La historia edulcorada
Parecería que estamos frente a una historia edulcorada, que las luchas del peronismo se postergan, y el stablishment político y cultural busca que el peronismo no sea más parte de la historia viva de nuestro pueblo. Las palabras son las del militante, compañero y estudiante de historia de Quilmes-no por estudiante menos acertado que muchos profesores de título y chapa, pero sin lectura de lo nacional y popular-, Mauricio Toscano.
Este último 9 de junio, se cumplieron 66 años de los siniestros asesinatos en los basurales de José León Suárez. Porque la respuesta al gobierno del “dictador” Juan Domingo Perón, y al movimiento peronista, fue, la “civilización”, más bien la intelligentzia, combatiendo a sangre y fuego, fusilando clandestinamente en un basural del conurbano a civiles y militares que se levantaron contra la “Revolución Libertadora”. ¿Habrá una operación cultural de tal magnitud que llamar al golpe de Estado contra un gobierno legítimo como revolucionarios y libertadores? Una libertad que se pagaba con la proscripción de gobierno mayoritario y de masas, y como corolario se fusilaba a los sediciosos.
Los hechos
“Se pretende retrotraer al país al más crudo coloniaje, mediante la entrega al capitalismo internacional de los resortes fundamentales de la economía”. Esto se encuentra en la proclama firmada por Juan José Valle, y secundado por el general Raúl Tanco, en el alzamiento de junio de 1956, la rebelión en Campo de Mayo, no va a ser perdonada por Pedro Eugenio Aramburu. A las 23.30 horas del 9 de Junio de 1956, la policía de la Provincia de Buenos Aires allana una casa en la localidad de Florida y detiene a un grupo de civiles que suponen implicados en la rebelión militar del general Juan José Valle contra aquel gobierno de facto. Dieciocho civiles y dos militares son sometidos a juicio sumarísimo en la Unidad Regional de La Plata. El saldo, son cinco muertos, Nicolás Carranza, Francisco Garibotti, Carlos Alberto Lizaso, Mario Brión y Vicente Damían Rodríguez. Cinco hombres que dejarán hijos, familiares y viudas. El capitán de corbeta Salvador Ambroggio dirige el operativo. Daniel Juárez dispara los tiros de gracia sobre los sublevados. Ya no hay tiempo, hay tumbas, la mayoría de los argentinos ignoran lo que está pasando, según la Libertadora, la Ley Marcial no rige en el territorio, pero se acaba de aplicar.
El Fusilado que vive
El escritor y periodista Rodolfo Walsh en un Café de La Plata, donde jugaba ajedrez, le comentaron esta historia. Había un fusilado que, de manera increíble, se había hecho el muerto, y moribundo había sobrevivido a la balacera de aquella noche siniestra y fría, mientras se terminaba el día de aquel 9 de junio. Juan Carlos Livraga se entrevistó con Rodolfo Walsh. La investigación fue escrita y terminó en un texto que nadie quiso publicar, en primera instancia. La historia narrada por Livraga, se convirtió en un libro, Operación Masacre.
De ayer hasta hoy: La derecha fusiladora
Es necesario establecer una relación entre aquel episodio violento de 1956, con el despliegue del terror de 1976. La derecha cívico-militar, desde Manuel Dorrego en adelante, ha fusilado, a militantes y dirigentes de los sectores populares sin piedad. En el siglo XX, la última variante fue la detención-desaparición de 30.000 argentinos y argentinas. Al cierre de la nota, me comentan la reapertura de la causa sobre la voladura del comedor de la Superintendencia de la Policía Federal. La diputada por la Ciudad, que es la impulsora, es hija de un acusado de crímenes de lesa humanidad durante el proceso, 1976-1983. El stablishment económico y político que en este país ha sabido llevarse puesto los derechos humanos elementales, ahora vuelve sobre sus pasos, e invoca la justicia de los tribunales, para sí. Los mismos que ante la evidencia hicieron caso omiso al expediente de Juan Carlos Livraga. Son aquellos que para sus adversarios aplicaron la Ley Marcial, como aquel 9 de junio en José León Suárez.