Entrevistas Educación Gremiales

La educación pública en peligro

Los sindicatos docentes bonaerenses se plantan frente a la prepotencia de Vidal y Macri. Habla una delegada de Suteba.

26 de Febrero de 2017

Por Santiago Alonso

Los docentes de la provincia de Buenos Aires van a un paro nacional el 6 y 7 de de marzo porque la última propuesta salarial de la gobernadora María Eugenia Vidal fue igual de escandalosa que la primera: cuatro cuotas trimestrales de 250 pesos cada una, hasta 2018. Ellos quieren recuperar el 10 por ciento del salario perdido contra la inflación el año pasado y quedar por arriba de la cifra que golpeará los bolsillos durante 2017.

El año arrancó picado, con asambleas, paros y movilizaciones de parte de los seis sindicatos bonaerenses del sector, debido en especial a la intención oficial de no convocar a una paritaria nacional y tirarle la pelota a las provincias para que negocien en sus distritos, a lo sumo, un 18 por ciento. Por si no fuera poco, el secretario general de Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), Roberto Baradel, sufrió durísimas amenazas en contra de su familia y el Poder Ejecutivo lanzó una campaña mediática para desprestigiar y carnear el paro docente, de la mano un ejército de usuarios digitales pagos, entre ellos, un ex servicio de inteligencia que operó durante la dictadura genocida del 76.

Hay que sumar también el desmantelamiento de herramientas como Conectar Igualdad, Fines, Orquestas juveniles y el Plan de Lectura, que dejan sin su fuente de ingreso y vocación a miles de trabajadores y sin chances de ser incluidos a los beneficiarios. Por otro lado, los sindicatos denuncian que el gobierno provincial recortó el presupuesto para educación por casi 16 millones y medio de pesos, con la intención de desfinanciar el sistema educativo, y está disminuyendo de modo drástico la cantidad de materiales e insumos que necesitan los establecimientos educativos, como así también la mercadería para los comedores y una importante serie de obras de infraestructura frenadas.

Para dar testimonio de esta dramática situación, entrevistamos a la docente Celia Peralta, quien además es vocal suplente del sindicato Suteba de Morón y delegada en el distrito de Merlo. Trabaja en dos escuelas: la número 63 de Merlo y la 216 del distrito de La Matanza.

¿Cómo ves la situación del sector educativo hacia el comienzo de las clases y qué opinás sobre la gestión en educación de la Alianza Cambiemos?

La situación con este gobierno es muy complicada. Para nosotros este proyecto intenta dejarnos fuera del reparto de la torta, cuando con el anterior discutíamos qué porción nos correspondía. Difícilmente lleguemos a un acuerdo que recomponga nuestro salario, porque vemos una política que se viene implementando en contra de todos los trabajadores y en beneficio de los sectores económicos que ellos representan. Ni hablar de la gestión educativa, con un gran aporte de los medios concentrados. Fijate en este titular del miércoles 15 en Infobae: "Radiografía del mapa educativo argentino: más docentes y menos alumnos". O sea, para ellos nosotros somos un gasto a reducir. Es una clara muestra de la intención de achicar la inversión del Estado en todo: presupuesto educativo, comedores, infraestructura, etc. Eliminación de planes como el conectar Igualdad, una herramienta my útil en la educación. Estaría todo el día enumerando las conquistas que perdemos día a día con este Gobierno y las que perderemos todavía. Pero considero que nuestro mayor problema no reside exclusivamente en las medidas del Gobierno, sino en cuánto vamos a poder sostener medidas de resistencia a dichas políticas de desinversión.

¿Cómo afectaron las políticas económicas del gobierno en el sector docente?

Por un lado vemos que se están cerrando grados y, por otro, grados superpoblados con treinta y cinco, cuarenta o más alumnos, y no nombran el personal necesario para asistir a los docentes; tampoco los desdoblan. A compañeros que estaban de licencia por afecciones graves, ya sea por discapacidades físicas, psíquicas o enfermedades crónicas, les están levantando las licencias o les reducen los tiempos o sesiones en sus tratamientos. Los manuales, netbooks, carros informáticos, equipos de laboratorio, cajas con películas y videos educativos, guardapolvos y útiles que se entregaban en las escuelas ya no vienen y, otra vez, los padres deben comprar los libros a sus hijos. Nosotros, hace varios años que ya no les pedíamos manuales a los chicos. Te doy un ejemplo que pasa en todas las escuelas. Los carros informáticos equipados con treinta computadoras, un proyector, una impresora y una cámara fotográfica, no los podemos usar porque no hay quién venga a desbloquear las netbooks. Lo hacían los técnicos de Conectar, pero ya no queda personal que lo haga ni plan que continúe. Lo más doloroso es la otra mirada que nos quieren imponer como sociedad. La mercantilista, ubicar sobre los derechos humanos la ley del más fuerte, la competencia y el sálvese quien pueda.

Mientras el fantasma de la Carpa Blanca ronda por nuestra memoria, ¿te parece que volveremos a esa situación terrible que creíamos superada?

Creo que nada vuelve como antes, inclusive las políticas que están implementando son más feroces que en los 90. Cuando asumió la Alianza Cambiemos, teníamos un país desendeudado, con un mercado interno fortalecido y leyes que defendían a los trabajadores. La Carpa Blanca fue un momento de lucha de toda la clase trabajadora y otro punto de la crisis. Creo que, por ahora, hay un colchón que dejó el kirchnerismo, el cual les da más tiempo para el despojo. Lo bueno es que hoy está más a la luz ese proceso, no como hace casi treinta años cuando todo parecía amañado.

Se comenta que fueron muchos los docentes que votaron a la Alianza Cambiemos. ¿Fue así?

Yo no tengo esa seguridad. No hay datos que lo avalen. Sí podemos ver zonas del país donde los medios concentrados tuvieron mucha influencia. Cuando salís de Buenos Aires se escuchan muy pocas voces opositoras al actual gobierno. Cadena 3 es la única que se escucha en todas las provincias. Pero no es el único factor, aunque para mí es el más importante. Hay sectores de la población que se sienten de clase media y eso los aleja de la ideología del trabajador, entonces, ven como enemigo al pobre y al rico como símbolo de progreso.

¿Cuál es la situación del Plan Fines hoy?

El Gobierno ya dejó clara su postura, al decir que dichos planes deterioran la educación pública porque se convirtieron en un instrumento político, donde se destinan fondos del Estado innecesariamente. Ya sabemos que pesa sobre dicho plan la condena a muerte. Tenía razón Cristina: donde ellos ven un gasto, nosotros veíamos una inversión en la sociedad misma.

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