Por Kranear
Pila de libros es una cuenta de Instagram, creada en septiembre de 2019, por Nacho Damiano, para hablar de literatura, lecturas, libros, que dos meses después creció y sumó un podcast, al que se sumó la cantante Julieta Venegas.
En ocho episodios, que arrancaron antes de que termine el 2019, y terminó con la irrupción del Covid/19, conversaron en vivo con Leonardo Oyola, Belén López Peiró, Mariana Enríquez (x 2), Tamara Tenenbaum, Martín Kohan (x 2) y Iosi Havilio. La cuenta de Instagram, mientras tanto, creció de manera exponencial, hasta conformar una comunidad de quince mil almas que interactua de manera febril de la mano de su administrador, Nacho, que alimenta la cuenta con mucho posteo en la sección de noticias, historias, sorteos, secciones y respuestas para todos los comentarios.
En cada uno de esos encuentros, el autor o autora tenía la consigna de hablar sobre un libro particular, por las razones que sea, que no sea propio, y aparte se conversaba sobre uno propio, su obra, el estilo. Así fue que a lo largo de más de dos meses, en Pila de libros se charló sobre el género fantástico, el registro del terror, la novela negra, el feminismo popular y el lenguaje inclusivo, la dictadura genocida del 76, la no ficción, el cambio de gobierno y la lectura como una práctica que cambia vidas. Damiano aportó su larga trayectoria en materia literaria, y Venegas una frescura tan cristalina como sus canciones.
Cuando la pandemia le puso un freno a casi todas las actividades, hubo que reinventarse. Y Nacho lo hizo, porque es un tipo inquieto, propositivo, y se la jugó con una idea que comenzó a darle vuelta en la cabeza en pleno confinamiento: crear una web para intercambiar libros.
El sitio se llama Piladelibros.com, y ya está en línea. Hay libros disponibles de Clarice Lispector, Isabel Allende, Alan Pauls, Gabriel García Marquez, Ana María Shua, Ana Correa y Claudia Piñero, entre tantos otros.
Damiano explica su funcionamiento: “Elegimos un libro de nuestra biblioteca que no queramos releer (uno bueno, tratamos de tomarlo como una recomendación a une amigue, no nos deshacemos de “lo que sobra”) y lo ofrecemos. Elegimos otro libro, en este caso uno que deseamos (puede ser uno en concreto, une autore, un género, etc.) y por último, establecemos la ciudad en la que vivimos”.
Para que se produzca la coincidencia, del otro lado de la línea tiene que hacer clic algún interesado o interesada.
“A partir de ahí hay que a esperar el match: si alguien que vive más o menos cerca tiene lo que busco y está interesado en lo que ofrezco, me solicita el intercambio, y lo hacemos. Sencillo pero efectivo”, resume Nacho.
La idea viene a consolidar una iniciativa que ya estaba funcionando como sección en la cuenta de Instagram, y con la que ya habían logrado que la comunidad intercambiase trescientos libros.
Damiano, Venegas y Leo Oyola, en el estudio, en la vieja normalidad
“Respetando todos los protocolos, les usuaries se intercambiaban los libros, se los mandaban por mensajería, etc. Y ahí me decidí a transformarlo en un sistema que permita un canje más eficaz, más cómodo y más divertido: en la web podés buscar por libro ofrecido, por libro buscado y por zona de residencia”, detalla Damiano.
El proyecto es “web responsive”, o sea que el sitio de internet se adapta al tamaño de la pantalla de cualquier dispositivo móvil con el que uno navegue. El sistema ya tiene usuarios de todo el país y muchos lugares del mundo de habla hispana como Santiago de Chile, Montevideo, Madrid y Barcelona. “También en Berlín, donde por suerte la comunidad latina es enorme”, suma el creador de Pila de libros.
Damiano tiene un poco menos de cuarenta años, es licenciado en Letras de la UBA y la literatura es la gran pasión de su vida. Entrevistó a medio mundo, escribió reseñas, organizó mesas de debate y lee sin parar desde hace muchos años. El dueño de un bar de al lado de su casa lo sabe bien, porque suele recibir sobres a su nombre, con libros de cuentos, novelas, poemarios, de parte de editores, autoras, otros lectores.
Cuando hubo que cortar el podcast, y guardarse en casa por el aislamiento social y obligatorio, Damiano sostuvo la llama de Pila de libros con una columna semanal en el programa Sexy Pipol, conducido por Clemente Cancela, en la Radio Congo. Fue así también Cientos de seguidores se sumaron a la comunidad de los pileros y pileras.
Desde su casa, y con mucho entusiasmo, Nacho compartió una serie de recomendaciones, propuestas y sugerencias relativas a la lectura, para sobrellevar el confinamiento en casa, con llamados a entregarse a la narrativa, a la poesía, el ensayo, porque todos podemos encontrar un goce en la literatura, y hubo capítulos para hablar de la vida y obra de Julio Cortazar, los diarios de escritores como Kafka y Pizarnik, las crónicas de Hebe Uhart, el género de la novela gráfica o los audiolibros, aparte de repasar unas cuantas buenas biografías, entre otros asuntos.
“En un momento como el que estamos viviendo, conocer gente con la que compartimos los gustos y las pasiones no es algo menor. Y, por si fuera poco, permite leer libros nuevos aunque el bolsillo no acompañe tanto”, apunta. Está orgulloso de haber impulsado el nacimiento y crecimiento de una comunidad, que se podría denominar organizada, como pregonaba Juan Perón. “Salimos todos juntos o no sale nadie”, apunta Nacho, con un pie en el barro de la realidad nacional.
“Un libro solo es un libro cuando está siendo leído, el resto del tiempo es un amasijo de tinta y papel estacionado en un estante”, recuerda Damiano, via WhatsApp, e insiste que su gran objetivo es “contagiar el entusiasmo por la lectura y el amor por los libros, y sobre todo, las ganas de hacer cosas, de conocer nueves autores”.
A Nacho se lo puede contactar en su cuenta de correo, nachodamiano@gmail.com
Pila de libros es una cuenta de Instagram, creada en septiembre de 2019, por Nacho Damiano, para hablar de literatura, lecturas, libros, que dos meses después creció y sumó un podcast, al que se sumó la cantante Julieta Venegas.
En ocho episodios, que arrancaron antes de que termine el 2019, y terminó con la irrupción del Covid/19, conversaron en vivo con Leonardo Oyola, Belén López Peiró, Mariana Enríquez (x 2), Tamara Tenenbaum, Martín Kohan (x 2) y Iosi Havilio. La cuenta de Instagram, mientras tanto, creció de manera exponencial, hasta conformar una comunidad de quince mil almas que interactua de manera febril de la mano de su administrador, Nacho, que alimenta la cuenta con mucho posteo en la sección de noticias, historias, sorteos, secciones y respuestas para todos los comentarios.
En cada uno de esos encuentros, el autor o autora tenía la consigna de hablar sobre un libro particular, por las razones que sea, que no sea propio, y aparte se conversaba sobre uno propio, su obra, el estilo. Así fue que a lo largo de más de dos meses, en Pila de libros se charló sobre el género fantástico, el registro del terror, la novela negra, el feminismo popular y el lenguaje inclusivo, la dictadura genocida del 76, la no ficción, el cambio de gobierno y la lectura como una práctica que cambia vidas. Damiano aportó su larga trayectoria en materia literaria, y Venegas una frescura tan cristalina como sus canciones.
Cuando la pandemia le puso un freno a casi todas las actividades, hubo que reinventarse. Y Nacho lo hizo, porque es un tipo inquieto, propositivo, y se la jugó con una idea que comenzó a darle vuelta en la cabeza en pleno confinamiento: crear una web para intercambiar libros.
El sitio se llama Piladelibros.com, y ya está en línea. Hay libros disponibles de Clarice Lispector, Isabel Allende, Alan Pauls, Gabriel García Marquez, Ana María Shua, Ana Correa y Claudia Piñero, entre tantos otros.
Damiano explica su funcionamiento: “Elegimos un libro de nuestra biblioteca que no queramos releer (uno bueno, tratamos de tomarlo como una recomendación a une amigue, no nos deshacemos de “lo que sobra”) y lo ofrecemos. Elegimos otro libro, en este caso uno que deseamos (puede ser uno en concreto, une autore, un género, etc.) y por último, establecemos la ciudad en la que vivimos”.
Para que se produzca la coincidencia, del otro lado de la línea tiene que hacer clic algún interesado o interesada.
“A partir de ahí hay que a esperar el match: si alguien que vive más o menos cerca tiene lo que busco y está interesado en lo que ofrezco, me solicita el intercambio, y lo hacemos. Sencillo pero efectivo”, resume Nacho.
La idea viene a consolidar una iniciativa que ya estaba funcionando como sección en la cuenta de Instagram, y con la que ya habían logrado que la comunidad intercambiase trescientos libros.
Damiano, Venegas y Leo Oyola, en el estudio, en la vieja normalidad
“Respetando todos los protocolos, les usuaries se intercambiaban los libros, se los mandaban por mensajería, etc. Y ahí me decidí a transformarlo en un sistema que permita un canje más eficaz, más cómodo y más divertido: en la web podés buscar por libro ofrecido, por libro buscado y por zona de residencia”, detalla Damiano.
El proyecto es “web responsive”, o sea que el sitio de internet se adapta al tamaño de la pantalla de cualquier dispositivo móvil con el que uno navegue. El sistema ya tiene usuarios de todo el país y muchos lugares del mundo de habla hispana como Santiago de Chile, Montevideo, Madrid y Barcelona. “También en Berlín, donde por suerte la comunidad latina es enorme”, suma el creador de Pila de libros.
Damiano tiene un poco menos de cuarenta años, es licenciado en Letras de la UBA y la literatura es la gran pasión de su vida. Entrevistó a medio mundo, escribió reseñas, organizó mesas de debate y lee sin parar desde hace muchos años. El dueño de un bar de al lado de su casa lo sabe bien, porque suele recibir sobres a su nombre, con libros de cuentos, novelas, poemarios, de parte de editores, autoras, otros lectores.
Cuando hubo que cortar el podcast, y guardarse en casa por el aislamiento social y obligatorio, Damiano sostuvo la llama de Pila de libros con una columna semanal en el programa Sexy Pipol, conducido por Clemente Cancela, en la Radio Congo. Fue así también Cientos de seguidores se sumaron a la comunidad de los pileros y pileras.
Desde su casa, y con mucho entusiasmo, Nacho compartió una serie de recomendaciones, propuestas y sugerencias relativas a la lectura, para sobrellevar el confinamiento en casa, con llamados a entregarse a la narrativa, a la poesía, el ensayo, porque todos podemos encontrar un goce en la literatura, y hubo capítulos para hablar de la vida y obra de Julio Cortazar, los diarios de escritores como Kafka y Pizarnik, las crónicas de Hebe Uhart, el género de la novela gráfica o los audiolibros, aparte de repasar unas cuantas buenas biografías, entre otros asuntos.
“En un momento como el que estamos viviendo, conocer gente con la que compartimos los gustos y las pasiones no es algo menor. Y, por si fuera poco, permite leer libros nuevos aunque el bolsillo no acompañe tanto”, apunta. Está orgulloso de haber impulsado el nacimiento y crecimiento de una comunidad, que se podría denominar organizada, como pregonaba Juan Perón. “Salimos todos juntos o no sale nadie”, apunta Nacho, con un pie en el barro de la realidad nacional.
“Un libro solo es un libro cuando está siendo leído, el resto del tiempo es un amasijo de tinta y papel estacionado en un estante”, recuerda Damiano, via WhatsApp, e insiste que su gran objetivo es “contagiar el entusiasmo por la lectura y el amor por los libros, y sobre todo, las ganas de hacer cosas, de conocer nueves autores”.
A Nacho se lo puede contactar en su cuenta de correo, nachodamiano@gmail.com