 
					¡Le puso un 3 adelante!
30 de Octubre de 2025
Por Epaminondas
El peronismo de la Ciudad cierra el año habiendo concretado sus objetivos electorales.
Para salir primeros en las legislativas de mayo, se planteó una estrategia que tuviese en cuenta la división de la oferta de la derecha (principalmente entre LLA y PRO, pero también de las demás expresiones de lo que fue JxC, Larreta, UCR, CC, etc.), y cuya línea fuese puramente local, desapegada de los colores históricos, sin mostrar las banderas de la militancia peronista, ocultando cualquier registro de continuidad con la conducción de CFK (incluso sin la convicción y autoestima de reconocer logros de su gobierno, como sucede en materia jubilatoria). Pero la idea no se pudo sostener durante la campaña, ya que la lista de LLA, con Adorni a la cabeza, nacionalizó la elección. Y entonces el eje de la crueldad de Milei se impuso al de la ineficiencia y abandono de Macri.
Si bien el objetivo no se logró, porque el peronismo quedó segundo, fue una buena elección, porque se ganaron muchas comunas y barrios en los que nunca antes se había ganado, en los largos años de macrismo, y se quedó a tan solo tres puntos de la victoria.
El saldo, cuantitativamente, arrojó un legislador más, y dejó un bloque de veinte integrantes, en sintonía con la senda alcista de las últimas tres elecciones, que posicionan al peronismo en la Legislatura como la primera minoría, o sea el bloque legislativo mayoritario.
De cara a octubre, el escenario fue distinto, ya que LLA y PRO se unificaron previo a la elecciones de PBA, dificultando un escenario de triunfo ya que sumadas ambas listas la cantidad de votos quedarían muy por encima del peronismo. Y con una candidata fuerte en la Ciudad, como Bullrich.
Las otras expresiones de derecha no habían tenido buen desempeño en mayo (léase Coalición Cívica, Radicales, liberales sueltos, etc.), pero no dejaba de ser un escenario incierto si iban con candidatos más sólidos o instalados como Lousteau, Manes, etc.Ante este panorama, el peronismo desarrolló una estrategia que resultó acertada en su ideario, y eficiente y efectiva en su realización.
Ampliar la unidad era un objetivo primario. Lograr lo que no se pudo en mayo, que fue unificar a todas las expresiones del peronismo en una sola boleta.
Se sumó a Principios y Valores, al Movimiento Evita, se le dio un lugar preponderante a Patria Grande, y un rol de mucha visibilidad a Kelly Olmos y Santiago Roberto. Moreno, Abal Medina, Grabois, Olmos y Santa Maria: todas las jefaturas adentro, siendo parte, activas, coordinadas. Incluso el sector de Kicillof, que no integró la boleta, fue parte activa de la campaña. También fueron parte activa varios sindicatos que se acercaron a participar en la campaña y la fiscalización. Incluso se sumaron actores nuevos, jóvenes, como Mila Zurbriegen, que fue candidata en mayo por un espacio nuevo.
Al igual que en mayo, el sector universitario también integró la lista. Uno de los actores de la vida pública más golpeados del gobierno de Milei, representado esta vez en Ana Arias, decana de la facultad de Ciencias Sociales de la UBA, segunda de Recalde en la candidatura al Senado.
Una vez ampliada y consolidada la unidad en la lista, la campaña desarrolló objetivos específicos, que se cumplieron con creces.
Teniendo claro que se trataba de una campaña nacional, donde los temas de la Ciudad no iban a tener cabida, el peronismo se metió de lleno a polarizar con LLA y a mostrarse como una alternativa a ese modelo de país. No ocultó su historia reciente ligada a los gobiernos de Néstor y Cristina, no dejó reivindicaciones en la puerta de ninguna consultora, no ocultó a su militancia (el acto de cierre de campaña en el club Franja de Oro da muestra de ellos, con dos mil militantes que flamearon banderas, tocaron bombos, y vistieron el club con todo el color peronista), y fue al choque con los rivales.
Ahora bien, todo este escenario ponía a prueba dos miradas que conviven en tensión en el distrito: si todo este combo puesto en octubre es piantavotos, o por el contrario, si maquillarse y esconderse suma más voluntades.
El segundo objetivo, luego de consagrar y ampliar la unidad, era mantener los votos que cosechó Santoro de mayo, con un camporista como Recalde en cabeza de lista, y con todo el combo militante a su alrededor. Para esto era clave recuperar votos en el sur del distrito. El tercer objetivo pasaba por ampliar la cantidad de diputados que aporta al bloque del Congreso, ya que en el 2021 habían entrado solamente tres.
Aquí radicó la sorpresa, o no tanto.
En un escenario en el que el peronismo sufrió un retroceso a nivel nacional, y números a la baja, el peronismo porteño no solo retuvo los votos de Santoro, sino sumó otros 82 mil (si sacamos los extranjeros que no votaron en esta oportunidad, y comparamos nativos contra nativos). Sostuvo los que obtuvo Santoro, los que sacó Abal Medina, y también los de Kim, y creció en miles de votos más. Se creció en cantidad, y en porcentaje también, porque se llegó al 31% de los votos. Un porcentaje récord para unas intermedias, sin ir colgados de boletas nacionales que traccionan distinto, como fue en el 2019 y en 2023.
El peronismo logró romper por sí solo la barrera del 20%, y poner un 3 por delante. En por lo menos 7 comunas, con el 35%, e inclusive un poco más. Se logró crecer en todas las comunas, con una recuperación del voto en el sur de la Ciudad, pero con un crecimiento bastante homogéneo en el centro y el oeste. También en el norte, con menor crecimiento, se obtuvieron mejores resultados. Y como si todo esto fuera poco, se logró el objetivo de aumentar la representación en el Congreso, por medio de la cuarta diputada de la lista, Lucia Cámpora.
 El cierre de la campaña, con el peronismo unido, se realizó en el club Franja de Oro, en Pompeya.
El cierre de la campaña, con el peronismo unido, se realizó en el club Franja de Oro, en Pompeya.
¿Qué sigue ahora? Sin dudas que lo principal es poder consolidar el armado político que se desarrolló desde la presidencia del PJ, con Recalde como presidente del partido y candidato a senador. La amplitud, generosidad y unidad fueron las claves que sostuvieron el armado electoral. Ese camino habrá que profundizar el año que viene, para poder sumar más compañeros y compañeras que tengan ideas y fuerza para aportar.
Saldada la tensión sobre si el kirchnerismo es pianta votos, se demostró lo contrario, ya que se creció y consolidó una base de más del 30%. Con este piso, y la consolidación de la unidad y la amplitud, resta mucho trabajo por delante, ya que la situación de los porteños y porteñas va a empeorar, y si el peronismo de la Ciudad sigue trabajando con inteligencia y generosidad, estará en condiciones de aspirar a representar a mayor cantidad de vecinos y vecinas de cara a lo que viene
Hay que aprovechar también la mutación del PRO en LLA, para poder ampliar la base de representación en alianza con sectores que sientan rechazo en la versión ultraderecha de la derecha, y puedan confluir en un armado que exprese la defensa del bien común, de los valores de justicia social, la empatía y solidaridad por el otro.
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