El efecto de la caída de Berlín
La década de los años 90 inicia con la caída del muro de Berlín en 1989 y la consecuente emancipación del capitalismo a nivel global.
Yevgueni Prigozhin nació en 1961 en la antigua Leningrado, ahora San Petersburgo; la historia del fundador del grupo paramilitar Wagner, antaño hotelero, está marcada por conflictos de índole varios, pero sobre todo bélicos.
Podemos hacer referencia a uno de sus primeros conflictos cuando tenía sólo apenas 20 años, cuando fue condenado a más de una década por robo; recordemos que Prigozhin es un exconvicto, como gran mayoría del grupo paramilitar.
Yevgueni Prigozhin fue liberado de prisión en 1990, en las postrimerías de la Unión Soviética, y en este nuevo mundo externo, comenzó primero a sobrevivir vendiendo panchos y en sólo cinco años, tras comprar parte de una cadena de supermercados, abre su propio restaurante, el epicentro de la red de contactos posteriores.
Su barco Isla Nueva, que navegaba en el río Neva, fue particularmente importante dado que allí fue donde el presidente de Rusia, Vladímir Putin, comenzó a llevar a sus invitados.
Según Prigozhin, su primer encuentro con Vladímir Putin fue en el año 2000, al principio del mandato del presidente, durante una visita del entonces primer ministro japonés, Yosiro Morí. Tres años después Putin celebró su cumpleaños en Isla Nueva.
La primera fase entre ambos tuvo un carácter comercial; Prigozhin fundó Concord, una compañía de catering que fue contratada por el Kremlin para suministrar alimentos al Ejército y los colegios públicos de Rusia.
Durante los años 2000 el líder de Wagner permaneció en segundo plano dedicado al negocio de la hotelería a través de Concorde, según un documento filtrado del bufete de abogados ruso capital Legal Services.
En el 2014 se tuvo conocimiento publico que Prigozhin había incursionado en el negocio de las armas con la Fundación del grupo paramilitar.
“Creo que Prigozhin es quien le planteó directamente a Putin la cuestión. Quizás estaba la inteligencia rusa de por medio, pero sospecho que este proyecto estaba completamente en manos de Prigozhin”, manifestó un antiguo oficial del Ministerio de Defensa ruso, en anonimato.
El Ministerio proporcionó a Prigozhin un terreno en Molkino, al sur de Rusia, primera base de entrenamiento del grupo, que a partir de ahí comenzó a crecer en relevancia.
Wagner intervino a favor de separatistas en la región ucraniana de Lugansk y luego se extendió a Siria, donde Rusia ejerció como aliado en Damasco, en la guerra civil.
Posteriormente, se acercó a África, donde según Estados Unidos y sus aliados, actuaba como brazo armado de las juntas militares que asumieron el poderes en los últimos años, como en Malí.
Tras el arribo de Rusia al actual territorio de Ucrania, el lider de Wagner confirmó que había fundado el grupo paramilitar en 2014, en una decisión que le puso rostro a la organización y lo convirtió en una estrella de las redes sociales, en las que anunciaba constantemente las operaciones del grupo contra las fuerzas ucranianas.
Conforme pasaban los meses, no obstante, su rechazo a la estrategia planteada por el Ministerio de Defensa ruso, al que acusó de privar de municiones a sus soldados durante campañas tan intensas libradas en la ciudad de Bajmut, detonó la crisis actual.
La acción rebelde originó también consultas este sábado entre los ministros de Relaciones Exteriores del G7, anunció el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, sin revelar en principio el contenido de las conversaciones.
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