Por Kranear

Se trata de la plataforma social de mayor virulencia, chicanas y manejo de la ironía, donde políticos, periodistas, operadores de todo pelaje, artistas y millones de mortales no solo buscan información, tendencias -hasta la irrupción de Instagram, también levante-, sino también, y en especial, adrenalina, el minuto a minuto y una buena dosis de violencia discursiva. En esta sección, invitamos a hablar a los que saben, a los que están ahí adentro, en el barro, gran parte de su día.

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Sergio Chouza es licenciado en Ciencias Económicas y un apasionado por las ideas, la política, la coyuntura nacional siempre vertiginosa, al rojo vivo, en parte sacudida o condicionada por el relato que construyen los medios de comunicación. Muchos lo conocerán por alguna de sus participaciones, en especial, en la señal C5N. Aparte, es docente e investigador la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de Avellaneda (UNdAv). Uno de sus intereses son las finanzas públicas, y tanto en el sector público como el privado desarrolló investigación de mercado, análisis del riesgo crediticio y sustentabilidad de carteras. Fue asesor económico en la Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires y en la Cámara de Diputados de la Nación. Le encantan los números, los gráficos y el análisis de datos. Es consejero en el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional (FFFIR).

@SergioChouza tiene 32 mil seguidores, interactúa en la red desde enero de 2018, y es el entrevistado número 15 de la sección Barro Twittero.

¿Qué es Twitter para vos y qué se juega ahí adentro?
Es un espacio de noticias y difusión de actividades de índole profesional y políticas. Y particularmente en Argentina, cada vez más, es el “ágora” (plaza donde se juntaban a debatir los antiguos griegos), un lugar donde se concitan las discusiones de temas de agenda pública. Todas las novedades económicas, políticas y también sanitarias por la pandemia, hoy pasan por Twitter. Tal es así que hoy en día, si un político o institución tienen que comunicar algo, no puede no ponerlo en esa red social. Hace años, las difusiones institucionales se hacían pura y exclusivamente a través de páginas web. Hoy, si vos informás algo desde tu página y no lo linkeás con Twitter, no se entera nadie. También, a causa de la pandemia, esta red social cobró una importancia superior porque muchas actividades y conversaciones pasaron a realizarse, sí o sí, virtualmente.

¿A qué factores la adjudicas tus tuits virales?
No creo que mis intervenciones sean muy exitosas, pero creo que la razón por la cual un usuario tiene cierta trascendencia es porque viene de ámbitos donde ya era conocido, o porque tiene cierto manejo profesional en su forma de comunicar. Hay distintos tipos de usuarios en Twitter. Por ejemplo, de un usuario como yo nadie esperaría que se ponga a contar historias personales, algo que me pasó con mi novia. Es decir, la forma de publicación esperada por mis seguidores tiene que ver con lo profesional, lo político, etc. En cambio, de otros usuarios sí su popularidad pasa por hablar de su vida personal, o de cosas más triviales. Por lo tanto, podemos decir que las claves para que un tuit sea viral son: un tópico de conversación que sea atractivo; y una cierta profesionalización de la forma y los estilos de publicación, que hace que las audiencias identifiquen un usuario con un producto.

Hay días en los que posteas mucho más que otros, ¿a qué se debe?
No, no creo que postee más. Lo que sí hago es tener una estandarización de los posteos, trato de no inundar, de no hacer diez posteos seguidos en diez minutos y después ninguno en un día entero. Trato de repartirlos cada determinado tiempo. Si posteás mucho, mucho, mucho y después desaparecés tres días, eso te quita audiencia, porque es una red social de inmediatez, Twitter es “lo que está pasando”. No creo que postee mucho, lo que sí hago es responder a personas, pero la cantidad de mensajes que tengo publicamos en la red no son demasiados, estoy debajo de los 50.000 (juntando todas las respuestas a usuarios), y neto de respuestas debo estar en 10.000, más o menos.

¿Sufriste alguna adicción similar al Twitter?
No, ni a Twitter ni a ninguna otra. Paro los que trabajamos en el campo de las Ciencias Sociales, las Humanísticas, y estamos vinculados con la política económica, difundir, dialogar sobre estos temas en una red social ya forma parte de nuestra profesión, son un pilar fundamental de nuestro desempeño profesional. Y no hacerlo es pagar un costo de oportunidad, ser un profesional menos competitivo. Pero todo esto no hace que Twitter sea una adicción, por lo menos en mi caso.

¿Cuáles son los tuits que mejor funcionan, que más alcance tienen?
Los tuits que mejor funcionan son los que tienen videos cortos, la red se está “tiktokquizando” mucho. Y, por otra parte, independientemente del contenido audiovisual, los tuits que llegan a más audiencias son los que polemizan, los que apelan a la “grieta”. Los que publican subiendo solamente su actividad profesional, mostrando lo que hacen pero sin contraponer a “un otro”, no llegan a audiencias. Esas personas no discuten, y esta red social justamente es de diálogo. Por lo tanto, la forma de viralización es la contraposición a la ideas del otro y generando polémica.

¿Se le contesta o no a una cuenta troll? ¿Interactuas con tus seguidores?
Sí, mayormente las contesto, si son personas reales mucho mejor. Si son cuentas falsas también les contesto, pero lo hago mucho menos que con las personas reales, básicamente porque Twitter es una red social para conversar, y el que no lo entiende así pierde audiencias. Obviamente esto tiene sus cosas positivas y negativas, porque los que conversan son los que más rebote tienen, pero a su vez también recibís puteadas. Así es la vida.

La lógica de chicana permanente de la red es una invocación a que se nos suelte la cadena ¿Te pasa? ¿Bloqueás cuentas?
A veces es un red con un grado alto de toxicidad, es un poco canaleta, y otras es una red chicanera pero con buena leche y educación. Cuando se vuelve muy tóxica es bravo; a mí, por ejemplo, me han amenazado de muerte, o me han cruzado por la calle y dicho “te cago a piñas”. Gente tóxica hay en todos lados, y el anonimato de estar detrás de una computadora o un celular potencia esa violencia. Pero bueno, hay que entenderlo como el daño colateral de una red social que nos permite conversar con otro de una manera ágil y dinámica. Por otra parte, bloqueo a muy poca gente. A los pocos que bloquee fue porque me generaban diálogos muy tóxicos en el timeline, siempre me comentaban todos los tuits solo para insultar. Pero son muy pocos, debo tener unas 100 cuentas bloqueadas, cuando estos años me comí miles y miles de insultos. De hecho, hace varios meses que no bloqueo a nadie.

Posteas mucho video, casi en tiempo real con los acontecimientos. ¿Creés que es el formato que más garpa mover en la red?
Sí, porque tiene que ver con la inmediatez de esta red social. El video te ayuda a generar diálogos más dinámicos, cuando justamente el objetivo en Twitter es interactuar, difundir. Además, hoy en día, con el celular es muy sencillo, lo agarrás y en diez segundos lo hacés.

¿Crees que la plataforma tiene alguna utilidad social?
Supongo que sí. Yo, personalmente, la uso en términos profesionales. Lo que pasa es que desde hace un año y medio, por la pandemia, esto de conocer gente a partir de las redes quedó un poco relegado. Pero sí, cuando esto se termine, seguramente se volverá a usar otra vez para eso.

Qué te pareció la decisión de la corporación de bloquearle la cuenta a Trump luego de su llamado a tomar el Capitolio, en Washington, en enero del 2021.
Soy uno de los pocos que estuvo a favor, porque el derecho a la libertad de expresión ahí estaba colisionando con la seguridad nacional de Estados Unidos, porque estaba llamando a sus manifestantes a romper todo. Fue una postura minoritaria la mía, no solamente entre los liberales, sino también dentro de buena parte de la progresía kirchnerista. Igualmente, entiendo la visión de los que estaban en contra. Para mí no hay una libertad de expresión suprema que no pueda tener represalias, que no pueda tener un mecanismo de censura preestablecido si vos estás llamando, básicamente, a un autogolpe, o a una convulsión social que pueda tener graves consecuencias sobre la vida de las personas. Sí se podría discutir que los mecanismos que utilizaron fueron un poco “ad hoc”, que adaptaron un poco las cosas para atender a ese caso, no sé si actuaron igual en otros casos similares, eso ya se me escapa. Y también se me escapa la rigurosidad de la pena, entre comillas, es decir, no sé si bloquearlo de por vida era lo correcto, o si ya alcanzaba con hacerlo por unos meses o semanas. Pero repito, sí me parece que estuvo bien bloquearla en ese momento.

¿Está sobrevalorada la incidencia de la red en la opinión pública?
No sé, creo que no, porque cada vez ocupa más lugar en la agenda pública. Por ejemplo, un montón de veces en los programas de televisión se muestra un tuit de tal o cual persona, sea conocida o no tanto. Y otras redes como Instagram, o WhatsApp mismo, también se alimentan permanentemente con contenidos de Twitter. Además, Argentina tiene un comportamiento diferenciado con respecto a otros países de la región; acá pegó mucho Twitter, en otros lugares no. Yo creo que en Argentina es la red social por excelencia, independientemente de la cantidad de usuarios. Te diría que en los segmentos que me importan a mí, que son política y economía, Twitter no está para nada sobredimensionada.

Dos cuentas recomendadas.
Voy a recomendar dos cuentas de gente que no piensa como yo, que están en las antípodas de lo que yo pienso pero que lo hacen muy bien: Lucas IIach (@lucasIIach) y Ramiro Marra (@RAMIROMARRA). Creo que entienden el juego, que lo juegan muy bien. Son dos personas que hablan de los temas que me interesan; pese a que no coincido con ellos, son diálogos interesantes de seguir.