Por Marcelo Sena

Con desnutrición, sin agua ni energía eléctrica, sin baños -ni siquiera una letrina-, sin médicos y rodeados de enfermedades, sin escuela y sin trabajo, porque en 2018 les han sacado sus ancestrales tierras. Así viven hoy 18 familias de la comunidad Las Avispas, a unos 90 kilómetros de Tartagal, en el norte de de Salta.

La denuncia la realizó Modesto Rojas, cacique lantawos, coordinador comunitarios de la comunidad wichí en la Asociación Indígena de la República Argentina (AIRA). Dijo: “A veces no hay palabras para describir esta tragedia, esos hermanos viven todos los días con la tragedia de no tener agua, ni alimentos; no hay trabajo, ni electricidad, hay muchas enfermedades, hay muchos niños y ancianos desnutridos, que sobreviven comiendo carne de iguanas”.



El cacique también denunció que “estos vecinos vivían del monte, de la madera, cortaban palo santo, hacían artesanías, producían carbón, trabajaban la miel. Pero ahora ya no tienen más monte, fueron corridos y sus tierras, vendidas”.

El dirigente recordó además que a los habitantes de “Las avispas”, con más de 100 años en el territorio, por medio de una orden judicial les han sido sacando los terrenos que les quedaban, para dáselas a las familias poderosas de Salta. “Privatizaron las tierras”, denunció.

Es realmente terrible lo que está pasando en esta comunidad y nadie atiende esta grave situación social”, insistió el dirigente indígena, y para cerrar le envió un mensaje al presidente de la Nación: “Le pido que nos ayuden a recuperar los territorios, las tierras y a construir viviendas porque hoy estos hermanos viven bajo toldos. Esto le pido, Presidente, que nos escuchen: los pueblos originarios estamos sufriendo mucho”.