Recién llegado de Chaco de presentar mi libro “Peronismo y deportes”, siento que viví cinco días irreales. No tengo más que palabras de agradecimiento para todos los que fueron parte de mis vivencias. Son imágenes que aún tengo latentes y que no voy a olvidar. Nunca viví momentos tan intensos, tan impresionantes. Trataré de describirlos.
La Universidad Popular de Resistencia, obra maravillosa desde todo punto de vista, fue el lugar justo para la primera presentación. Allí tuvo lugar un hecho inquebrantable para mi memoria al compartir la actividad con el compañero Jorge Capitanich. Fue un orgullo de militante que un dirigente de su talla haya presentado el libro. Indudablemente, fue una experiencia que voy a guardar por siempre. Se trata de un hombre que defiende las banderas nacionales y populares con sinceridad.
De la mano de la compañera Karina Galo pude llegar a la sede del Partido Justicialista de Resistencia y comprobar la inmensa obra que están realizando. Recorriendo sus pasillos fue emotivo ver el respeto por nuestra historia. También tuve, una vez más, la satisfacción de participar de gratos momentos con el diputado Hector “Lilo” Vega y los compañeros que lo acompañan. Un tipo fantástico, con una férrea convicción peronista y elocuente cariño por su tierra. En esta oportunidad pude conocerlo como dirigente político y como ser humano. Me acompañó en las dos presentaciones, en un gesto sumamente generoso.
Jara resaltó la calidez y grandeza del ex jefe de gabinete del segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el chaqueño Capitanich.
También me pude encontrar con los valiosos compañeros del Movimiento Social del Deporte (MSD) que desde siempre han sido un faro para mí. Haberlos leído, o escuchado en un puñado de encuentros de la agrupación, fueron imprescindibles para mi formación. Charlar con Raúl Bittel y Hugo Sager fue un nuevo aprendizaje. Uno más de los que me ha tocado vivir con los legendarios maestros de la Liga Justicialista del Deporte.
Chaco es una provincia con una actividad cultural enorme. Y tuve la oportuidad, durante mi corto viaje, de formar parte de un acontecimiento del que ningún compatriota se debería privar: El 22° Foro del Libro y Lectura. Me emocionó ver a miles de chaqueños en la apertura, de todas las edades. Escuchar el discurso impecable y punzante de Mempo Giardinelli a escasos metros fue enriquecedor. Creo que sólo el tiempo me puede dar la dimensión real de lo que significó estar ahí y, además, intercambiar palabras con él, un referente de la literatura iberoamericana. Desde el gobernador Domingo Peppo hasta el encuentro con viejos amigos, todo redundó en una tarde especial.
Firmarle un ejemplar a Mempo, el sueño de muchos.
En Machagai fui recibido cálidamente por toda su gente. Allí tuve la oportunidad de estar con muchos dirigentes de los clubes del lugar. Los directivos del Fortín de Pueblo Viejo me abrieron las puertas de la institución para recorrer sus instalaciones, en una acción que los describe de cuerpo entero. De la misma manera los dirigentes del Club Unión ofrecieron su hermoso salón para la segunda presentación del libro. Ellos, y su trabajo comunitario, son la demostración de la importancia que tienen las instituciones culturales, sociales y deportivas en las provincias argentinas. Tiene tres predios gigantes donde centenares de asociados van a practicar alguna actividad todos los días.
Jorge Pérez, mi amigo y referente, fue el artífice de mi visita a aquella hermosa provincia. Gracias a su generosidad pude encontrar a valiosos dirigentes, de distintas generaciones, que me aportaron el convencimiento necesario para seguir militando esta experiencia. La misma que Ediciones al arco me dio la oportunidad de realizar.
Para todos ellos sólo tengo palabras de agradecimiento.