Francisco Solano López Carrillo


(Asunción, 24 de julio de 1827 – Cerro Corá, 1 de marzo de 1870)
Fue el segundo presidente constitucional de la República del Paraguay, entre 1862 y 1870. En sus años como Presidente, siguó los pasos de su padre e impulsó a su país a la modernidad. Fabricó trenes, extendió las vías férreas y el telégrafo. Fundó escuelas, hospitales públicos y hornos de fundición (los primeros de sudamérica).

Paraguay era, en ese entonces, comparable a cualquier potencia mundial de la época. Hasta el niño más pobre recibía salud y educación pública, y el analfabetismo, entre los menores, era prácticamente nulo.
A raíz de la guerra de la Triple Infamia, Paraguay quedó diezmado poblacionalmente y postrado en lo económico para siempre. Solano López murió defendiendo el progreso de su pueblo.