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“Se trata de una faceta de la historia que no está difundida”
3 de Septiembre de 2019
¿Cómo y cuándo nació la idea de publicar un segundo libro sobre la relación histórica entre el peronismo y eldeporte?
La idea surgió luego de la publicación de “Peronismo y Deporte”, a finales de 2016. En aquel libro escribí un capítulo sobre la persecución a los deportistas identificados con el peronismo, en 1955, cuando irrumpió la nefasta “Revolución Fusiladora”. Estas censuras y prohibiciones se dieron durante muchos años. En los setenta se persiguieron a militantes políticos que, entre otras actividades, eran deportistas. En este sentido, resultaba necesario narrar los hechos y analizar las razones de este fenómeno.
Son hechos poco conocidos, ¿no?
Exacto, se trata de una faceta de la historia que no está difundida. La idea de contar estas experiencias fue en conjunto con los muchachos de Ediciones al Arco. Ellos son parte fundamental en este proyecto.
Existen muchos libros que abordan la historia del deporte argentino, sin embargo muy pocos hacen foco en las persecuciones políticas. Creo que resulta necesario el tratamiento de estos hechos para entender la debacle del deporte nacional luego de esta etapa. Esta actitud, tomada desde el más acérrimo antiperonismo, fue contra la misma cultura popular.
El periodismo deportivo liberal silencia estos hechos porque son parte del establishment comercial. Niegan esta parte de la historia porque se oponen a la cultura deportiva inserta en la comunidad, prefiriendo una versión del deporte vinculada al espectáculo.
En el libro repasás las páginas de gloria del deporte argentino, durante el peronismo, de la mano de hombres y mujeres que se destacaron en disciplinas como el futbol, boxeo, basket, carreras de caballos, automovilismo y hasta remo y esgrima. ¿Nos contás algún caso emblemático de uno de aquellos deportistas que luego fueron perseguidos?
Existen muchos casos. Uno de ellos fue Delfo Cabrera. Fue un atleta santafecino que hizo una gran carrera como atleta. Su consagración se produjo cuando ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres (1948). Fue un gran deportista identificado con el peronismo, militaba a favor del proyecto encabezado por el general Perón.
Luego del 55’ el revanchismo se ensañó contra su figura. Los inquisidores lo exoneraron del Cuerpo de Bomberos e intentaron quitarle su casa, otorgada por el gobierno nacional y popular por obtener la medalla dorada en Londres. Durante mucho tiempo estuvo en una lista negra por el hecho de ser peronista. Es un ícono del deporte argentino y de la cultura peronista del deporte.
En el libro también hay un capítulo de la persecución que realizó la dictadura genocida del 76 a través de distintas intervenciones de organismos deportivos. ¿Cuáles fueron?
Las dictaduras militares han intervenido, en mayor o menor medida, a las organizaciones libres del pueblo. En el caso de la sangrienta dictadura de los setenta se intervinieron organizaciones deportivas, una de ellas fue la Confederación Argentina de Deportes. El gobierno militar designó a Miguel Bruno como su interventor e impartió directivas para que todas las federaciones lo reconozcan como su autoridad. A su vez, el coronel Rodríguez se instaló en el Comité Olímpico Argentino (COA), cargo que mantuvo hasta 2005.
Por otra parte, la FIFA mantuvo relaciones aceitadas con la dictadura, en una alianza comercial que formó parte de la nueva diplomacia que esta federación tejió bajo la sombra de Adidas. No hay que olvidar que el Vicealmirante Carlos Lacoste fue vicepresidente de esta organización.
En la actualidad, Cambiemos aplica la misma estrategia de difamación y permanente campaña de odio y creación de un enemigo interno para sacar provecho electoral, como lo hizo el antiperonismo toda la vida, pero en relación a gestión en deportes, pareciera que más bien se abocaron a realizar negocios, ¿puede ser?
Cambiemos, al igual que sus antecesores, utiliza la política de la infamia para denostar al proyecto nacional, popular y democrático. Las acusaciones de corrupción y deshonestidad tienen la finalidad de evadir la discusión sobre distribución de la riqueza, el poderío de los monopolios o la democratización de la palabra. A su vez, tiene el objetivo de encarcelar y correr a dirigentes y militantes del terreno político.
En el caso del deporte, el macrismo tiene un perfil claramente liberal. El inicio de la gestión contó con la complicidad de muchos comunicadores que criticaron las leyes del deporte, normativas que le dan poder popular a los distintos sectores del deporte. El macrismo eliminó programas correspondientes al deporte social y actualmente subejecuta el presupuesto. En este escenario pretende entregar bienes patrimoniales a los privados. La creación de la Agencia de Deportes, apunta a flexibilizar el rol del Estado en el ámbito deportivo. Entre sus atribuciones contempla el alquiler, gerenciamiento o venta de bienes.
Esta gestión tiene una vocación empresarial incompatible con el rol estatal. Pero no es un rasgo desligado con la concepción liberal del deporte. Su modelo está asociado a una plataforma comercial.
¿Para encarar el trabajo de investigación visitaste hemerotecas, archivos privados, realizaste entrevistas?
El objetivo del libro fue, fundamentalmente, recoger la mayor cantidad de testimonios, tanto de deportistas como de sus familiares. La intención fue conocer de primera mano los hechos sucedidos, la censura y las prohibiciones.
Por otra parte, se realizó un importante trabajo de archivo, recorriendo diversas bibliotecas. El Archivo General de la Nación (AGN) fue fundamental para obtener información y material para el diseño del libro. La hemeroteca del Congreso de la Nación también me resultó útil para certificar datos de época. También conté con la valiosa colaboración de familiares de deportistas, que aportaron fotos y documentos importantísimos. Delfo Cabrera (hijo) fue uno de ellos.
El primer libro está prologado por Norberto Galassoy ahora fuiste por dos ex funcionarios de los gobiernos kirchneristas: Claudio Morresi, en Deportes, y Rafael Bielsa, Relaciones Exteriores. ¿Qué aporta cada uno?
El libro fue enriquecido conel aporte de grandes exponentes del peronismo. Rafael Bielsa no sólo es uno de los dirigentes políticos más lúcidos de nuestro país sino que, también, posee una mirada aguda sobre la sociedad y la cultura nacional.La capacidad analítica del Ex Canciller permite vincular el fenómeno del deporte con otras manifestaciones que la atraviesan. En el prólogo se puede observar con claridad.
Por otra parte, Claudio Morresi cumple varias condiciones para prologar este libro. Ex deportista, dirigente deportivo, militante de los derechos humanos. Es un valioso hombre del campo nacional y popular, su reflexión en el libro sobre el tema abordado es clara y contundente.
¿Hace cuánto te dedicása la cultura deportiva, desde una óptica nacional y popular, y por qué?
Hace más de diez años investigo sobre políticas deportivas en nuestro país. El estudio del peronismo y su vinculación con el deporte me ayudó a comprender la importancia del Estado como garante de este derecho; el deporte practicado por la mayor cantidad de argentinos. Esto lleva, necesariamente, a entender que la cultura deportiva es fundamental en la comunidad.
¿Qué otro libro te gustaría escribir?
La idea es continuar escribiendo sobre el deporte y su vinculación con el campo nacional y popular. En este encuadre, el peronismo es una referencia ineludible para pensar en una cultura física masiva.
Por otra parte, creo que hay muchísimos temas que no han sido abordados y merecen un tratamiento pormenorizado. En este momento estoy investigando sobre la temática de los clubes de barrio. Más específicamente, sobre la Unión Nacional de Clubes de Barrio, una organización que en pocos años logró conformarse y consolidarse.
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