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Refrescar la memoria

Basado en “Las Patas en las Fuentes”, un texto del escritor y poeta Leónidas Lamborghini, el actor Osmar Núñez encarna -en un monólogo notable- a un hombre a pie que en tiempos de resistencia contra la Revolución Fusiladora, se hace eco de muchos semejantes a su condición.

Nueve años después de su estreno, el prestigioso actor Osmar Núñez regresa a un texto clave en la trayectoria literaria de uno de los poetas fundamentales del siglo XX en nuestro país: Leónidas Lamborghini, autor de “Las Patas en las Fuentes”. Al encuentro de otras tonalidades respecto a la anterior puesta, aunque sin modificar su esencia, este muy recomendable unipersonal recurre a la honestidad de la palabra, porque de eso se trata la poesía y todo acto de inspiración del escritor para decir la existencia.

La presente obra tiene inmediata relación con una emblemática y posterior publicación de Lamborghini, “El Solicitante Descolocado”, extenso poema editado en 1971. Poeta de ideología peronista, aunque no exento de manifestaciones críticas e irónicas a lo largo de los años, su prosa ilustra las dotes de un autor de gran inteligencia, brillante periodista, y dueño de una gran capacidad de analizar la realidad de su tiempo. Nacido en Buenos Aires, en 1927, vivió, bajo la denominada Revolución Libertadora, un tiempo de proscripción, asumiendo su cuerpo autoral como una política de la Resistencia. El hermano del también escritor Osvaldo Lamborghini, fue, además, redactor del diario Crítica y publicó “Las Patas en las Fuentes” en 1965.

El enorme Osmar Núñez brilla en este magnífico monólogo, por el cual ha sido previamente nominado y galardonado a los premios Florencio Sánchez, ACE, Luisa Vehil y Estrella de Mar. Balbuceante, iracundo, tierno y perdido, encarna a un ciudadano de a pie, camino en diagonal a la Casa Rosada, quien repite y atestigua la misma rutina gris de todos los días. Delante de sus ojos, asoma un atril y el ya mítico libro de Lamborghini, en poderoso simbolismo: su título refiere a la frase con la que el escritor bautizó al 17 de octubre de 1945, cuando el pueblo fue a reclamar la liberación de Juan Domingo Perón a la Plaza de Mayo, convirtiéndose en una mítica imagen del movimiento, sinónimo del fundacional ‘Día de la Lealtad’.

El ciudadano atraviesa distintos momentos históricos y se convierte en la voz de todos aquellos dispuestos a dar ‘la vida por…’. Detrás de la barricada, su poesía no será panfleto, sino necesaria vía de escape en época de ‘des-información’ que espeja el presente con llamativa precisión: derechos restringidos, valores puestos en juego y conceptos de libertad vaciados de sentido. En todos estos años, algo parece mantenerse tristemente inalterable: habitamos el país de las maravillas y los equívocos, dónde la izquierda es la derecha y lo blanco es negro. En las bulliciosas calles, la cuenta parece no cerrar nunca, aunque repitamos el verso de siempre. La plata que antes valía, hoy no vale nada, mientras la postergación se hace carne en los más necesitados. ‘Es la ley de la vida’, sentencia una anciana, exhibiendo los surcos que el tiempo, impiadoso, deja en su rostro.

El hombre de a pie, entre avances y retrocesos, se hace eco de muchos semejantes a su condición, desconcertado y en necesidad de comprensión frente a su propia realidad y la de su país. A viva voz, atraviesa diversas situaciones cotidianas mientras evoca instancias históricas que culminan en el turbulento y sangriento 1955. Inevitablemente, lo familiar y lo amoroso se entremezclan con la coyuntura social y política de una Argentina que se asfixia. Así es como nos convidará conmovedoras escenas: el dilema del hombrecillo, su mujer y una hamaca que se mece sola; el tierno recuerdo de su hija y esa palabra que cobija el alma, bajo la luz de la luna y las estrellas; un vibrante relato futbolístico, en donde la pelota se suspende en el aire y el grito de gol se ansía, porque ya es hora de ganar el partido.

De la euforia a la emoción, de la nostalgia a la tensión, el siempre magnífico Nuñez concibe una labor de inmenso magnetismo. Su sobresaliente trabajo vocal y gestual, de igual manera que su encomiable sensibilidad a la hora de componer al personaje protagonista, grafican la crisis existencial de un ser en busca de redención. Texto vigente y revelador, en palabras de Lamborghini se repite el cántico que resuena como verdad y presente. Con dirección y diseño visual escenográfico de Analía Fedra García-Fedra, “Las Patas en las Fuentes” se encuentra en cartel, durante los lunes de julio, en el espacio “Hasta Trilce”, ubicado en el barrio de Almagro. 

Retoman las funciones en septiembre, en el mismo lugar.

author: Maximiliano Curcio

Maximiliano Curcio

Nació en la ciudad de La Plata, Argentina en 1983. Es escritor, docente y comunicador, egresado de la Escuela Superior de Cinematografía

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