
Unir las luchas
La emergencia se expande como reguero de pólvora producto del daño que está realizando el gobierno de Milei en la administración del país. Cada vez son más los sectores afectados por decisiones que dañan de modo severo el tejido productivo, laboral y social. Mientras benefician a los sectores de privilegio que hacen negocios en el mercado financiero, compran inmuebles, tierras y autos de alta gama, las mayorías no solo sufren el deterioro económico de su cotidianeidad, sino que aparte son ninguneados, maltratados y perversamente operados por funcionarios del gobierno cuando reclaman por sus derechos.
Así fue que entonces, en la marcha que los jubilados realizan todos los miércoles confluyeron también los feminismos, que decidieron atrasar un día la marcha del histórico 3 de junio, el sector de la discapacidad, la ciencia y el sistema de salud, en especial, los residentes del Hospital Garrahan. La convocatoria fue clara: hay que unir las luchas, y juntar fuerzas, para darle volumen a la protesta.
A las 16 horas, frente al Congreso, miles de personas se concentraron frente al Congreso vallado para manifestar su rechazo al gobierno de los hermanos Milei, Caputo, Sturzzeneger, Bullrich y Santiago Caputo, mientras que en la cámara baja del parlamento los diputados y diputadas de Unión por la Patria, más el bloque de Picheto y el de la Coalición Cívica, y algunos sueltos más, luego de lograr quórum, iniciaban una sesión especial para tratar un paquete de medidas pensadas para favorecer a los colectivos afectados por el ajuste oficial: una ley de emergencia para el sector de la discapacidad, un aumento para los jubilados, y una prórroga de la moratoria previsional, una medida clave para las demandas de los feminismos, dado que la mayor parte de quienes pueden jubilarse gracias a la moratoria son mujeres que por diversas desigualdades signadas por el género, no llegan a juntar los años suficientes de aportes.
Aparte, en el temario, figuraba el pedido de que se trate en comisión la emergencia pediátrica y de residentes, en relación al conflicto que afecta el funcionamiento del Hospital Garrahan; y también que se nombren las autoridades de la comisión especial que tiene que investigar el caso de corrupción conocido como Libra que compromete a Javier y Karina Milei.
Jubiladas le dan una nota a la prensa en la previa de la tradicional marcha de los miércoles.
En la plaza, minutos antes de las tres de la tarde, Kranear conversó con dos jubilados.
¿Nombres, y por qué vinieron a manifestarse?
“Yo soy Pedro, vivo acá en Capital, jubilado con trabajo, no tengo problemas económicos, pero no puedo vivir en una sociedad donde la gente revuelve la basura para comer. Y además tengo un hijo con discapacidad, así que bueno, está todo el combo completo”.
¿Ustedes tienen algún tipo de apoyo? ¿Certificado de discapacidad?
“Sí, mi hijo tiene todas esas cosas, pero desde el año pasado al acompañante terapéutico de mi hijo no le aumentan una moneda, y eso crea una situación de zozobra”.
Eso es un poco lo que pasa con el personal de salud del Garrahan.
“Y bueno, quieren borrar la historia, pero tenemos que reconstruirla”.
¿Le tienen miedo a la represión?
“Yo me llamo Juan, soy periodista y sí que le tengo miedo a la represión, pero me parece que hay que superar el miedo y venir, estar acá. Yo no vengo generalmente los miércoles, pero tengo el indignónometro muy alto, y eso me hizo venir hoy. Me parece que generalmente nosotros le echamos mucho la culpa a los dirigentes que no se ponen a la cabeza, que no reaccionan, pero me parece que también nosotros tenemos que dar alguna muestra de presencia para que lo vean, para que los dirigentes vean que nosotros estamos aquí, dispuestos a superar cualquier miedo porque esto que pasa, yo tengo 76 años, lo vi solo en dictadura. El macrismo y lo que estamos viviendo ahora es realmente un espanto y me parece que es necesario ponerle un freno a tanta impunidad, a tanta crueldad, que no solo son malos, no solo se roban el país, sino que además son crueles. Y me parece que hay que ponerle un freno a eso”.
Frente a las vallas, a pocos metros de la avenida Entre Ríos, un matrimonio y una mujer sostenían en alto cartulinas con reclamos en relación a la falta de políticas para el sector de la discapacidad. Llegaron desde Esteban Echeverría y era la primera vez que participan de una marcha. Ni el matrimonio ni la mujer trajeron a sus hijos con discapacidad, por un lado por el ruido ensordecedor de los bombos, los petardos, pero aparte porque tenían miedo de que los repriman.
Las familias llegaron desde distintos puntos del conurbano.
¿Cuáles son los motivos por los que hoy vinieron a protestar?
“Estamos pasando una situación muy fea porque vemos que los terapeutas y acompañantes la están pasando muy mal. No puede ser que tarden cinco meses en cobrar un día de trabajo”.
¿Los chicos tienen acompañantes todos los días o van a una institución?
“Acompañantes, pero tuve que recurrir a un recurso de amparo para que les paguen porque estan atrasados en los pagos, pero aún así le pagan cuando quieren y lo que quieren. Es un desastre. Y lo mismo pasa con las terapias, estamos hablando de más de cinco o seis meses de retraso en los pagos de los honorarios. Yo vengo por todo eso, pero también para defender los derechos de mi hijo, mi sobrina y de todos los niños y los adultos mayores que también son discapacitados”.
¿A quién está dirigido el reclamo?
“Al gobierno de Milei”.
Diego Spagnuolo, la persona a cargo de la agencia nacional de discapacidad, no tiene absolutamente la mínima idea de qué se trata el área, la problemática.
“Son un desastre. Son una vergüenza. Es un insulto. Milei es un reverendo hijo de puta”.
Toma la palabra el padre.
“La Agencia Nacional de Discapacidad queda a una cuadra, acá nomás. Este tipo en enero modificó un baremo, para medir el porcentaje de discapacidad y darle la pensión. Lo modificó para que sea difícil, y fueron las organizaciones de discapacitados los que lograron revertir la situación para que ese barismo se ajuste a la convención que rige nuestra normativa. Y él en su comunicado dice que agradece que lo hayan ayudado a ver el error. Ahí hay mala intención y encima hablan de transparencia”.
¿Ustedes están nucleados en alguna organización de familiares?
“Yo vine espontáneamente porque me enteré de esta convocatoria por el tratamiento de la ley. Es una vergüenza que los discapacitados tenga que venir acá. Tendrían que estar en su casa, con su terapia, y no acá protestando”.
¿Les dan miedo las amenazas de Patricia Bullrich?
“Sí, y por eso nos trajimos a los chicos. Pero la verdad es que por los derechos de mi hijo yo vine dispuesta a cualquier cosa. Mirá que es la primera vez que vengo a una marcha, es la primera vez nunca en mi vida. Yo laburo bajo dependencia, el papá de mis hijos también, jamás me hizo falta tener que venir acá, pero la verdad es que ahora me están tocando los derechos de mis hijos, y creo que muchas de las personas que están acá les pasa lo mismo”.
Los tres, antes de despedirnos, se mostraron indignados por los sueldos que cobran diputados y senadores.
La media sanción del proyecto de ley que finalmente aprobaría Diputados durante la noche, declara al sector de la discapacidad en emergencia. Son varios los proyectos. Uno es del diputado de Unión por la Patria, Daniel Arroyo, y hay otro de Nicolás del Caño, quien aparte es el vicepresidente de la Comisión de Discapacidad. Ambas iniciativas proponen, entre otros asuntos, actualizar los pagos de los prestadores que están atrasados, que las pensiones que están en los 260.000 pesos sean invisibles, que el trabajo haya oportunidades de trabajo para las personas con discapacidad.
El Diego, una presencia inocultable en la lucha del pueblo.
En otra vuelta por la plaza, nos cruzamos con tres mujeres que acompañaban a un señor que se trasladaba en silla de ruedas y que en su falda llevaba una cartulina con críticas al gobierno.
Los consultamos sobre las razones de la protesta. Primero habló el hombre, que tenía puesta una gorrita de la AFA con las tres estrellas.
“La situación es pésima, vos ya lo ves. Yo soy de Berazategui. Tengo parálisis infantil y me llamo Juan José Bernardo. Mi situación es muy triste porque tengo un nene con autismo de siete años. Hace un año atrás veníamos peleando con mi señora para que le den las terapias que le corresponden a mi nene. Bueno, por supuesto, el manoseo, andar de acá para allán sufriendo rsos sector de la salud , juntar las cosas que tenés que juntar para la terapia y el acompañante de mi nene. Siempre un venite otro día o andá para el otro lado”.
¿Quién es el interlocutor que no les da una respuesta?
Responde Ana, una trabajadora de la salud pública de la provincia de Buenos Aires.
“Incluir salud, que es una obra social. Las personas con discapacidad sacan pensiones. Las pensiones pueden ser dos, nacional o provincial. A nivel nacional, de manera compulsiva, te toca Incluir Salud. La provincial, compulsivamente, a vos te toca Ioma. Yo termino atendiendo a todos, porque no tienen turnos, y porque no hay profesionales. Las personas cuentan que, por ejemplo, cuando piden pañales, tardan un montón en entregárselos. El vaciamiento que están sufriendo las obras sociales es terrible. ¿Por qué cuesta tanto conseguir un turno? Porque no hay profesionales. ¿Por qué no hay profesionales? Porque se les hace un pago que está por debajo de la canasta básica. Yo cobro menos de un millón por mes, y no me alcanza”.
La mujer, agrega:
“Yo trabajo en discapacidad, y también tengo el otro trabajo que es ser prestadora, entre comillas, porque en realidad ese nombre lo que encubre es una relación de dependencia que tenemos con las organizaciones de padres a veces u otras organizaciones que nos contratan, entre comillas, y trabajamos en un colegio de marzo a diciembre, hacemos 10 millones de actividades, un montón de horas, y no nos alcanza, cobramos 300 mil pesos. Yo estudié un montón de años, soy profesional, y como el resto de los profesionales, tenemos ese nivel de ingreso. Así no se puede sostener el área de la discapacidad”.
¿Les parece importante la cantidad de gente que vino hoy?
“Sí, y lo novedoso de la convocatoria de hoy es que también nos convoca el colectivo Ni Una Menos, que cambiaron la fecha justamente para unificar la lucha, y creo que este es el mensaje principal de todo lo que está pasando: unificar las luchas, ya que solitos, cada uno en su sector, no vamos a poder. Unificar esto es lo importante”.
En otro sector de la plaza nos cruzamos con un grupo de residentes del Garrahan, actores centrales de los últimos días en la pelea con el gobierno por las mejoras salariales. Costaba mucho más caminar por la zona que hacía un rato. Ríos de gente iban para un lado y para el otro con sus cartulinas, pañuelos. En las calles laterales, se habían desplegado las columnas de las organizaciones políticas, gremiales, sociales y culturales.
'Si ganan los residentes del Garrahan, ganamos todos', advirtió Pablo.
A los residentes los acompañaba un grupo de estudiantes de Medicina. Pablo, uno de ellos, que cursa el tercer año de la carrera, vestido con un ambo blanco, le cuenta a Kranear que tiene amigos recibidos de la carrera que están haciendo las residencias en el hospital ,y también conocidos que trabajan hace varios años en el hospital.
¿Cómo está en este momento la lucha de los residentes?
“Los residentes tuvieron una asamblea en el día de ayer, y están en un estado de asamblea y lucha permanente, principalmente ante los dichos del Ministerio de Salud que miente y opera permanentemente. Con la salud de los niños y los adolescentes no se jode Estamos ante un gobierno que demostró más de una vez que piensa llevarse puestas todas las conquistas sociales, y no podemos bajar los brazos. Por eso es importante que hoy confluyan el Garrahan, los jubilades, los diez años del primer Ni una menos, y el colectivo de la discapacidad. Es este el nivel de acción que tenemos que tomar para poder derrotar las medidas del gobierno y para poder salir victoriosos. Si gana el Garraham, ganamos todos. Si ganan los jubilados, ganamos todos”.
¿Qué eco tiene toda esta situación en tus compañeros de clase? ¿Notás que están sensibilizados?
“Veo estudiantes, y a mis compañeros de cursada muy al tanto de lo que está pasando, y que están completamente en contra del ataque al hospital. Noto que ya no cala tanto la mentira oficial, por lo menos en relación a esta lucha. Pensemos que el hospital no solo es un lugar de trabajo, sino un lugar de formación, porque el Garrahan al tener residentes es un hospital escuela. Mis compañeros y yo queremos poder dedicarnos a trabajar en el hospital y queremos que tenga un financiamiento y sueldos justos, porque al final del día lo único que queremos es poder brindarle la atención de salud que requiere y necesita la población”.
Ni Una Menos: “la deuda es con nosotrxs”¡
Bajo este lema, los feminismos volvieron a salir a las calles como desde hace diez años, ya que entre otros retrocesos, el gobierno desmanteló trece políticas públicas de género, así como programas que brindaban apoyo económico, asistencia psicológica y asesoramiento legal a sobrevivientes de femicidios y a familiares de víctimas. Además, pretenden eliminar la figura de femicidio del Código penal, desconociendo así que existe un diferencial por género.
Datos: una mujer es asesinada cada 31 horas por el hecho de ser mujer. Desde 2015 hasta la actualidad, se llevaron a cabo 2.827 femicidios y en el 85 por ciento de los casos el femicida pertenecía al círculo íntimo o era conocido de la víctima.
Pacha milita en Palermo.
Sobre Hipólito Irigoyen, frente al ingreso al Anexo del Senado, a pocos metros de la columna del frente de Mujeres y Diversidades de La Cámpora, y otras organizaciones kirchneristas, conversamos con Pacha, comunera por Unión por la Patria en Palermo.
¿Por qué se definió pasar la marcha histórica del Ni Una Menos del 3 de junio al día de hoy?
“Se definió unificar las luchas para poder darle más entidad a la lucha feminista, la lucha por la justicia social, la redistribución del ingreso, o sea, básicamente, para tener una vida digna. Las feministas sabemos que nuestra lucha es transversal, es interseccional también, entonces la verdad es que hacer dos marchas muy pegaditas y va a perder un poco el foco de lo que queremos demostrar como feministas, que es que unidas con todos los compañeros y con todas las compañeras es mucho más impactante quizás el mensaje que podemos brindarle de todos los retrocesos que estamos viviendo con el actual gobierno”.
Ayer una gran compañera, diputada nacional, cuando se enteró de que se unificaba el 3 de junio con hoy, me dijo, ah, dice, qué gran decisión, y me dijo, mejor que la CGT.
“Bueno, no es la primera vez que las compañeras tomamos mejores decisiones que la CGT, de hecho, el primer paro a Mauricio Macri en el 2016, se lo hicimos las mujeres el 8 de marzo, y en muchas ocasiones las mujeres y las entidades feminizadas digamos hemos dado cuenta, junto a las diversidades también, que nos organizamos por abajo mucho mejor que por arriba. Entonces, la verdad es que esa unión que hay entre distintos colectivos, de izquierda, peronistas, del campo nacional y popular ampliamente, tenemos muchos más puntos en común que en disidencia, y por eso también hay que pensar en los ejes transversales y no como luchas apartadas, sino que todo nos atraviesa en nuestras casas, es lo importante en este momento. Así también como estar acá los miércoles, que estamos viendo cómo siguen pegándole a los adultos mayores y cuando somos muchos no les pegan. Entonces también es una reflexión interesante quizás para los sindicatos, y esto también lo pienso como mujer sindicalista, que damos esa discusión para dentro de los sindicatos, que tendría que haber un esquema bastante fijo de acompañamiento a los adultos mayores los miércoles, porque aparte esos jubilados y jubiladas no están acá por sus jubilaciones, que muchos ya la tienen”.
La sesión en Diputados duró hasta la madrugada, y significó una victoria para la oposición.
Las columnas y la gente suelta comenzaría a dispersarse con la caída de la tarde, y durante la noche Diputados aprobaría tanto la prórroga de la moratoria previsonal, como el aumento del haber jubilatorio. Desde el gobierno, y el ecosistema de cuentas digitales, enseguida comenzaron a operar con el latiguillo del déficit fiscal cero, para tapar, en realidad, una derrota política, construida dentro del Congreso, y en especial, afuera, con distintas luchas unidas en una sola causa: enfrentar la crueldad.
Unir las luchas.
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