Fotos: Sol Sábato

En la noche del pasado sábado 22 de noviembre, arribó al Coliseo Podestá de la ciudad de La Plata Lisandro Aristimuño, uno de los artífices fundamentales de nuestro rock nacional. Lo hizo en clave de trío, un reciente ensamble que incluye a dos históricos de su formación original: Lucas Argomedo en bajo y Martín Casado en batería.

Un mes y medio después de presentarse en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, con localidades agotadas, el músico brilló en escena a lo largo de casi dos horas y media de show, ofreciendo un atractivo repaso por diversas etapas de su catálogo musical. Jugando con el factor de lo imprevisible que cada concierto ofrece, Aristimuño apuesta a una nueva sonoridad para sus canciones, invitándonos, con sentido de experimentación, a un compacto recorrido por infaltables de su repertorio.

El destacado cantautor argentino no piensa la reducción de instrumentos e integrantes de su banda como pérdida, sino como un terreno fértil para reconfigurar la energía de las canciones: la voz y la guitarra pueden alternar plano e incluso alterar ciertos arreglos; el bajo puede desplazarse entre la pulsación rítmica, la armonía y el color tímbrico; y la batería puede transformar la base rockera en un tejido mutable. En dicho marco de reinvención permanente, la utilización de una consola de sonidos y otros dispositivos para efectos en vivo potencia el interés de una propuesta que amalgama diversas influencias y expande la concepción musical de un artista siempre sorprendente y original.

El ya habitual uso de sampleos como declaración de intenciones expresivas y el gusto de Lisandro por manipular las convenciones genéricas lleva al extremo la exploración sonora, permitiendo al trío gestar capas superpuestas de sonido dentro el propio cuerpo compositivo. De este modo, se reconstruye la complejidad que conlleva el acto de reinterpretar, dejando que cada instrumento dispuesto sobre el escenario asuma funciones múltiples. Uno a uno, los diferentes pasajes del recital generan microclimas que trasladan clásicas composiciones del autor hacia territorios inéditos sin perder su esqueleto esencial, y apoyándose -a menudo- en largos tramos instrumentales sostenidos en soberbios solos de guitarra comandados por Lisandro.

Lisandro se presentó en el Podestá en formato trío.

En un marco de celebración y reflexión sobre una carrera solista que congrega hasta la fecha ocho discos de estudio, hubo espacio para ofrecer al público local algunas de sus composiciones más representativas —y premiadas— de su presente, pertenecientes a “Criptograma” (2020) y “El Rostro de los Acantilados” (2024). Comunicativo con el público, el carismático cantautor patagónico recordó ciertos episodios fundamentales de su trayectoria: el dúo folclórico junto a Raly Barrionuevo (con quien editó el disco “Hermano Hormiga”, en 2019, y no descarta una futura colaboración), así como los pormenores de la grabación -en tan solo tres días - de su placa debut, “Azules Turquesas” (2004), veintiún años atrás.

Luego de exitosas paradas en ciudades como Córdoba y Rosario -entre otros puntos de Argentina-, y de cara a un fin de gira anunciado para el próximo 17 de diciembre en el Patio del Konex, Aristimuño reafirmó su intacta conexión con la audiencia local, de quien recibió -de principio a fin- conmovedores gestos de cariño y el contagioso festejo de este formato arriesgado que afirma la constante búsqueda del talentoso músico de cara a nuevas fronteras creativas.

Lista de canciones

Tu Mundo / Señal 1 / Para Vestirte Hoy / Green Lover / Tu Nombre y el Mío / La Última Prosa / Sombra 1 / Blue / Elefantes / Vida / Hijo del Sol / Pozo / Azúcar del estero / How Long / Una Flor / Tu Corazón / Me Hice Cargo de tu Luz