Agradezcan que buscamos justicia y no venganza

• Por Jimena Arnolfi
•   7 de Marzo de 2025

Foto: Emiliano Palacios

Paro y movilización: el más lindo oxímoron. La fuerza política de las mujeres y disidencias sexuales es pura potencia. Por eso han decidido que somos el enemigo. Por desobediencia a este presente. Porque sabemos que siendo insubordinadas creamos otros mundos posibles. Otra vez, ocuparemos las calles de todo el país contra la destrucción programada del gobierno de Milei.

Este sábado 8 de marzo hacemos un paro internacional transfeminista, antirracista, antifascista, antipatriarcal y anticapitalista. En tiempos de gozosa crueldad, esta es la proclama que nos encuentra en el denominado día internacional de las mujeres. Mejor hablemos del día de la mujer trabajadora, las formales, las informales, las desocupadas, las jefas de familia, las que paran la olla, las precarizadas, las que viven de changas, las jubiladas, las estudiantes. Por los derechos conquistados, por los que faltan, por los que nos quieren quitar.

Sean todxs bienvenidxs al proceso asambleario feminista de la República Argentina.

Las que paramos las ollas en 2001, las que le hicimos el primer paro a Macri y las que impulsamos la huelga mundial del #8M con más de 50 países adheridos. Este 2025 la Asamblea Antifascista Antirracista nos sigue reuniendo luego de la multitudinaria e histórica marcha del 1 de febrero para repudiar los dichos del Presidente Milei en el Foro Económico de Davos contra las personas LGTBNBIQ+. En las asambleas de todo el país se decidió que marchamos en oposición al gobierno de la crueldad y de la violencia. Marchamos para decir que no es lo mismo coexistir con una diferencia de opinión que tolerar posiciones de odio. No se puede ser indiferente frente al fascismo. Marchamos para denunciar la utilización del Estado para promover discursos de odio.

Marchamos contra lo que el Gobierno de Milei llama “batalla cultural” que no es más que la constante promoción del odio y la destrucción de todo lo común. Marchamos para repudiar los despidos en el Estado, las políticas de ajuste y el desmantelamiento de las políticas de género. Marchamos contra el hambre, el saqueo y la crueldad.  Marchamos contra el desfinanciamiento y el vaciamiento de la salud y la educación públicas. Marchamos contra el saqueo de nuestros recursos naturales.

También denunciamos el próximo fin de la moratoria previsional (vence el 23 de marzo) que tendrá como consecuencia que 9 de cada 10 mujeres no puedan jubilarse por no tener los 30 años de aportes. Marchamos contra las políticas que precarizan nuestro presente y nuestro futuro.

Abrevamos en la fuerza colectiva para decir que no nos dejaremos arrasar. Vivimos en desventaja por ser mujeres, por ser identidades feminizadas. Como cada 8M también paramos y marchamos por los motivos de siempre. Para que dejen de matarnos, violarnos y violentarnos. Para nosotras, la existencia es resistencia y es supervivencia. Paro y movilización porque se lo debemos a todas las que no volvieron. Paro y movilización porque si no tenemos los mismos miedos, no tenemos los mismos derechos. Paro y movilización porque no sabemos a dónde está Tehuel. Paro y movilización porque en nuestro país hay un femicidio cada 24 horas. Rechazamos la intención de eliminar la figura del femicidio como delito agravante en el Código Penal. Por todas las que no pueden parar. Porque nuestras vidas valen. Paro y movilización por los travesticidios y los transfemicidios. Reclamamos la reparación histórica para la comunidad travesti trans para las y los sobrevivientes de la represión a manos del Estado. Paro y movilización por la implementación urgente y total de la Educación Sexual Integral y el derecho al aborto legal, seguro y gratuito en todo el territorio argentino. Paro y movilización porque somos trabajadoras, las formales, las informales, las desocupadas, las jefas de familia, las que no acceden a trabajos por ser quienes desean, las precarizadas. Porque estar en edad reproductiva y conseguir trabajo es misión imposible. Porque todas cobramos menos por iguales tareas. Porque el reparto de las tareas domésticas y de cuidado familiar entre varones y mujeres nunca es equitativo, siempre es injusto. Por más mujeres, lesbianas, travestis y trans gobernando, en los sindicatos, en los lugares de decisión, en los escenarios, en los festivales, en la cultura, en la comunicación. Por la ampliación de derechos. Por la soberanía de nuestras decisiones. Por nuestra autonomía. Por nuestra salud. Por nuestra vida. Por nuestras libertades. Porque a nuestra libertad no la regula el mercado. Contra todos los fascismos. Basta de violencia machista. Razones sobran.  ¿Tienen miedo de los feminismos porque creen que vamos a hacer con ustedes lo mismo que hacen con nosotras? Paro y movilización. Es ahora y es urgente. Nos vemos en la calle.