Política Militancia Provincia de Buenos Aires

Superpoderosas

Crónica del acto que encabezó Cristina en Quilmes, junto a Mayra Mendoza, con testimonios de vecinos y vecinas del sur del conurbano que se acercaron hasta el flamante polideportivo para estar cerca de la ex presidenta y escuchar sus definiciones.

Fotos: Secretaría de Comunicación del Municipio de Quilmes

El cielo es plomizo, el aire húmedo y frío, me subo al colectivo 85, desde Bernal cruzo la ciudad hacia Quilmes Este, al llegar a la Plaza Yrigoyen frente a la estación ya hay personas concentradas y no son las 11 de la mañana. Al 85 lo frena el semáforo, están abrigados, algunos, tomando mate los que llegan se van saludando como parte de la misma tribu.

Es sábado 27 de abril y luego de la derrota electoral del 2023, con Milei en el gobierno, Cristina Fernández se presenta en Quilmes. A la dos veces presidenta de la Nación la va a recibir otra mujer de armas tomar, Mayra Mendoza.

La cita es en el Polideportivo Municipal Reinaldo Gorno (Bulevard Indio Gómez y Lafinur), para la inauguración del Microestadio Néstor Kirchner, y a 21 años de las elecciones que dejaría segundo a Kirchner (22%), y primero Carlos Menem, tras megacrisis del 2001. El riojano desistiría del balotage y la historia por suerte sería otra a partir del 25 de mayo de 2003.

Voy rumbo a esa cita, con la expectativa renovada frente a tanta antipolítica y odio barato que todos los días las usinas del poder derraman al debate público nacional.

Aquí, allí y de todas partes

La gente llega desde diferentes puntos, cantando, con banderas en sus manos y hombros, ingresan al Microestadio y ocupan el campo y las tribunas, conversan en grupos, con desconocidos. Vienen de aquí, de allí y de todas partes: Varela, Floresta, Temperley, Rafael Calzada, Avellaneda, o barrios quilmeños como Solano, La Colonia, La Paz, Bernal Centro, Don Bosco, y podríamos continuar. Hay familias con chicos, amigos, amigas, militantes, un espectro amplio.

En el espacio preparado para saludo a Carlos Zaninni. “¿Qué movida no?”, me dice con una sonrisa, le respondo afirmativamente, y agrego: “no es para menos, viene Cristina”. “Sí, estamos todos contentos que habla Cristina”, dice Zaninni de pie, con unos mocasines austeros, pantalón de vestir, camisa y suéter. Está con las manos en los bolsillos y la vista clavada en una de las tribunas del microestadio, observa a la plebe, que agita banderas. Está lejos de ser el monje negro, perfil que eligió la maquinaria mediática demonizadora de la Década Ganada, en función de sus intereses espurios. En las tribunas y el campo se canta, mientras llegan más funcionarios, y gran parte de la prensa nacional.

La ansiedad crece y crece, “y ya lo ve, y ya lo ve el que no salta votó a Milei”, se grita y salta, no hay lugar en el corralito de prensa, las tribunas colmadas, el escenario en una de las cabeceras. Hay sillas para los funcionarios, legisladores, dirigentes y un grupo selecto de sindicalistas (Roberto Baradel de Suteba, Daniel Catalano de Ate Capital, Sergio Palazzo de La Bancaria, entre otros), más atrás, “la popu” y el campo.

La mañana que había comenzado gris, cambia, el cielo se abre, y sale el sol.

La locutora anuncia a Mayra Mendoza, la primera mujer Intendenta de Quilmes, y reelecta: un quilmeño/a de cada dos, la eligió. Ofrece palabras de bienvenida y cuando menciona el nombre del Microestadio Néstor Kirchner, la muchedumbre vitorea, “Nestor no se murió/ Néstor no se murió/ Néstor vive en el pueblo/ la p. madre que los p…”.

Recordamos que en el Polideportivo se encuentra la estatua que el gobierno de la Libertad Avanza decidió sacar del Centro Cultural Kirchner (CCK), donada en 2020 por la UNASUR. La misma estatua que había sido retirada por Lenin Moreno, presidente converso de Ecuador. Si hay algo que sabe hacer la derecha vernácula argentina y latinoamericana es arrasar con los símbolos populares. La estatua fue recibida por la intendencia quilmeña, y su destino se cruza en esta inauguración.

Desde hoy, queda bajo la custodia del pueblo de Quilmes.

Cristina, y un superpoder

Aparece Cristina Fernández, hay una ovación, y en la mesa, un solo micrófono. Están sentadas una al lado de la otra y durante la alocución de la ex vicepresidenta, Mayra Mendoza no le sacará los ojos de encima, asentirá los dichos de CFK y reirá de sus ironías. El notable el respeto y la admiración de la quilmeña, nacida a seis cuadras del arroyo Las Piedras, que cursó el secundario en una escuela pública, que se convirtió en una militante de base, y que hoy preside un populoso distrito de 700.000 personas, por segunda vez.

Superpoderes pienso, mientras observo el escenario e intento pensar que Cristina ofrecerá otro momento histórico. Tiene superpoderes, cautiva, capta la atención de miles, fluye, redobla la apuesta, nunca tiene ni tendrá miedo de decir lo que se debe decir, más allá de lo conveniente de lo correctamente político.

Comienza a dar cuenta de los cuatro meses de la política económica de ajuste feroz de Javier Milei, y enseguida levanta su mano derecha para pedir por favor que no lo insulten, que no silben. Pensaba en profesores que no pueden hacer callar a treinta alumnos, y esta mujer, nacida en Tolosa, hija de un colectivero hincha de Gimnasia, egresada en la Universidad de La Plata, evita que 7.000 personas insulten a Milei.

Su alocución argumentativa, entretenida, con manejo de la ironía, tiene fragmentos como “si las escuelas hubiesen adoctrinado vos no serías presidente, hermano”, en lo que resulta para mí, la mejor frase de la tarde.

Luego se anima a plantear la cuestión energética; antes alude al cuco para el gobierno libertario, el déficit fiscal.

Cristina habla con conceptos, sería fácil con todo el público a favor, sin embargo no cae en golpes bajos, en tiempos de liquidez, donde todo pasa y nada queda, su palabra permanece. Y no son solo ideas abstractas, su palabra es verbo, porque parte de lo que desarrolla son acciones que Néstor primero, y ella después, ejecutaron para transformar un país. ¿Habrá alguna duda de la centralidad política de Cristina Fernández que por estas horas los medios hegemónicos la suben al ring, y el actual presidente la elige como contrapunto?

Se dice de mí

Cristina significa muchas cosas para la multitud que colma el Polideportivo Municipal (hay una pantalla dentro del Polideportivo, pero fuera del Microestadio, para unas 2.000 personas que no pudieron entrar). No tiene una sola dimensión y los testimonios que recogimos lo demuestran.

Noelia, de Rafael Calzada, nos cuenta que “necesitaba volver a escucharla, porque estamos muy tristes en el trabajo echaron a un montón de compañeros”. En su discurso, Fernández hizo referencia a la importancia de que los militantes estudien, y una joven militante de Floresta, estudiante en Economía en la UBA, dice: “para mí significa reivindicar la política” y agrega, “me incentiva a formarme, me motivó ir a la Facultad estudiar economía y juntarme con compañeros para formar un país mejor.”.

“Cristina me da una ilusión, al país le da ilusión cada vez que aparece”, dice Carlos, junto a su mujer y una chiquita de no más de dos años en brazos; son del barrio San José de Temperley. “Queríamos escuchar a Cristina, y fue muy importante marcar lo que significa que una vez más nos vuelva a gobernar el mercado”, opina Mauricio de Lobos, y agrega que “es fundamental recuperar el hecho de la formación política en los militantes”. Finalmente, una voz que juega de local, el militante quilmeño y estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Lanús, Mauricio Toscano dice que “me parece un aporte fundamental en este momento histórico en el que está presente la lucha por la gratuidad de la universidad publica gratuita y de excelencia, que su aporte sea para formarnos, capacitarnos, estudiar para contribuir a los grandes temas de la patria y ser protagonistas en el rol de construcción necesario y urgente” .Y remata: “Tenemos que estar a la altura de las circunstancias”.

La tarde- noche la invade el frío y se desploma sobre las espaldas de los y las miles que se dieron cita al sur del sur, en el conurbano.

El lunes comenzará la semana y la multitud que colmó en Quilmes tendrá las mismas preocupaciones de siempre,  aunque como expresó Mayra, muchos y muchas se sienten parte de esa generación que con Néstor y Cristina volvieron a pensar que la Argentina se podía transformar, en un proyecto de muchos y muchas, colectivo.

En estos tiempos, como dijo la intendenta, es necesario recordar que un proyecto político transformador es también un proyecto de lucha, de disputa en este siglo XXI, por nuestra casa común, por un vivir juntos, la disputa por un proyecto de nación que incluya a todos y todas.

author: Matías Escot

Matías Escot

Docente de Historia y aficionado a la literatura. Profesor en escuelas públicas y privadas. Creador del sitio web www.relatosdelsur.com. Participa del proyecto Pensar el Pasado en la Escuela del Futuro, en la Universidad Nacional de Quilmes.

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