Por Claudio Colombatti (psicoanalista)

Las  últimas elecciones 2023 en nuestro país, Argentina las gano un autodenominado mesías,  que se presenta tomando una motosierra en sus manos como elemento simbólico. Es algo que aún no se termina comprender ni analizar con claridad. Estamos perplejos. Y tal vez también angustiados frente al fenómeno.

¿Hasta dónde llegaran las secuelas de esta nueva época, que se presenta como brillante, siendo tan oscura?

Ha prometido salvarnos de todos los males originados por lo que él denomina como “la casta”, “los políticos” o “el estado”. Estado que promete destruir desde adentro, con un argumento absurdo para un Presidente.

Si a eso le sumamos que aparece en público, enojado, gritando, y amenazando. Descalifica, insulta, y hasta humilla a quienes lo contradicen.

Con respecto a esto, podemos citar el episodio en el que  está  hablando en un acto, en la que fuera su escuela, cuando un niño, en el mismo escenario, se desmaya. Lejos de contenerlo, se burla de él frente a sus compañeros, no lo ayuda.  Se ríe del episodio.

Continúa lanzando agravios ofensivos  contra mandatarios de países imprescindibles para la economía argentina, dejándonos al borde de la ruptura diplomática.

En seis meses discontinuó y desmanteló planes de asistencia a sectores necesitados.

Como los alimentos que ya estaban para distribuir y retuvo en galpones, algunos hasta su vencimiento. Debilitó comedores, merenderos, instituciones educativas.

Desarticula, desarma,  elimina, instituciones enteras destinadas a garantizar derechos humanos, como el Ministerio de la Mujer, la Secretaría de Derechos Humanos.

Despide a miles de personas, algunas con muchos años de antigüedad.

En el sector salud  suspendió, la asistencia de medicamentos a enfermos oncológicos, y los pediatras señalan que no hay leche para asistir a niños, aumentando a niveles alarmantes la desnutrición infantil.

Para la nueva SIDE sí hay millones.

Sale el oro del país y entran armas. 

Ni el mismo Fondo Monetario Internacional avala la desproporción del ajuste.

Sigmund Freud nos lleva a intentar comprender, de qué goce somos participes en esta sociedad, en los momentos actuales, y dice: “no olvidemos qué en la familia primordial, solo el jefe gozaba de la libertad pulsional, el resto vivía como esclavos” ( “El Malestar en la cultura”, pag 112 A.E.).

En “Mas allá  del principio del placer”, Sigmund Freud  dice que ”….es innegable que en estas conductas de los seres humanos se da a conocer una predisposición al odio y una agresividad …” (S.F. A.E  TXVII pag. 97)

De las palabras de  Sigmun Freud encontramos que hay impulsos intrínsecos en el ser humano. Estos impulsos pueden dirigirse al exterior en forma destructiva, agresiva y violenta.

Retomo al personaje mencionado en el comienzo de esta nota, quien ejerce la responsabilidad de conducir los destinos de los argentinos. Ya en su  presentación durante la campaña electoral, entusiasmó multitudes mostrando su virulencia con una motosierra, prometiendo aplicarla a múltiples aspectos de su gestión.

Los improperios, y maltratos en sus discursos, y las acciones que van destruyendo aquello que protege a los mas débiles, podemos decir que estamos asistiendo a un festival de la pulsión de muerte.

Pareciera que se incentiva un modelo, un ideal, de agresividad, y destrucción como método de resolver conflictos.

Entonces mostrarse con motosierra, ¿es una invitación? ¿Es mostrar un modelo? ¿Una forma de avanzar en la vida, como si fuera en una selva? ¿Hasta donde llegaran las secuelas?

Desde el psicoanálisis sabemos que las psicosis tienen dos formas de estabilizarse; una es desde un delirio bien estructurado como el caso  del Dr. Shreber, que cuando es elegido presidente del tribunal Viena, se desestabiliza. Freud lo toma como un cuadro de psicosis. Desde Lacan  vemos que la otra forma  en la  que una psicosis se estabilice, es mediante alguna salida hacia la perversión.

Algo de este goce sádico se juega en la exhibición morbosa de una herramienta como la motosierra, que sirve  tanto para podar un árbol como para desmembrar cuerpos.

¿Estaremos siendo protagonistas de una película de Terror?