Por Kranear. Foto portada: Daniela Amdan

Se trata de la plataforma social de mayor virulencia, chicanas y manejo de la ironía, donde políticos, periodistas, operadores de todo pelaje, artistas y millones de mortales no solo buscan información, tendencias -hasta la irrupción de Instagram, también levante-, sino también, y en especial, adrenalina, el minuto a minuto y una buena dosis de violencia discursiva. En esta sección, invitamos a hablar a los que saben, a los que están ahí adentro, en el barro, gran parte de su día.

Diego Sagardía nació en Olavarría, es periodista/comunicador y afiliado del Partido Justicialista. Trabaja en el área de Comunicación de la Defensoría del Público y es delegado de ATE Capital. Cuenta él mismo: “soy fotógrafo autodidacta, amateur y pasional: amante del blanco y negro, como los colores de Estudiantes de Olavarría, club donde jugué al básquet y del que soy hincha”. Trabajó y colaboró en varios medios gráficos –Kranear es uno de ellos- y conoce muy bien el poder que condensa una foto para contar un hecho, narrar una época, describir un sentimiento colectivo.

En Twitter, y desde el 25 de noviembre de 2020, @siempreagosto caracteriza la realidad de nuestro bendito país con fotos de Diego Armando Maradona, un puñado de palabras, y en muchos posteos, fragmentos de letras de Carlos Solari y Skay Beilinson, compositores de las letras de Los Redondos. Son mensajes cortitos y al pie, cargados de belleza y emocionalidad, que tienen muy buena interacción en la red, porque Diego entiende de comunicación, pero centralmente, porque lleva la argentinidad y la cultura popular al palo, y en la sangre.

A Twitter se unió en 2013, tiene cerca de 5.000 seguidores, y en su biografía, puso: “Todo termina en una foto”. Es el entrevistado 19 de la sección Barro Twittero. En un tono confesional, asume que “escribo todos los días para poder seguir viviendo” y a pura generosidad, recomienda otras cuentas que homenajean al más grande de todos los tiempos.

¿Por qué @siempreagosto?

Es por una serie de capítulos familiares, muy veloces y trágicos entre sí, en el mes en el que nací, en el lejano 1975. Mi mamá me parió, salí el 11 a escena. Y el 22, once días después, mi abuelo Damián, el papá de mi vieja, se murió mientras subía a poner, en una rama, un nido de una paloma que el viento había tirado. Su compañera, mi abuela Dora, la mamá de mi mamá, estaba internada con los riñones en default, en la misma clínica. Mi tío Horacio, hermano de mi vieja, ya estaba loco, declarado, sin medicar: el cuerdo con cuerda más lindo que conocí, pero esa es otra historia. Así que agosto, ya de grande, apareció siempre en los análisis de terapia como modo de construir y reconstruir, o de buscar. Siempreagosto, entonces, se dio de manera natural cuando abrí la cuenta, al día de hoy siento que fue lo que más rápido y bien hice en términos identitarios. Me identifica.

¿Por qué el cruce entre El Diego y Los Redondos?

Lamentablemente, porque Diego se murió, se cruzan ahora en mi cuenta de Twitter. No me di cuenta de hacer el crossover cuando él estaba vivo. Hace algunos años, un poco aburrido, no le encontraba la vuelta a esta red. Y comencé a poner fotos de episodios actuales, vinculantes a la política y al deporte en su gran mayoría, impulsado por @santiagomarino, que vio algo que yo no veía. Así publicaba: cada foto en blanco y negro, con un extracto de alguna letra de Los Redondos, la banda de sonido de mi vida. Escuché Gulp a los once años, en un caseteque me había regalado mi padrino. Y no paré más. Maradona es todo lo que se ha dicho y mucho más: sólo puedo asegurar que es un lenguaje, o un género en sí mismo, el arte más global. Y lo digo en duelo por su muerte, la que no entiendo, por la que puteo y lloro. Caigo seguido en la pregunta inexorable: cómo mierda se va a morir este tipo. El cruce, entonces, es eso, dos vectores populares que dieron, dan y darán de lleno en mi vida: una forma de vivir que elijo. Es un sentimiento que no quiero parar.

¿Qué es Twitter para vos y qué se juega ahí adentro?

Twitter es una ventana sin cortinas que abrís y encontrás de todo, con las diversiones y los sinsabores que puede traer el pajarito. Y cuando la cerrás, oís el murmullo de lo que te interesa, el canto nítido de las verdades de los algoritmos. Twitter es, también, un vehículo para informarme o para conocer personas impresionantes, que te cambian el pulso, que te constituyen, que validan quién sos, como un espejo. Twitter, si entrás y salís, es fabuloso. Si te quedás mucho tiempo se convierte en una sala de espera de un consultorio.

¿Cuáles son los tuits que mejor funcionan, que más alcance tienen?

Voy a arrancar por la verdad: no lo sé. Tal vez los que dan de lleno con algo que está sucediendo en ese momento con alguna persona que tuvo, aunque sea efímero, un acercamiento con Maradona y por eso aparece en una foto con él. Tengo un archivo inmenso de fotos de Diego, clasificadas por clubes, por la Selección, por su infancia: me hubiera encantado estar en alguna.

¿Sufriste alguna adicción similar al Twitter?

El peronismo, sin dudas. También la fotografía.

¿Interactuás con tus seguidores?

Poco, por pudor. No me hago cargo de lo que me dicen, no está bien, lo sé. En su gran mayoría son elogios, o sentimientos de lo bello y lo triste por la vida y la muerte de Diego y por el Big Bang artístico del binomio Solari-Beilinson. Qué muchachos, por favor.

La lógica de chicana permanente de la red es una invocación a que se nos suelte la cadena ¿Te pasa? ¿Bloqueás cuentas?

No se me sale la cadena, al menos en Twitter… Intento no enroscarme con eso, de hecho no sigo cuentas que sé que son maliciosas, dañinas. Sí, claro, de vez en cuando meto algún bloqueo, cierro la ventana, la que hablábamos al comienzo. Pero no son muchas. Creo que es porque mi cuenta es hermética, muy lineal, no permite mucho ese juego del bien contra el mal que propone la red.

¿Se le contesta o no a una cuenta troll?

Según el ingenio de la cuenta troll. En su mayoría, no respondo. Tampoco insulto o agravio, me parece absurdo.

Diego se cuela por todos lados, todo el tiempo, y en especial, en Twitter, una red en la que muchos crearon cuentas para homenajearlo, en cualquiera de sus tantas facetas. ¿Te gusta alguna en particular?

Sí, tengo varias: lo maravilloso es que a veces me mandan una foto como sugerencia para publicar, con tal letra. O a veces sólo me desafían, en el buen sentido: a ver qué ponés de Los Redondos con esta foto que te envío. Esa interacción me fascina. Me gustan y sugiero que sigan a @MaradonaPICS, @maradonoir, @Pelusa10Eterno, @Diego_Bot10, @ElDiegoPics, @RashidAliGarcia

¿Diego fue un gran tuitero?

Sin dudas. Te podía demoler o construir en pocos caracteres. Un poeta.

¿Qué hubiese dicho el Diego sobre el laburo/homenaje que hacés en tu cuenta?

Qué complejo contestar esto (Hace silencio, piensa). Haré el intento de responder, desde el deseo, porque no sé lo que hubiera dicho, y no me lo permito ni siquiera suponer porque Diego era el maestro de la sorpresa, el último rompedor de moldes. Así que me hubiera encantado que dijera: “¿Querés que nos saquemos una foto?”

¿Creés que la plataforma tiene alguna utilidad social?

Hay una utilidad bien pensada, sincera, para circular pedidos de gente que se quedó sin laburo.

¿Está sobrevalorada la incidencia de la red en la opinión pública?

No estoy muy seguro, no tengo tantas herramientas para contestar. Pero me arriesgo a decir que sí: cuánta gente atesora tanto tiempo libre para dedicarle a las redes, para tirar postas como si fueran inquietudes de las mayorías.

Dos cuentas que te gusten mucho, que recomiendes.

La de @carlosbusqued y la de @Indio_Solari_ok. No nombro a las de mis amigos porque, en realidad, lo que recomiendo es que tengan amigos como ellos.