Cultura Cine

Hacerse el muerto

Con dirección de Sebastián Borensztein, el thriller Descansar en paz, con Joaquín Furriel a la cabeza, relata la historia de un hombre de buen pasar económico, que a mitad de los años 90 cae en desgracia y debe urdir un plan para recuperar sus privilegios.

Advertencia: la siguiente crítica contiene spoilers

Basado en la novela homónima de Martin Baitrub, arriba a la plataforma de streaming Netflix “Descansar en Paz”, la última película de Sebastián Borensztein. Producido por Kenya films, este atractivo abordaje en clave de thriller nos presenta la compleja realidad que atraviesa un hombre de buen pasar, ahogado en deudas; quien deberá urdir un plan perfecto para evadir tan acuciante presente.

Premiado en el reciente Festival de Málaga por su interpretación, el magnífico Joaquín Furriel se coloca al frente de un reparto en el que destacan Griselda Siciliani y Gabriel Goity, este último en brillante composición. Bajo la piel de un personaje atribulado, dispuesto a desaparecer y comenzar de cero en un país ajeno, Joaquín se convierte en el centro de un drama repleto de infortunios que lo devuelve a los primeros planos de nuestro cine. La impensada fuga rumbo a aquel lugar en dónde pasar desapercibido se convertirá en vital punto de inflexión de los acontecimientos, hecho, a la vez, posibilitado por un episodio histórico insoslayable para la memoria argentina: el atentado a la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994. En tal sentido, “Descansar en Paz” indaga con crudeza y realismo en la tragedia y su devastador efecto, lo que constituye un hecho de escasa exploración en nuestro medio, si consideramos un antecedente lejano (“Anita”, 2009, Marcos Carnevale) y otro más cercano: la serie “IOSI, el Espía Arrepentido”, con dirección y autoría del propio Borensztein.

El relato se vale de una gran reconstrucción de época, anclándose en plena década menemista (presten atención al afiche que hace mención a las votaciones de 1995), ganando peso como una acertada pintura socio-política, fundamentalmente a lo largo de la primera mitad del metraje. Por su parte, el director de “Koblic” (2016) y “La Odisea de los Giles” (2019) sabe dejar su sello cual gran artesano, mediante un distintivo manejo de cámara, y, acompañado de la música original compuesta por Federico Jusid. Aspecto funcional a generar el clima de suspenso necesario para graficar el desmoronamiento mental y físico de un ser obligado a escapar de su pasado y cambiar su identidad. Con mesura, vale decir, el film no emite juicio moral alguno al respecto.

No obstante la fatalidad de lo ocurrido represente al personaje de Furriel una oportunidad para reinventarse y convertirse ‘en otro’, la urgente necesidad de respuestas alternará drásticamente el devenir de la trama, así como las motivaciones del protagonista. Una elipsis temporal de quince años nos mostrará al huidizo empresario de regreso a enfrentar la postergada verdad; a su retorno deberá lidiar con la desintegración de los valores familiares que ha inculcado y la intrusión en el círculo íntimo de aquel menos pensado. Testigo pasivo de una vida que ha seguido su curso sin la presencia paternal, la debacle será total, incapaz de recomponer vínculo alguno con sus hijos y su otrora compañera. Literalmente, muerto al llegar.

Sin embargo, un tratamiento algo frío y distante del ‘duelo en vida’ que padece un fantasmal Furriel, así como de las repercusiones que la inesperada ‘aparición’ genera, se manifiestan en un abrupto desenlace que acaba por lucir levemente forzado. Aunque el semblante del protagonista indique lo contrario y pueda, de una buena vez, dormir en paz con su conciencia. Nosotros, no tanto…

Y un rayo misterioso
Cine argentino
  • 2024-03-06

author: Maximiliano Curcio

Maximiliano Curcio

Nació en la ciudad de La Plata, Argentina en 1983. Es escritor, docente y comunicador, egresado de la Escuela Superior de Cinematografía

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