10 de Junio de 2019
Por Diego Bandieri6/5: En un intento por recuperar la iniciativa política, tranquilizar a los mercados y trabar la unificación del peronismo, el presidente Mauricio Macri convocó a la “Oposición racional” a firmar un acuerdo de gobernabilidad, con diez puntos. La jugada se desinfló rápidamente, ya que ni Massa ni Lavagna ni ningún actor político de peso se prestó para la foto. La respuesta del kirchnerismo con sus cuatro puntos al estilo Lula (desayuno, almuerzo, merienda y cena) terminó bajándole definitivamente el precio a la iniciativa.
9/5: Cristina Fernández de Kirchner presentó su libro Sinceramente en la Feria del Libro. Un evento muy esperado por todo el arco político. En un día frío, de lluvia, atravesado por amenazas de bomba en estaciones de tren, Cristina no sólo no anunció su candidatura, sino que se despachó con un discurso moderado, convocando al Pacto Social e incorporando la agenda “de la derecha”, como el incremento de los planes sociales durante la era Macri.
12/5: Schiaretti arrasó en las elecciones para la gobernación de Córdoba, y obtuvo el 57% de los votos. Pese a que el candidato de Cambiemos había obtenido el 19%, la noticia no era tan mala para el gobierno: parecía erigirse un líder en el peronismo antikirchnerista. La tranquilidad en el oficialismo duraría 48 horas.
14/5: La foto de CFK rodeada de dirigentes del Partido Justicialista generó sonrisas entre muchos y maldiciones entre otros. Quince años después de su última presencia en la sede nacional del partido, y dos después de haber construido otra fuerza política, Cristina volvía a la histórica herramienta electoral del Peronismo.
18/5: Los celulares de las minorías intensas explotaron desde muy temprano. Pese a que todas las encuestas la ubicaban liderando la intención de voto como candidata a presidenta, CFK escenificaba un renunciamiento histórico a su manera: le pedía a Alberto Fernández que encabezara la fórmula.
En pocas horas, las repercusiones entre los dirigentes mostraban lo acertado de su jugada: varios gobernadores y gobernadoras, incluso jugadores y jugadoras titulares (hasta entonces) de Alternativa Federal, saludaban la fórmula: Domingo Peppo –Chaco-, Juan Manzur –Tucumán-, Rosana Bertone -Tierra del Fuego-, Gerardo Zamora -Santiago del Estero-, Lucía Corpacci –Catamarca-, Alicia Kirchner -Santa Cruz-, Sergio Casas -La Rioja-, Gustavo Bordet -Entre Ríos-, Sergio Uñac -San Juan-. Esta vez no hubo amenazas de bomba pero sí poderosos explosivos de juguete en la casa del hijo del rebelde fiscal federal Carlos Stornelli.
21/5: Macri recibía a Schiaretti en Casa Rosada, para de esa manera ahuyentar los fantasmas de que la unión del peronismo sería total. La foto con el líder del cordobesismo era un pequeño alivio para el presidente.
27/5: La Convención Radical confirmaba la pertenencia del partido a la coalición Cambiemos. Como condiciones, demandaban participación en las decisiones y espacios institucionales, mientras deslizaban que podrían presentar un candidato propio en una eventual interna de Cambiemos.
28/5: Los intendentes peronistas de la Provincia de Buenos Aires anunciaban por Twitter la fórmula Kiciloff-Magario para disputar la gobernación con María Eugenia Vidal, cuya ascensión al panteón nacional (el Plan V) parecía definitivamente olvidada, para tranquilidad de Marcos Peña.
29/5: Se produjo el Paro Nacional más importante desde que Macri asumió el gobierno. La CGT en pleno (incluso los dirigentes más reacios a poner palos en la bicicleta), la CTA y los movimientos sociales, paralizaban el país.
5/6: Lavagna anunciaba su candidatura a presidente por fuera de Alternativa Federal. Miguel Pichetto reconocía que el candidato a presidente por esa fuerza sería Juan Manuel Urtubey y que votaría a Macri en un eventual ballotage.
Ardua tarea tendrían los buscadores de brotes verdes para encontrar alguno en los sucesos del último mes (para facilitar su trabajo, omitimos cualquier indicador macroeconómico). Todo pareciera indicar que el peronismo finalmente jugará unido en las próximas elecciones (más allá de lo que termine haciendo Sergio Massa, cuya conducción es puesta en duda a diario por dirigentes que negocian directamente con los armadores de Alberto Fernandez).
De la nutrida mesa de gobernadores y presidenciables que alimentaban Alternativa Federal sólo quedaron un senador nacional y un gobernador cuyos mandatos vencen en diciembre. Las intentonas del gobierno por bajar a Kiciloff de la disputa en Provincia (por un problema de papeles), por mostrar a Alberto Fernández como un paciente casi terminal en el Sanatorio Otamendi o la increíble pirueta para rehabilitar las colectoras que el propio Mauricio Macri impidió por decreto, dan cuenta de la debilidad del gobierno, lo que se cristaliza en los nulos resultados que consigue en sus convocatorias para ampliar Cambiemos.
En ese contexto, se publican encuestas que muestran un Macri triunfante en segunda vuelta. Entre los movimientos en las mesas de arena y las encuestas, hay algo que no cierra. Siempre se ha dicho que los dirigentes peronistas tienen la pituitaria muy entrenada, y huelen la muerte antes de que se produzca. El tiempo dirá si sus glándulas gozan de buena salud o debemos arrodillarnos ante las barbas del rey Durán.
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