Patria Grande Internacionales

Casi un siglo de Fidel

A 99 años de su nacimiento, el militante social rosarino Jesús Rivero, escribe una breve y condensada biografía del líder de una revolución Cubana que todavía hoy resiste el bloque económico de los Estados Unidos. Fidel fue el dirigente más influyente del siglo pasado y su vigencia sigue intacta. Ha convocado a propios y extraños, porque eso produce un líder: admiración y rechazo, amor y odio. Sus visitas a la Argentina y su rol en la conformación de una nueva Patria Grande.

Fidel Alejandro Castro Ruz nació el 13 de agosto de 1926 en Birán, antigua provincia cubana en la zona oriente de la isla. Hijo de Ángel Castro Argiz y Lina Ruz González. Su padre era un migrante español (gallego) que al llegar a Cuba había conseguido cierta propiedad y,  campesino de arraigo, en ella se dedicó a la producción cañera. Su madre provenía de una familia campesina acomodada de la Provincia de Pinar del Río.

Inquieto, observador, audaz y agudo en sus reflexiones, Fidel Castro comenzó sus primeros estudios en la escuela pública de Birán, continuando los siguientes niveles educativos en escuelas particulares católicas en la ciudad de Santiago de Cuba. En 1945 se graduó de bachiller en letras en el colegio de Belén en la Habana, perteneciente a la compañía de Jesús.

Entonces ingresó a la Universidad de La Habana para prepararse en Ciencias Sociales y Derecho, Nacional e Internacional.

En el ambiente universitario se integró a las luchas socio-políticas de su época, ocupando diversas posiciones en la Federación Estudiantil Universitaria. De ideología marxista-leninista, favorable a las causas justas, libertarias y populares, se integró pronto a actividades revolucionarias como las del Comité Pro Independencia de Puerto Rico.

Fidel Castro tenía 25 años cuando fue designado, por el Partido del Pueblo Cubano, como candidato al Congreso en las elecciones previstas para junio de 1952, pero el 10 de marzo de ese mismo año se produjo el golpe de Estado del coronel Fulgencio Batista Zaldívar, siendo Fidel uno de los primeros en denunciar el carácter reaccionario e ilegítimo del régimen de facto y llamar a su derrocamiento.

El 26 de julio de 1953 comandó el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, plan que incluía tomar también el cuartel de Bayamo, en una acción concebida como detonante de la lucha armada contra Fulgencio Batista. Los jóvenes no lograron su objetivo y fue hecho prisionero por las fuerzas represivas de la tiranía pocos días después del revés militar. Se le mantuvo incomunicado durante 76 días. Fue sometido a juicio donde hizo su auto defensa y condenado a quince años de prisión, hecho histórico que quedó plasmado en su libro “La historia me absolverá”. La reacción popular en su apoyo y del resto de los moncadistas logró presionar al gobierno y fueron liberados en mayo de 1955. Semanas después fundo el “Movimiento 26 de Julio'.

El 17 de enero de 1957 dirigió la primera acción armada contra el ejército de Batista en el cuartel de La Plata y obtuvo su primera victoria. El ejército rebelde comenzó a crecer y fortalecerse.

En su condición de comandante en Jefe, dirigió la acción militar y la lucha revolucionaria de las fuerzas rebeldes y del Movimiento 26 de Julio durante 25 meses de belicismo. Tuvo bajo su mando directo a la columna Uno “José Martí” y participó personalmente en casi todas las operaciones, combates que tuvieron lugar durante el belicismo interno en el territorio del primer frente rebelde.

Tras contundente derrota de las tropas de élites de la tiranía, estas, a través de sus principales jefes, decidieron reconocer la derrota el 28 de diciembre de 1958, es decir la victoria rebelde.

Luego de la victoria de la revolución cubana, fue electo diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, creada en 1976, en presentación con el municipio de Santiago de Cuba. Desde entonces hasta 2008 ocupó los cargos de presidente del Consejo de Estado y presidente del Consejo de Ministros.

Fidel recibió un gran número de condecoraciones extranjeras y nacionales, como así también numerosas distinciones académicas y comprarías de espacios de enseñanza superior cubana, América Latina y Europa.

Con el Diego, otro de los íconos mundiales con los que entabló una relación Fidel.

El 3 de enero de 1961, el entonces el presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, rompió relaciones diplomáticas con Cuba por diferencias políticas e ideológicas y ordenó el cierre de la embajada de Estados Unidos en La Habana. El 3 de febrero de 1962 el presidente John F. Kennedy ordenó de manera oficial el bloqueo económico y comercial a Cuba, vigente en la actualidad, ejerciendo así un brutal aislamiento de la isla, y generando severas violaciones al derecho internacional y los derechos fundamentales de la población, con efectos directos en la vida digna de la población.

El 20 de julio de 2015, como efecto del reordenamiento geopolítica (política internacional), se reanudaron las relaciones diplomáticas, en un acto simbólico que marcó el punto final de una ruptura de poco más de medio siglo; Obama visitó Cuba y fue recibido por Raúl Castro en el Palacio de la revolución. Fidel Castro,  quien a causa de una salud endeble había renunciado a sus cargos oficiales el 31 de julio de 2006, fue testigo de todo esto, ya que murió el 25 de noviembre de 2016. Sus restos fueron cremados y esparcidos en el Cementerio de Santa Ifigenia.

En lo que respecta a su relación con Argentina, estuvo cuatro veces en nuestro país. La primera fue el 1 de mayo de 1959, durante el gobierno de Arturo Frondizi, apenas cuatro meses después de la revolución. El día siguiente hablo ante la Comisión de los 21 de la Organización de los Estados Americanos, en el noveno piso de la Secretaría de Industria.

La segunda visita se dio 36 años después. Fue en octubre de 1995 durante la presidencia de Carlos Saúl Menem. Fidel Castro fue alojado en el hotel Llao Llao por razones de seguridad en donde se reunió con el entonces presidente argentino, quien hacía su juego, presumiendo que intercambiaba habanos por vinos riojanos con el líder cubano, aunque ideológicamente los separaba un abismo.

En la asunción de Néstor, el 25 de mayo de 2003.

Esta segunda visita estaba enmarcada en la Cumbre Iberoamericana, que congregó a una treintena de mandatarios, y Fidel Castro era una de las voces más esperadas, ya que su intervención tendría una repercusión internacional, más allá del contexto de aplicación de políticas neoliberales, no sólo a nivel nacional, sino a nivel global como efecto de la caída del muro de Berlín en 1989.

La tercera visita es la más recordada por su afinidad con  el mandatario electo y porque era la primera vez que venía a la asunción de un presidente, y porque dio  un discurso histórico ante una multitud. Fue en 2003, nada más ni nada menos que para la jura del Flaco, nuestro Flaco, Néstor Carlos Kirchner. El día después, el 26 mayo, fue muy activo, ya que primero se congregó a la Plaza San Martín para homenajear al Libertador, luego a El Rosedal, para hacer lo mismo con José Martí y más tarde almorzó con unos doscientos invitados en el hotel Four Seasons. 

Para finalizar su visita dio una charla histórica en la Facultad de Derecho, pensada inicialmente en un auditorio para 800 personas, pero el acto debió trasladarse a las afueras donde se concentraban unos 30.000 asistentes, que llegaron a ser alrededor de 50.000, un impensable.

La cuarta y última visita es recordada también porque fue la última actividad internacional de Fidel Castro. Fue en julio de 2006 para la Cumbre del Mercosur.

Además de los actos protocolares, Fidel Castro y el entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías, hablaron ante unas 40.000 personas en el cierre de la llamada Cumbre de los Pueblos, en un descampado de la Universidad de Córdoba. Al día siguiente, y acompañado por Chávez, visitó en Alta Gracia -a casi 40 kilómetros de la capital cordobesa- el museo montado en una de las casas de la infancia de Ernesto Guevara de la Serna. Esa misma noche Fidel Castro regresó a la isla, y ya no volvería a dejar Cuba.

La Patria Grande impulsada a partir del 2002.

Nombrar a Hugo Chávez Frías no es en vano. Nos retrotrae a la lll “Cumbre de los Pueblos de América”, en 2005, que se realizó en el marco de la IV Cumbre de las Américas, en Mar del Plata,  en la que Estados Unidos no consiguió imponer su voluntad de que se firmará el acuerdo de apoyo al ALCA.

“Estoy un poco sorprendido, acá paso algo que no tenía previsto”, le dijo George Bush (hijo) a Néstor Kirchner. Y Chávez regaló a la historia aquel “¡Alca, Alca, al carajo!”. “Hoy en Mar del Plata, hemos enterrado al ALCA, y no sólo debemos ser enterradores del ALCA, sino enterradores y en mucha mayor dimensión, complejidad y profundidad, del modelo capitalista neoliberal que desde Washington arremete contra nuestros pueblos desde hace tanto tiempo” dijo, el ex presidente venezolano y discípulo de Fidel.

Ese día Chávez llamó a impulsar el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de América), organismo creado por el mismísimo Fidel Castro, quien convocó a todos los países de América Latina y el Caribe a construir una alternativa justa y solidaria: la Patria Grande, para hacerle frente al ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) un tratado de Libre Comercio impulsado por el imperialismo estadounidense, con el legado de próceres como San Martín, Sucre, O' Higgins, Petión, Bolívar, Morazán, Garvey, Tupac Katari, Julián Apaza, Bartolina Sisa, Sandino y José Martí y un presente marcado por mandatarios como Lula Da Silva, Néstor Kirchner, Evo Morales y Rafael Correaa.

Fidel Castro fue quien junto al pueblo revolucionario de Cuba,  a pesar de que la isla  sigue sometida al bloqueo férreo de Estados Unidos, consiguió sostener su soberanía, en varias ocasiones limitada, y se convirtió en referencia del siglo XX para todos los pueblos que buscan autonomía.

Fidel es un símbolo de lucha global. No sólo hizo signo en el pueblo cubano, sino también escribió historia a nivel mundial, abriendo espacio para que otros reescriban su propia historia, la historia de todos.

author: Jesús Ariel Rivero

Jesús Ariel Rivero

Fundador del Frente de Liberación Socialista, ayudante de la cátedra Psicología Social y Comunitaria de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario.

Sigamos conectados. Recibí las notas por correo.

Suscribite a Kranear

wave

Buscador