Lo primero que hizo Catalano fue subrayar que “el rol del Estado fue fundamental” durante los gobiernos kirchneristas “para reconstruir la identidad nacional” y “para erigirse como una herramienta para que pueblo conquistase decenas de derechos que le habían sido negado a lo largo de la historia”. Luego invitó a recordar “lo que costaba acceder –en lo económico, en lo relativo a los tiempos, al desgaste físico- a un documento de identidad antes de que lleguen Néstor y Cristina”, y mencionó políticas transformadoras como el Conectar Igualdad, el Plan Fines o la Asignación Universal por Hijo, que “fueron instrumentados desde el Estado”.

Pero los tiempos cambiaron y ni bien los funcionarios de Cambiemos se hicieron cargo del poder público, “atacaron el corazón del Estado, que pasó de estar al servicio del pueblo a estar al servicio de los grupos económicos”, advirtió el joven dirigente de los estatales. Y afirmó que por medio de la detestable expresión de Prat Gay acerca de la ‘grasa militante’, lo que habilitó el oficialismo fue “la persecución de aquellos que tenían un pertenencia política” para luego hacer ingresar a la administración pública a su propia tropa sin experiencia y con salarios exorbitantes.

Catalano fue uno de los invitados a la segunda charla del ciclo de formación y discusión de la coyuntura que el Frente para la Victoria (FPV) de la Comuna 8 está realizando en el local de Partido Humanista, en Lugano. Lo acompañó el dirigente de la sección Capital de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Roberto Bonetti, y dos dirigentes políticos: la nieta recuperada y referente de Kolina, Victoria Montenegro, y el ex presidente de Aerolíneas y miembro de la conducción nacional de La Cámpora, Mariano Recalde. El comunero Facundo Roma ofició de anfitrión. Más de cien vecinos y militantes colmaron las instalaciones.

Catalano se metió en la coyuntura nacional y llamó a la militancia política a que aparte de militar los barrios y las universidades se sumen a los sindicatos en sus lugares de trabajo “para luego poder transformarlo y lograr la renovación sindical que tanto se reclama”, ya que “si la política es ajena a lo sindical, terminamos perdiendo todos”. Fue tajante: “Necesitamos que los gremios estén llenos de compañeros y compañeras que sueñen con transformar el país”. Y no hizo distinciones entre los empleados públicos y los que trabajan en el sector privado.

Bancó fuerte a la CGT (Confederación General del Trabajo). “Hay una realidad sindical innegable, y es que los compañeros lograron armar un triunvirato, a pesar de todas las particularidades que conviven allí adentro”. También se refirió a la central que nuclea a su gremio: “La CTA (Central de Trabajadores de la Argentina), en cambio, no solo no se unió sino que una parte de rompió y ahora son tres partes la que la conforman”. Mencionó un avance “revolucionario” de los primeros: “Reconocer a los movimientos sociales como un actor trabajador e incluirlos adentro de la central”. Se refería a los actores de la economía popular que hoy están organizados en la Confederación de Trabajadores de la Economía Informal (CTEP). Cartoneros y vendedores ambulantes, entre otros.

Catalano opinó que “estamos más lejos que antes de la unidad de las centrales obreras ya que todavía tenemos conducciones mezquinas que entienden que entienden que el camino es el de la fragmentación para sostenerse en el poder”. Llamó a “construir una nueva central obrera que contenga a todos los laburantes, que pueda tener el ejercicio democrático de la participación”, y propuso “empezar a discutir cómo transformamos la herramienta sindical para que desde una sola central uno pueda sentirse en un marco de pluralidad, definición, debate y contención”.



El joven dirigente de los estatales se refirió al reclamo que desde distintos sectores de la sociedad se le realiza a la CGT para que llame, de una vez por todas, a un paro nacional. “Si los compañeros de la CGT o la CTA supiesen que con esa medida de fuerza se resuelven todos los problemas, ya lo hubieran hecho”, dijo. “El problema es mucho más profundo”, agregó. Y señaló que “lo que hay que tener es un plan de lucha y la decisión política de transformar la realidad de nuestro pueblo”. Aseguró que “se está caminando hacia allá”. La foto de Pablo Moyano de Camioneros, Hugo Yasky de la CTA y Pablo Michelli de la CTA Autónoma, en la que anuncian que movilizarán juntos el próximo martes de marzo, quizá vaya en ese sentido.

“Si desde la CTA y la CGT no logramos armar un plan paro nacional o un plan de lucha, desde la CTA lo que estamos empezando a construir es la Segunda Marcha Federal, porque estamos convencidos que tenemos que volver a poner el eje en el laburo”, anunció bajo una cortina de aplausos. Se trataría de una reedición de la multitudinaria movilización que la CTA realizó los primeros días de julio 1994, desde distintos puntos del país hacia la Plaza de Mayo que terminó colmada. Aquel hecho político, junto a la Carpa Blanca Docente, fueron los grandes hitos de la resistencia al neoliberalismo en los que ATE tuvo una importante participación.

Con respecto a la lucha de los gremios docentes, Catalano opinó que por más que lograsen que el gobierno respete la paritaria nacional y que el aumento salarial fuese satisfactorio, “aún así estaríamos ante una victoria momentánea, porque a nuestro alrededor todo se derrumba”. Y numeró otros gremios que hoy están dando pelea para mantener sus fuentes de trabajo (mecánicos, gráficos, químicos, petroleros, metalúrgicos). Señaló: “El problema no es sectorial, sino de modelo”. Y advirtió que “lo que quiere el macrismo es quince millones de trabajadores sin empleo, para contratar al cincuenta por ciento de los que están contratados hoy”, para que de ese modo, “los capitales extranjeros que vengan a nuestro país a invertir se la lleve toda”. “Nosotros tenemos que frenar eso”,
afirmó.

Y volvió al eje central de su intervención: la discusión del modelo económico. Se refirió a la fábrica Banghó, en la que se despidió centenares de trabajadores por la desprotección que sufre el sector. Los estatales de ATE Capital estuvieron en la fábrica para solidarizarse con los trabajadores, como en otras luchas. “Estamos de acuerdo con la toma de fábricas, pero no alcanza, ya que un tiempo después lo que habrá ahí es un centro cultural y los compañeros tienen que darle de morfar a su familia”, ejemplificó. Por eso, insistió: “Tenemos que discutir el modelo económico”.



Para el cierre, el “Tanito” punteó las medidas de fuerza y movilizaciones que ganarán la calle durante el mes de marzo. “El 6, los docentes. El 7 los compañeros de la industria de la CGT; el 8 nos vamos a movilizar con las compañeras por el Día de la Mujer; el 13 estaremos junto a las organizaciones sociales que se movilizarán a la Plaza de Mayo; el 18 a Campo de Mayo, y el 24 en la calle para demostrarle al gobierno que tenemos memoria; y el 7 de abril está anunciado un paro nacional del sector de la salud”.

El hombre que encabezó la lista -con el nombre del mítico dirigente Germán Abdala en lo alto-, que ganó la conducción de la estratégica sección Capital de ATE en septiembre de 2015, levantó la voz para hacerse escuchar entre los rabiosos aplausos que sacudían el salón del PH: “Nosotros estamos militando todos los días para la unidad real del movimiento obrero, porque creemos en la posibilidad de construir un nuevo sindicalismo que le permita a los trabajadores incidir en el rumbo de la economía de nuestro país y nuestro pueblo”.