Para quienes vivimos en la ciudad de Buenos Aires, son pocas las decisiones que nos asombran respecto a los manejos del Gobierno de la Ciudad, en especial cuando se trata de su falta de sensibilidad y el desprecio por lo público, aunque frente a las cámaras dicen todo lo contrario. La hipocresía es política de Estado.
Y aunque pensamos que ya nada podría sorprendernos, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, lo hizo de nuevo, al clausurar el Hospital Español, en plena pandemia. Con la excusa de una inspección a cargo de un organismo de control, que se encontró con algunas faltas, el ejecutivo porteño clausuró un hospital que atiende a más de 70 mil afiliados y afiliadas de PAMI. Personas adultas mayores que, como ya sabemos, son las más vulnerables ante este virus contra el que estamos peleando desde hace más de un año. Un hospital que para ayer martes 16/3, tenía programadas 26 cirugías, 680 turnos, 93 pacientes oncológicos y 8 pacientes para quimioterapia.
El PAMI debió montar un enorme operativo de emergencia para derivar a los y las pacientes a otros prestadores.
Durante la tarde de ayer, el equipo técnico de la dirección ejecutiva del PAMI, junto a autoridades del Hospital Español, se reunieron con representantes de la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad de Buenos Aires (AGC) para llegar a un acuerdo y levantar la clausura que el Gobierno porteño había dispuesto la noche del lunes 15/3.
En la ciudad más rica del país, con el presupuesto per cápita más alto, el porcentaje que se invierte en salud y educación baja año tras año sin parar desde que el PRO, devenido en Cambiemos, o Juntos por el Cambio, se hizo cargo del poder ejecutivo porteño. Niños y niñas sin vacantes con la promesa de escuelas que nunca se construyen, camas de hospitales que, sólo pandemia de por medio logramos recuperar, y un sistema de salud absolutamente empobrecido. Hoy mismo vuelve a marchar en reclamo de mejoras salariales una parte del personal de la salud de la Ciudad.
Hace algunos años los trabajadores y trabajadoras de la salud, acompañados por legisladores y legisladoras de la oposición, junto con una parte de la ciudadanía, peleábamos para que Larreta, al retomar un viejo sueño de Mauricio Macri, no cerrara cinco hospitales. La debacle económica causada por el entonces presidente de la Nación, el mismo Macri, hizo que esa pesadilla no se convirtiese en realidad. Con la falsa propuesta de la renovación del sistema de salud, querían juntarlos a todos en el predio del Muñiz, el hospital de referencia en enfermedades infecciosas que hoy un centro de cabecera para el COVID-19 en la Ciudad.
El achique del “gasto público” como idea recurrente del neo liberalismo, implica menos servicios para todos los porteños y porteñas, y en especial para ese veinte por ciento de la población que utiliza la salud pública. Menos presupuesto es menos camas de hospitales, menos personal, menos recursos, menos infraestructura.
Mientras Larreta se pasea por radios y canales de tevé diciendo que no se puede politizar la pandemia, y mostrando una falsa preocupación por la realidad que viven los formoseños, cierra un hospital. No hay antecedentes de una decisión de es tipo, motivada posiblemente para arremeter contra la directora ejecutiva del PAMI, Luana Volnovich, quien lo cruzó luego del maltrato que sufieron miles de personas mayores en el fallido operativo de vacunación de hace unos días, y también por haber vuelto a poner a disposición del gobierno porteño la infraestructura del PAMI para coordinar la vacunación de los y las afiliadas, que en la CABA rondan las 300 mil personas mayores.
Hace catorce ños que el PRO tienen a su cargo la gestión de la Ciudad, hace catorce años que el presupuesto de salud baja incesantemente, hace catorce años que quieren cerrar hospitales, y ayer lo hicieron.