Foto portada: Ramiro Abrevaya.
En los barrios humildes de la zona metropolitana y otros centros urbanos del país, el aislamiento social y obligatorio que decretó el gobierno nacional para evitar el contagio del coronavirus, resulta mucho más complejo que en las zonas donde residen los sectores medios y altos. El hacinamiento, la falta de servicios básicos para garantizar la higiene, como así también la imperiosa necesidad de hacerse de un par de cientos de pesos para poder almorzar o cenar. En las últimas horas, la escritora y editora Leticia Martìn publicó en nuestro portal una nota sobre estas desigualdades.
Alberto Fernández anunció desde la Quinta de Olivos la extensión de la cuarentena, por lo menos hasta el 12 de abril. Con una presencia activa y decidida, el gobierno del Frente de Todos puso en la calle una serie de medidas que apuntan a amortiguar el parate económico derivado de la pandemia y la apuesta a priorizar el cuidado sanitario de la población.
Kranear conversó por medio de una red de mensajería con el dirigente villero Alejandro “El Pitu” Salvatierra, para que describa cómo están conviviendo los vecinos y vecinas de su barrio, la Villa 15 de Villa Lugano, también conocida como Ciudad Oculta, con una realidad tan novedosa como angustiante, que viene a sumarse a la larga serie de faltas y derechos vulnerados que sufre gran parte de la comunidad.
El Pitu, junto a un grupo de compañeros y compañeras, fundaron y militan en la agrupación villera “Mugica Vive”, que desde hace varios años tiene presencia territorial en la villa. Durante los años de gobierno kirchnerista supo ser un puente entre los vecinos y vecinas y el Estado nacional. Con el programa de asjute de Cambiemos, pasaron de atender un comedor, a tres. Durante los primeros tres meses de gobierno del Frente de Todos, los sostuvieron, Y hoy, con la pandemia, esos espacios comunitarios son oro en polvo para cientos de familias de la zona.
Kranear: ¿Cómo se están organizando para sostener el funcionamiento de los comedores?
Pitu: No hubo tantos cambios entre el antes y después de la cuarentena. Más que nada extremamos las medidas de seguridad para que todos los que cumplen una tarea allí estén seguros. La verdad es que es conmovedor el compromiso que tienen esos compañeros y compañeras. Cocinaron todos los días desde que empezó este problema, sábado, domingos, feriados, salvo ayer domingo 29/3, que se tomaron el día para descansar. Tienen un corazón enorme y se desvivieron para garantizarle un plato de comida a la gente.
Las mujeres que sostienen las cocinas de los comedores descansaron un solo día desde que comenzó la cuarentena obligatoria.
Entre los tres espacios comunitarios atienden a casi ochocientas personas por día, su. En el comedor comunitario “Ayudame A Ayudar” de la Villa 15 (casa 16 de la manzana 28) le dan de comer a 420 personas, entre grandes y chicos, tanto al mediodía como a la noche. En el comedor “Mugica Vive” del Barrio Scapino, un asentamiento con forma de pasillo (casa 36 de la manzana 2), durante la cena se atiende a 85 personas, entre chicos y grandes. Por último, en el comedor “Barrio Obrero”, en Castañares 6500, todos los mediodías reciben a 280 personas, entre chicos y grandes.
Alejandro cuenta que en los tres casos, cuyo abastecimiento depende del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el promedio de aumento de gente que comenzó a acercarse con la cuarentena, supera el veinte por ciento.
“Creemos que lo más complejo se va a empezar a vivir esta semana, porque la gente hasta ahora se estuvo arreglando con los pesos que tenían de ahorro, en un cajón, y lo mismo con los alimentos, y ahora, con la extensión, vamos a tener mayor demanda en los comedores”, dice, y agrega que “el Gobierno porteño se comprometió a que el aumento de las raciones se iban a hacer efectivas mañana –por el martes-. Estamos esperando que así sea. Hasta ahora venimos resolviendo todo tipo de problemas con los recursos que tenemos a mano.
Los comedores abren al mediodía y la noche.
K: ¿Cómo ves que está llevando la gente del barrio esta situación?
Pitu: La gente del barrio tiene un sentimiento ambiguo. Por una parte recibe mucha información de parte de los medios, que en algunos casos los ponen en estado de alarma y en otro de psicosis, pero por otro lado nadie conoce ni a uno que se haya infectado. Entonces siento que la gente se relaja. En general la cuarentena arrancó con bastante compromiso y cumplimiento, y a medida que fueron pasando los días todo se fue relajando. Acá se dice que es una “enfermedad de chetos”. Si bien en nuestros barrios el movimiento no es igual a cualquier otro día de la vida normal, porque ha bajado mucho, a mi entender me parece que falta bastante para llegar al ideal. Esperemos que después del anuncio de ayer del presidente, esta semana la gente tome mucha más conciencia.
K: Ayer desde la Quinta de Olivos, Alberto dedicó un pasaje del discurso a los vecinos y vecinas de los barrios humildes. ¿Crees que llegó el mensaje? ¿Te parece que funcionará esta idea de “Quédate en tu barrio” más que “Quédate en casa”?
Pitu: Creo que el mensaje llegó, sí, porque siempre genera un impacto especial que te hablen en primera persona. Queda claro que gobierno está atento a esta situación. Con respecto a la propuesta de quedarse en el barrio, me parece una alternativa loable, ya que por un lado el virus acá no llego, y por otro lado se hace muy difícil cortar la circulación interna. Lo ideal sería que todos nos quedemos en casa, pero como todos sabemos en los barrios como el nuestro hay mucha gente que vive al día. Ayudan mucho las medidas económicas que tomo el gobierno en favor de nuestra gente.
Veinte por ciento aumentó la cantidad de familias que asisten a los tres comedores.
K: ¿Qué te parece el manejo de la crisis de parte del gobierno nacional?
Pitu: Me parece que Alberto Fernández lo está manejando muy bien, por lo menos hasta ahora, ya que es muy claro y conciso, y no le tembló el pulso para tomar algunas decisiones. Ayer cuando dijo que cuando la economía se cae, se puede levantar, pero no así con las vidas humanas, me parece que es un claro ejemplo de dónde está parado hoy el Gobierno nacional.
También hay que destacar que los gobernadores, el gobierno porteño y hasta los intendentes de Cambiemos, por lo menos hasta ahora van entendiendo que en este momento es importante la unidad. En líneas generales creo que la dirigencia nacional está manejando bastante bien la situación.
K: Alberto se refirió al cuidado de los adultos mayores.
Pitu: Sí, a mí, que vivo en la villa, me preocupan en especial los abuelos, que en su mayoría viven solos, y también los chicos adictos al paco, que también son población de riesgo para este virus. Espero que todos juntos podamos tomar conciencia y seguir haciendo un gran esfuerzo para cumplir la cuarentena y que esto se termine pronto.
Alejandro y Débora, su compañera de vida y militancia. Foto: Ramiro Abrevaya.
En los barrios humildes de la zona metropolitana y otros centros urbanos del país, el aislamiento social y obligatorio que decretó el gobierno nacional para evitar el contagio del coronavirus, resulta mucho más complejo que en las zonas donde residen los sectores medios y altos. El hacinamiento, la falta de servicios básicos para garantizar la higiene, como así también la imperiosa necesidad de hacerse de un par de cientos de pesos para poder almorzar o cenar. En las últimas horas, la escritora y editora Leticia Martìn publicó en nuestro portal una nota sobre estas desigualdades.
Alberto Fernández anunció desde la Quinta de Olivos la extensión de la cuarentena, por lo menos hasta el 12 de abril. Con una presencia activa y decidida, el gobierno del Frente de Todos puso en la calle una serie de medidas que apuntan a amortiguar el parate económico derivado de la pandemia y la apuesta a priorizar el cuidado sanitario de la población.
Kranear conversó por medio de una red de mensajería con el dirigente villero Alejandro “El Pitu” Salvatierra, para que describa cómo están conviviendo los vecinos y vecinas de su barrio, la Villa 15 de Villa Lugano, también conocida como Ciudad Oculta, con una realidad tan novedosa como angustiante, que viene a sumarse a la larga serie de faltas y derechos vulnerados que sufre gran parte de la comunidad.
El Pitu, junto a un grupo de compañeros y compañeras, fundaron y militan en la agrupación villera “Mugica Vive”, que desde hace varios años tiene presencia territorial en la villa. Durante los años de gobierno kirchnerista supo ser un puente entre los vecinos y vecinas y el Estado nacional. Con el programa de asjute de Cambiemos, pasaron de atender un comedor, a tres. Durante los primeros tres meses de gobierno del Frente de Todos, los sostuvieron, Y hoy, con la pandemia, esos espacios comunitarios son oro en polvo para cientos de familias de la zona.
Kranear: ¿Cómo se están organizando para sostener el funcionamiento de los comedores?
Pitu: No hubo tantos cambios entre el antes y después de la cuarentena. Más que nada extremamos las medidas de seguridad para que todos los que cumplen una tarea allí estén seguros. La verdad es que es conmovedor el compromiso que tienen esos compañeros y compañeras. Cocinaron todos los días desde que empezó este problema, sábado, domingos, feriados, salvo ayer domingo 29/3, que se tomaron el día para descansar. Tienen un corazón enorme y se desvivieron para garantizarle un plato de comida a la gente.
Las mujeres que sostienen las cocinas de los comedores descansaron un solo día desde que comenzó la cuarentena obligatoria.
Entre los tres espacios comunitarios atienden a casi ochocientas personas por día, su. En el comedor comunitario “Ayudame A Ayudar” de la Villa 15 (casa 16 de la manzana 28) le dan de comer a 420 personas, entre grandes y chicos, tanto al mediodía como a la noche. En el comedor “Mugica Vive” del Barrio Scapino, un asentamiento con forma de pasillo (casa 36 de la manzana 2), durante la cena se atiende a 85 personas, entre chicos y grandes. Por último, en el comedor “Barrio Obrero”, en Castañares 6500, todos los mediodías reciben a 280 personas, entre chicos y grandes.
Alejandro cuenta que en los tres casos, cuyo abastecimiento depende del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el promedio de aumento de gente que comenzó a acercarse con la cuarentena, supera el veinte por ciento.
“Creemos que lo más complejo se va a empezar a vivir esta semana, porque la gente hasta ahora se estuvo arreglando con los pesos que tenían de ahorro, en un cajón, y lo mismo con los alimentos, y ahora, con la extensión, vamos a tener mayor demanda en los comedores”, dice, y agrega que “el Gobierno porteño se comprometió a que el aumento de las raciones se iban a hacer efectivas mañana –por el martes-. Estamos esperando que así sea. Hasta ahora venimos resolviendo todo tipo de problemas con los recursos que tenemos a mano.
Los comedores abren al mediodía y la noche.
K: ¿Cómo ves que está llevando la gente del barrio esta situación?
Pitu: La gente del barrio tiene un sentimiento ambiguo. Por una parte recibe mucha información de parte de los medios, que en algunos casos los ponen en estado de alarma y en otro de psicosis, pero por otro lado nadie conoce ni a uno que se haya infectado. Entonces siento que la gente se relaja. En general la cuarentena arrancó con bastante compromiso y cumplimiento, y a medida que fueron pasando los días todo se fue relajando. Acá se dice que es una “enfermedad de chetos”. Si bien en nuestros barrios el movimiento no es igual a cualquier otro día de la vida normal, porque ha bajado mucho, a mi entender me parece que falta bastante para llegar al ideal. Esperemos que después del anuncio de ayer del presidente, esta semana la gente tome mucha más conciencia.
K: Ayer desde la Quinta de Olivos, Alberto dedicó un pasaje del discurso a los vecinos y vecinas de los barrios humildes. ¿Crees que llegó el mensaje? ¿Te parece que funcionará esta idea de “Quédate en tu barrio” más que “Quédate en casa”?
Pitu: Creo que el mensaje llegó, sí, porque siempre genera un impacto especial que te hablen en primera persona. Queda claro que gobierno está atento a esta situación. Con respecto a la propuesta de quedarse en el barrio, me parece una alternativa loable, ya que por un lado el virus acá no llego, y por otro lado se hace muy difícil cortar la circulación interna. Lo ideal sería que todos nos quedemos en casa, pero como todos sabemos en los barrios como el nuestro hay mucha gente que vive al día. Ayudan mucho las medidas económicas que tomo el gobierno en favor de nuestra gente.
Veinte por ciento aumentó la cantidad de familias que asisten a los tres comedores.
K: ¿Qué te parece el manejo de la crisis de parte del gobierno nacional?
Pitu: Me parece que Alberto Fernández lo está manejando muy bien, por lo menos hasta ahora, ya que es muy claro y conciso, y no le tembló el pulso para tomar algunas decisiones. Ayer cuando dijo que cuando la economía se cae, se puede levantar, pero no así con las vidas humanas, me parece que es un claro ejemplo de dónde está parado hoy el Gobierno nacional.
También hay que destacar que los gobernadores, el gobierno porteño y hasta los intendentes de Cambiemos, por lo menos hasta ahora van entendiendo que en este momento es importante la unidad. En líneas generales creo que la dirigencia nacional está manejando bastante bien la situación.
K: Alberto se refirió al cuidado de los adultos mayores.
Pitu: Sí, a mí, que vivo en la villa, me preocupan en especial los abuelos, que en su mayoría viven solos, y también los chicos adictos al paco, que también son población de riesgo para este virus. Espero que todos juntos podamos tomar conciencia y seguir haciendo un gran esfuerzo para cumplir la cuarentena y que esto se termine pronto.
Alejandro y Débora, su compañera de vida y militancia. Foto: Ramiro Abrevaya.