Por Mariana Zalazar
Ayer lunes 20 de enero, miles de personas realizaron un abrazo simbólico al Hospital Laura Bonaparte, para repudiar el segundo intento de cierre de parte del gobierno de Milei, y mostrarle su apoyo a los trabajadores y trabajadoras del centro de salud.
A eso de las cinco de la tarde, los alrededores del viejo edificio de Combate de los Pozos al 2100, estaban colmados por organizaciones sociales, sindicales, políticas, universitarias, agrupaciones de jubiladxs, diputadxs nacionales y legisladores porteños, que se acercaron al hospital para acompañar a los trabajadores –la consigna del acto fue Vaciar es cerrar- y defender la salud pública.
El acto fue organizado por ATE y la Asamblea Permanente de Trabajadorxs del Hospital.
“Es la segunda vez que avanza sobre nosotros el gobierno de Milei, porque la primera, de alguna manera, logramos ganar la pulseada. Por estas horas, en los pasillos del hospital estamos hablando de un segundo round”, le contó a Kranear en la previa del acto Homero Bonafert, licenciado en trabajo social y trabajador en el servicio de internación del hospital.
¿Y por qué creen que el gobierno avanza ahora por segunda vez contra el Bonaparte, y ahora con despidos?
“Milei y su gobierno saben, que cuando se habla de despidos, la gente dea pie no le interesa. Cuando se discute en la cuestión paritaria, sueldos, condicioneslaborales, despidos, no hay un apoyo masivo, pero cuando hablamos de un cierre de un hospital, de un efector que atiende a miles de personas, ahí es otra cosa. Por eso nosotros entendemos que ganamos el primer round, la primer pulseada, porque pusimos en agenda el intento de cierre del hospital. ¿Qué es lo que estamos tratando de poner en agenda ahora? Que vaciar un hospital es cerrarlo, que quitarle sus profesionales es cerrarlo.”Trabajadores, residentes y pacientes encabezaron el acto.
Qué representa el Bonaparte
El nombre del Hospital nos indica la identidad y la perspectiva desde la cual se trabaja en este centro de salud, el único a nivel estatal que se dedica a la saluda mental. Laura Bonaparte fue una psicóloga y Madre de Plaza de Mayo que luchó toda su vida por los derechos humanos, la memoria, la verdad y la justicia.
La salud mental de la población argentina se encuentra en un deterioro exponencial luego de la pandemia, pero a eso hay que agregarle la crisis socioeconómica que atraviesa en este momento el país. Las medidas de ajuste, la violencia física y simbólica por parte del gobierno es una realidad monstruosa que resurgió desde las épocas más oscuras.
En el acto de ayer, el escenario lo ocuparon lxs trabajadorxs despedidxs, y también lxs que aún no tienen garantizada su continuidad, aparte de residentes y pacientes del hospital. Todxs coincidieron y reafirmaron lo mismo: el compromiso, el profesionalismo y el amor con el que trabajan.
“Yo amo trabajar en este hospital, yo dejo todo en este hospital”, dijo una de las trabajadoras despedidas. Y otra contó para qué sirve el Bonaparte y cuál es su complejísimo presente:
“Un espacio de recepción, de encuentro, de profesionalismo, un lugar donde se alojan los padecimientos subjetivos desde la complejidad de los mismos, y paradójicamente, el vaciamiento del hospital se presenta en el momento de mayor crisis de la salud mental, con cuadros de depresión, de ansiedad, ataques de pánico, trastornos de la conducta alimentaria, consumo problemático de sustancias, ludopatía, secuelas de situaciones de violencia de género y abuso sexual y el aumento exponencial de la tasa de suicidios, cuya estadística supera a las muertes por accidentes de tránsito”. Y aclaró: “Entre los que se encuentran afectados hay niños y niñas de entre 10 y 14 años, y hoy los están dejando sin tratamiento.”
Este gobierno no sólo está dispuesto a abandonar a los niños y adolescentes y privarlos de su derecho a la salud mental, sino que aparte promueve que sean consumidores. El actual secretario de Niñez y Adolescencia, Juan Bautista Ordoñez, fue un ex gerente de la Barrick Gold y CEO de una importante apuesta de empresas; o sea que no tiene ninguna vinculación con el trabajo con niños y adolescentes. Mientras tanto en el país la ludopatía y la adicción a las aspuestas en un flagelo que crece de manera preocupante en niños y adolescentes.
La bandera del superávit fiscal que levanta el gobierno no sólo es una falacia sino que esconde su principal objetivo: el ataque a los sectores vulnerados, a los derechos humanos, sacrificar la vida de la población para que cierren los números de la timba financiera que sólo beneficia a pequeño grupo de especuladores, a costa de la calidad de vida de toda la población argentina.
“La tarea más honrosa del hospital es respetar y hacernos conocer nuestros derechos y abrir el sentido de la palabra libertad de la que peligrosamente se han apropiado los violentos. Es inocultable ya que quieren cerrar en Laura Bonaparte porque tiene una función social, pese a que se habla de capital humano, los pacientes ni los trabajadores somos números”, dijo otra trabajadora desde el escenario, frente a las miles de personas que participaron del abrazo solidario.
Otro trabajador contó que “los 200 despidos que sufre hoy nuestra institución no tienen ninguna relación con la forma que desempeñamos nuestras actividades. Los trabajadores nos vimos sometidos a un examen que no se corresponde con las tareas que desempeñamos. Y aún así, ese examen de idoneidad fue aprobado por el 96%. Hoy esos trabajadores estamos despedidos.”
La consigna del acto: Vaciar es cerrar.
La salida es colectiva
En el abrazo solidario, además de organizaciones y dirigentes, se hicieron presentes trabajadores de otros hospitales que sufren el mismo ataque del gobierno, con despidos y condiciones laborales insostenibles. Uno de ellos es del Hospital Garraham, y contó que “desde octubre del año pasado aprendimos que si tocan a uno, tocan a todos. Se transformó en una consigna de lucha, unidad y organización democrática. El año pasado llevamos adelante una enorme lucha conjuntamente con los trabajadores del Bonaparte. Nosotros luchando por salario, ustedes luchando contra el cierre porque entendemos que es la misma lucha, es la lucha en defensa de la salud pública”.
La realidad del Garraham deja en claro que el ataque contra los trabajadores de la Salud no apunta nada más que contra el Bonaparte. En una situación similar están en el mismo Garraham, el Malbram, el Posadas, el Hospital del Cruce, todos hospitales e institutos nacionales. De los 1.400 trabajadores despedidos del ámbito de la salud, 200 son del Bonaparte (de un total de 600), que en su mayoría comenzaron a trabajar en el hospital durante el gobierno de Alberto, entre el 2020 y 2023.”
La palabra de los pacientes
Los pacientes que dieron testimonio en el abrazo remarcaron la importancia del abordaje y el trabajo integral e interdisciplinario que tiene el hospital, que resulta fundamental para el proceso y la trayectoria terapéutica. Una de ellas incluso remarcó que pese a contar con obra social, los servicios que la misma presta son insuficientes y que en el Bonaparte encontró la calidad de atención que su salud mental necesita.
“Aquí hay un diálogo real entre profesionales, cosa que nunca había tenido la suerte de transitar como paciente ya que la mayoría de las veces los tratamientos son segmentados, ya que los profesionales no se conocen y ni siquiera tienen interacción entre sí. Para realizar un tratamiento de esta índole es necesario la construcción de un vínculo de afecto y transferencia con los profesionales (…) es parte de la efectividad del tratamiento”, dijo.
Derecho a la protección de la Salud Mental
El 25 de noviembre de 2010 se sancionó la Ley 26.657 de Derecho a la Protección de la Salud Mental, que establece que el Estado debe asegurar el derecho a protección de la Salud Mental de todas las personas y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental que se encuentran en el territorio nacional.
La ley también reconoce los instrumentos internacionales de Derechos Humanos y considera parte de integrante de la misma los Principios de Naciones Unidas de Protección de los Enfermos Mentales y para el mejoramiento de la atención de Salud Mental.
Una de las pacientes del Hospital que se quedó sin equipo terapéutica a raíz de los despidos declaró que “para quienes luchamos contra nuestros padecimientos, esto fue un golpe bajísimo, que muy lejos de sentirnos cuidados nos dio una paliza que no necesitábamos. Entonces esto no es un recorte más. Esto es el gobierno pegándonos una piña y haciéndonos sentir que no importamos. Este es un Estado que nos expulsa y nos descuida”
Una de las referentes más importantes que acompañó ayer el abrazo fue Nina Brugo Marcó, una mujer que lleva consigo 81 años de lucha por los derechos de las mujeres, y que desde 1986 asistió a todos los Encuentros Nacionales y Plurinacionales de mujeres y diversidades. Dijo desde el escenario: “En primer lugar, quiero hacer un homenaje al nombre que lleva este hospital. Era una amiga mía, muy amiga. Con Laura Bonaparte pasé muchas cosas, aprendí mucho. Porque Laura era feminista. Porque Laura también entendía que las mujeres teníamos que decidir sobre nuestras vidas. Soy abogada laboralista, he defendido en hospitales, en los gremios, en los distintos lados. No podemos permitir que el fascismo se haga dueño de nuestro país. No, compañeras. Esto pasó y lo sabemos bien, en Italia, en Alemania, pero están equivocados. En la Argentina, donde hemos reivindicado y conquistado muchísimos derechos humanos, no lo vamos a permitir.
La delegada adjunta de ATE en el hospital, Soledad Rivas, luego del acto le contó a Kranear que “la desvinculación de 200 personas es un cierre encubierto, porque implica la inoperatividad del hospital. Sectores completos vaciados de trabajadores, funciones y tareas que no pueden ser desarrolladas, muchas de ellas con altísimo grado de responsabilidad ético-profesional que el responsable del envío de esas nefastas notificaciones, también profesional de la salud, pareciera desconocer”.
Para el cierre de la nota, le preguntamos a Homero cómo se vienen organizando ante los ataques del gobierno y cuáles son las expectativas para los próximos meses.
“Con doble responsabilidad, porque mientras los trabajadores que aún mantenemos nuestros puestos (aunque no tenemos garantizada la continuidad de los mismos), sostenemos nuestro trabajo pero también la resistencia y la lucha contra el cierre del hospital. A la par se realizan actividades culturales en el hospital y una guardia permanente continua de entre 20 y 30 trabajadorxs despedidos y no despedidos que sostendrán la medida hasta que se destrabe el conflicto. El reclamo principal de este segundo round es la reincorporación inmediata de los y las 200 trabajadores despedidxs, todos fundamentales para sostener el funcionamiento del hospital”.