Por Giselle Tepper. Foto portada: Tomás Cuesta.
Las Abuelas buscan a tres generaciones
Cada vez que las Abuelas de Plaza de Mayo anuncian la restitución de una identidad es una alegría popular. Alguien aparece, vuelve, se encuentra. Es libre. Las Abuelas empezaron a juntarse en 1977, en pleno terrorismo de Estado, buscando a dos generaciones: a sus hijas y sus bebés nacidos en cautiverio o secuestrados con la familia. 48 años después, la búsqueda incluye a tres generaciones: también a sus bisnietos y bisnietas.
Cuentan las Abuelas que seis meses después del inicio de la marcha de las Madres en la pirámide de Plaza de Mayo en abril de 1977, “una madre que también era abuela se apartó de la ronda y preguntó: ´¿Quién está buscando a su nieto, o tiene a su hija o nuera embarazada?´. En ese momento, fuimos doce las mujeres que comprendimos que debíamos organizarnos para buscar a los hijos de nuestros hijos secuestrados por la dictadura. El sábado siguiente, 22 de octubre de 1977, nos reunimos por primera vez e iniciamos una lucha colectiva que continúa hasta hoy”.
Las Abuelas salieron a luchar. Buscaban a sus hijas embarazadas y con los meses también a sus nietos y nietas que debían haber nacido en cautiverio en las condiciones inhumanas de los centros clandestinos. La búsqueda de las Abuelas logró la solidaridad de muchas personas en todos estos años. Pero en los primeros fue fundamental el apoyo de científicos y científicas con quienes llegaron a formular el índice de Abuelidad que permitió identificar a los nietos y nietas en ausencia de sus madres y padres. La genética consiguió encontrar una forma de restituir la identidad robada por el terrorismo de Estado.
La búsqueda de los nietos y nietas se orientó a quienes nacieron entre 1975 y 1983 y fueron apropiados en el plan sistemático de robo de bebés por parte del terrorismo de Estado y su antesala, la Triple A. Con los años y los testimonios de sobrevivientes se conocieron relatos de los partos en cautiverio en los centros clandestinos de la dictadura y también la información sobre embarazos que no llegaron a término debido a las torturas, los tormentos o al asesinato de la mujer embarazada.
Una dictadura con bebés desaparecidos
Las desapariciones forzadas fueron sistemáticas en la dictadura genocida cometida en Argentina. Cientos de centros clandestinos, asesinatos, exilio, presos políticos y presas políticas, vuelos de la muerte, secuestros, tormentos, torturas, delitos sexuales, robo de bienes, censura, persecución. La miseria planificada impuesta con otro plan sistemático: el exterminio. 30.000 detenidos-desaparecidos en su mayoría trabajadoras y trabajadores organizados, militantes sociales, barriales, políticos, estudiantiles, sindicales, culturales, religiosos. Y bebés que nacieron en los centros del horror y fueron robados.
Lo que pasó con los niños y niñas después del parto o el secuestro con la familia fue diferente en cada caso. La mayoría de los bebés nacidos en cautiverio fue víctima del delito de apropiación. Para que el plan sistemático de robo de bebés haya sido posible fue necesaria la participación de sectores civiles como integrantes del Poder Judicial, la Iglesia, centros de adopción, médicos y enfermeras, entre otros.
Los casos resueltos hasta ahora por Abuelas de Plaza de Mayo en sus 48 años de lucha son 140. El número inicial de la búsqueda fue de 500 por la reconstrucción de las denuncias de las familias. Pero la cifra exacta, el destino de los bebés apropiados y de los cuerpos de las madres que siguen desaparecidos casi 50 años después, solamente lo saben los genocidas y los partícipes civiles. Todo está en sus pactos de silencio.
Soy de Abuelas
Desde hace 48 años las Abuelas y las familias buscan a personas desaparecidas con vida. Los nietos y nietos faltan en cada familia, pero también en el conjunto de la sociedad. Puede ser el compañero de trabajo de alguien, o ese pibe con el que jugás al fútbol, puede ser la piba que es amiga de tu amigo, puede ser tu tía, el vecino, el profesor, y así por todas partes. Desde hace algún tiempo las Abuelas ya piensan que pueden ser bisabuelas porque esos nietos y nietas que todavía no aparecieron pueden haber tenido hijos y al no haberse resuelto la vulneración del derecho a la identidad, el delito pasa de generación en generación. Así que algún bisnieto puede ser tu compañero de colegio, o el amigo de tu hija. Por eso Soy de Abuelas también propone conocer el trabajo de las Abuelas y con esa información acompañar la búsqueda, ser parte.
El ajuste del gobierno de La Libertad Avanza y la persecución hacia los organismos de derechos humanos llevó a que este año las Abuelas también fortalezcan la campaña de donación para poder sostener las diferentes áreas que trabajan para buscar, encontrar y acompañar a las personas con dudas sobre su identidad, para investigar denuncias, para sostener las querellas en los juicios por delitos de lesa humanidad, el archivo biográfico, entre otras tareas del organismo.
En 2025 las Abuelas de Plaza Mayo, organismo de derechos humanos reconocido por el pueblo argentino y el mundo, pero despreciado por el gobierno de Milei y Villarruel, propone manifestar el apoyo a su lucha. Tal vez como una hinchada, un tatuaje, una canción, una pintada, una camiseta o una bandera: Soy de Abuelas.
Una búsqueda familiar
Las Abuelas tienen su sede central en la Ciudad de Buenos Aires, donde se organizan en una comisión directiva, que desde hace algunos años ya no está únicamente integrada por abuelas, sino también por nietas y nietos restituidos, y en cuyas reuniones también participan otros familiares, como tías. En estos encuentros tratan temas de agenda y también festejan cumpleaños. Cada movimiento dentro de la institución se hace abrazando la idea de familia. Así las Abuelas van construyendo la continuidad de su organismo, con sus nietos y nietas al lado. Además, tienen filiales en La Plata, Mar del Plata, Córdoba y Rosario y nodos en distintos lugares del país para sostener la búsqueda territorial y también la internacional, a través de articulaciones fuera del país.
En tiempos en los que el gobierno de Milei desmantela políticas de Memoria, Verdad y Justicia, mientras ejecuta la miseria planificada, las Abuelas nos necesitan. Sumate y vos también decí: Soy de Abuelas.
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Si tenés dudas, información o querés hacer tu aporte a Abuelas, ingresá en www.abuelas.org.ar