo) Perón”. (1)
En ese mismo camino se encuentran quienes plantean que no tiene sentido polemizar sobre el tema, si es la misma figura quien resolvió la duda: “Confieso que el día que me vi ante la posibilidad del camino 'feminista' me dio un poco de miedo. ¿Qué podía hacer yo, humilde mujer del pueblo, allí donde otras mujeres, más preparadas que yo, habían fracasado rotundamente? ¿Caer en el ridículo? ¿Integrar el núcleo de mujeres resentidas con la mujer y con el hombre, como ha ocurrido con innumerables líderes feministas? Ni era soltera entrada en años, ni era tan fea por otra parte como para ocupar un puesto así... que, por lo general, en el mundo, desde las feministas inglesas hasta aquí, pertenece, casi con exclusivo derecho, a las mujeres de ese tipo... mujeres cuya primera vocación debió ser indudablemente la de hombres”. (2)
Ciertamente, en la Tercera Parte de su obra “La Razón de mi Vida”, titulada “Las mujeres y mi misión”, pareciera quedar más que claro que es la propia Evita la que no sólo cuestiona fuertemente el feminismo, sino que caracteriza la función de la mujer en la sociedad de una manera que lejos está de poder considerarse feminista.
En el medio de esta discusión, aparece la sanción de la Ley 13.010 de 1947 que consagra en la República Argentina el voto femenino (en realidad un conjunto de derechos políticos mucho más amplio que el sufragio), donde la figura de Eva fue trascendental desde su formulación, hasta la implacable presión que ejerciera sobre los diputados peronistas para obtener su aprobación.
“Aquí está, hermanas mías, resumida en la letra apretada de pocos artículos una larga historia de lucha, tropiezos y esperanzas.” (3) gritaba a viva voz, al presentar la Ley ante una Plaza colmada, reivindicando una lucha histórica, más allá de la distancia lógica con los sectores sufragistas contrarios a Perón (4).
La participación la mujer en la vida política Argentina tuvo un impacto de proporciones mayúsculas, a tal punto que los votos del Partido Peronista Femenino, que fue en alianza con el Partido Peronista con la fórmula Perón Quijano, superaron en cantidad a los votos de la fórmula de la UCR que saliera en segundo lugar en la elección presidencial de 1951, además de obtener 23 diputadas nacionales, 6 senadoras y 3 delegadas en Territorios Nacionales.
La lucha de Evita no se limitó a la obtención de los derechos políticos para las mujeres, sino que se encargó de darle una estructura organizacional para motorizar la efectiva ejecución de esos derechos. Para ello entendió fundamental la creación del Partido Peronista Femenino, en el que en su Primera Asamblea Nacional dijera: “(…) así como los obreros sólo pudieron salvarse por sí mismos y así como siempre he dicho, repitiéndolo a Perón, que ‘solamente los humildes salvarán a los humildes’, también pienso que únicamente las mujeres serán la salvación de las mujeres. Allí está la causa de mi decisión de organizar el partido femenino fuera de la organización política de los hombres peronistas. Nos une totalmente el Líder, único e indiscutido para todos. Nos unen los grandes objetivos de la doctrina y del movimiento Peronista. Pero nos separa una sola cosa: nosotras tenemos un objetivo nuestro que es redimir a la mujer”. (5)
Pues bien, intentando ir definiendo una posición al respecto, podemos decir que si entendemos al feminismo como un movimiento político, social, académico, económico y cultural, que busca transformar relaciones sociales para lograr la igualdad de derechos entre las personas, eliminando cualquier forma de discriminación o violencia contra las mujeres, cabe pensar a la figura de Evita inmersa en esa concepción. Quizás, así como el Peronismo como doctrina política es esquivo a la conceptualización de patrones establecidos más para los países centrales (izquierda/derecha, por ejemplo), también es difícil de contener en términos comunes a distintas sociedades tal como lo analizan en su obra Manuela Hoya y Ana Laura Nuñez Rueda profundizando en el tema. (6)
El otro tópico a tener en cuenta es el de los contextos históricos, ya que negar el sentido feminista de Evita por una posición ante la interrupción voluntaria del embarazo en el año 1950, resulta como mínimo equivocado. De hecho, no podríamos soslayar que Cristina Fernández de Kirchner tenía una clara postura en contra de la IVE (7) y sin embargo “las miles y miles de chicas que se volcaron a las calles”(8) la hicieron modificar su opinión, votando a favor de la legalización.
En una excelente nota sobre los 35 años de la Ley de Divorcio en la Argentina, Bárbara Komarovsky y Florencia Franco entrevistan a la gran luchadora feminista, y abogada especialista en familia, Nelly Minyersky, quien con su conocida claridad dice: “Ser feminista es trabajar por los Derechos Humanos…” (9) y en ese sentido el primer paso dado en nuestra querida Patria fue el de los derechos políticos.
Feminismo Peronista, Peronismo Feminista, más allá de los conceptos, siempre pensando en ampliar derechos para obtener la felicidad del pueblo como marca su Doctrina.
Si Evita viviera……. seguiría siendo EVITA.
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- 1) Discurso ante enfermeras 12/10/1950
- 2) PERON, Eva. “La razón de mi vida”. CS Ediciones, 2006.
- 3) Plaza de Mayo, 23/09/1947.
- 4) VALOBRA, Adriana María. “Si Evita “viviría”, no sería feminista”. Revista Caras y Caretas. Mayo 2020
- 5) Teatro Cervantes. 26/07/1949
- 6) HOYA, Manuela y NUÑEZ RUEDA, Ana Laura. “Ni liberal, ni progresista: Evita desde el feminismo justicialista”. Cuadernos de Coyuntura, Vol. VII. 2022. Facultad de Cs. Sociales. Universidad Nacional de Córdoba.
- 7) Revista Newsweek. Reportaje a CFK. 2005
- 8) FERNANDEZ DE KIRCHNER, Cristina. Discurso en el Honorable Senado de la Nación. 9/08/2018
- 9) Revista HAROLDO. “El fin del matrimonio obligatorio” 22/06/2022.