Medios Feminismo popular

No hay buenas o malas víctimas

El triple femicidio se produce en un contexto desalentador: el gobierno misógino y violento de Milei que vació toda política pública relativa a géneros y diversidades, y que hasta intentó sacar la figura de Femicidio del Código Penal, y un sistema de medios de comunicación que todavía hoy no informan con perspectiva de género. Las organizaciones feministas se movilizan.

No hay buenas o malas víctimas. Hay femicidios. Y en este caso, un triple femicidio. 

En un lapso de diez días, los y las argentinas nos vimos atravesadas por una conversación social en la que una vez más los feminismos nos pusimos a hacer pedagogía. 

'No puedo creer que otra vez tengo que salir a luchar por esta mierda', reza un cartel que ya a esta altura se volvió icónico. La entrevista en Gelatina a Gustavo Cordera, y la chistosa (?) publicidad de Shell en la que secuestran a una mujer en una camioneta blanca y la meten en una bolsa de residuos, fueron disparadores para volver a arremeter sobre temas que evidentemente no están saldados. 

Tuvimos que hablar sobre la violencia simbólica y los efectos que produce, el sentido de responsabilidad que deberían tener los comunicadores cuando abordan estos temas, la cultura de la violación, la naturalización del abuso, la cosificación. 

Y hoy nos enteramos de que Morena, Brenda, y Lara fueron asesinadas, descuartizadas y calcinadas en una casa en Florencio Varela. La última vez que las vieron, según lo que registran las cámaras, fue cuando se subían a una camioneta. Una camioneta blanca, la misma que aparecía en la publicidad tan debatida esta semana. Tres pibas menores de edad. La sospecha recae sobre una banda narco. 

Medios de comunicación que no aprendieron ni un poquito de perspectiva de género después de haber titulado hace varios años que Melina Romero, otra víctima de un femicidio, era una fanática de los boliches que había abandonado la secundaria, por estas horas destacan que Morena, Brenda y Lara ejercían la prostitución. 

Ángeles o putas, buenas y malas víctimas, víctimas inocentes y otras culpables. 

Hay víctimas y victimarios, todo lo demás es un decorado innecesario que sigue reproduciendo violencia y crueldad. Y es este caso existe, además, toda una trama de vulneraciones que se intersectan y que tejen un mapa complejo e infinitamente doloroso, con un gobierno que arroja y expone a la marginalidad y a la vulnerabilidad a millones de pibes y pibas, que sosteniendo un discurso misógino y violento, desfinanció y cerró todas las políticas de género y diversidad, e incluso impulsó la eliminación de la figura de Femicidio del Código Penal Argentino.

En las coyunturas de ajuste y crisis, cuando el Estado se retira, avanzan las organizaciones criminales, y permean allí donde existen más necesidades, donde el sueldo no alcanza, o no existe. Entonces las apuestas online, el narcomenudeo, o la prostitución en sus distintas formas, se revelan como formas de poder seguir accediendo a ciertos niveles de consumo, de pertenencia. Eso se agrava más cuando existe un escenario de vulnerabilidad que expone a las personas a situaciones de violencia y peligro. 

Una vez más, deberemos salir a luchar contra toda esta mierda, y exigir justicia.

author: Celeste Abrevaya

Celeste Abrevaya

Licenciada en Sociología por la Universidad de Buenos Aires, especialista en Políticas del Cuidado con perspectiva de género por CLACSO y Diplomada en Género y Movimientos feministas (FFyL).

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