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Las tierras son ajenas

Por estas horas se cumple un nuevo aniversario de El Grito de Alcorta, un huelga de chacareros, a comienzos del siglo pasado, contra las condiciones de explotación a las que eran sometidos. Así nació la Federación Agraria Argentina, una herramienta de lucha contra la patronal, nucleada en la poderosa Sociedad Rural. La palabra de Pedro Peretti.

Era el país beneficiado por el intercambio de materias primas, el modelo agroexportador estaba basado en la venta de carne, lana, cereales y cueros. Las tierras y las vaquitas eran para pocos, los terratenientes, además, no trabajaban sus campos. Cosechas récord y las ganancias para unos pocos.


La concentración de la tierra era uno de esos ejemplos, los contratos eran orales- no escritos-, y a corto plazo, los chacareros debían hacerse cargo de los insumos y de los costos. Mucho de lo producido, en ocasiones un 60%, eran vendidos a socios de los mismos dueños de la tierra.


El año 1911 había sido a la baja, sequía y plaga de langostas, perjudicaron a todo el sector agrario. Pero en 1912 se esperaba una gran cosecha, y para los pequeños productores la posibilidad de pagar las deudas. Una parte importante de los estancieros pertenecía a la Sociedad Rural Argentina, la única institución agraria por aquellos años, y que no representaba los intereses de los arrendatarios, precisamente.


Los señores de la tierra, vieron la posibilidad de quedarse con las suculentas ganancias de esa temporada, como siempre lo hacían; pero esta vez fueron por más. Aumentaron un 30-35% los alquileres de la tierra, y los insumos. Así incrementaron los costos a los chacareros, licuándole sus beneficios. Sumado a esto, había desalojos, por las deudas contraídas en 1911.


Huelga charera


Las charlas entre los chacareros habían comenzado en la parroquia del sacerdote Pascual Netri, el único lugar seguro frente a la represión policial, y la vigilancia de los patrones. De aquellas reuniones en que los pequeños productores estaban hastiados de la injusticia que sufrían, una palabra circulaba entre ellos, y finalmente se dibujó en el aire: Huelga. Un 15 de junio en la localidad de Bigand, unos mil colonos acordaron redactar un manuscrito, e ir a la huelga.


El auditorio de la Sociedad de Italia de Socorros Mutuos e Instrucción, fue el sitio de reunión, aquel martes 25 de junio de 1912. Los chacareros y pequeños productores se reunieron para escuchar la lectura del modelo de contrato de arrendamiento, escrito por el abogado Francisco Netri- hermano de Pascual-. Eso exigieron, cambiar las condiciones de explotación a la que eran sometidos. La gente bien, los grandes terratenientes que debían escuchar aquella alocución faltaron a la cita.


La huelga se expandió por todo el sur santafesino, la Sociedad Rural de Rosario y la policía local reaccionaron. En julio hubo un centenar de trabajadores reprimidos, perseguidos y violentados en distintas comisarías. La lucha no cesó y culminó en la primera organización sindical que los representaba: el 15 de agosto en Rosario se eligió la primera comisión directiva de la Federación Agraria Argentina, que surgió como herramienta de lucha contra la patronal.


La Rural y la Federación, ¿un solo corazón?


Para tener una visión de la actualidad conversamos con el extitular de la Federación Agraria, Pedro Peretti, y autor de varios libros sobre la realidad del sector agrario. Cuenta que “El grito Alcorta comenzó el 15 de Junio en la localidad de Bigand donde se declara la huelga, el líder agrario del Grito fue un anarquista que se llamó Francisco Capdevilla. En la comisión que se arma hay un presidente, y los otros cargos son todos vocales. No hay distribución de cargos, producto de la influencia de las ideas anarquistas”.


Sobre el espacio de lucha en el que se nuclearon los chacareros, señala que “la Federación Agraria nació para defender a los colonos arrendatarios, a los que alquilaban tierra para sembrar. A los más pobres entre los pobres, los más débiles, junto con los trabajadores explotados, expoliados, y durante todo ese proceso muchos de ellos se hicieron propietarios con Perón. Así formaron parte de una burguesía agraria en la Argentina que hoy está donde está”.


Para el cierre, Peretti advierte que “hoy la Federación Agraria mutó de ser la defensora de los colonos arrendatarios a ser la fuerza de choque, de la oligarquía terrateniente argentina o del liberalismo agrario”.

author: Matías Escot

Matías Escot

Docente de Historia y aficionado a la literatura. Profesor en escuelas públicas y privadas. Creador del sitio web www.relatosdelsur.com. Participa del proyecto Pensar el Pasado en la Escuela del Futuro, en la Universidad Nacional de Quilmes.

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