Militancia Literanacional Peronismo

Paco Urondo, el poeta combatiente

Comprometido hasta el hueso con su época, Francisco “Paco” Urondo fue también un hombre de letras que desparramó su talento y sensibilidad en distintos géneros literarios y periodísticos. Baschetti aprovecha la recuperación de una foto inédita del autor de La Patria Fusilada, para recorrer su vida, obra y militancia. Su poema La verdad es la única realidad.

Francisco Reynaldo “Paco” Urondo nació en la ciudad de Santa Fe, el 10 de enero de 1930.

A los 20 años fue titiritero. Adapta para la televisión obras famosas. Escribe guiones para el cine.  Autor de 53 ensayos, escritor de 19 cuentos y 9 libros de poemas. Además de una obra periodística en diarios y revistas que entre 1952 y 1972 alcanza la cifra de 89 artículos diferentes salidos de su ingenio y de su pluma.

En 1969, Urondo es invitado a La Habana como jurado del Premio Casa de las Américas. Queda deslumbrado por la Revolución Cubana, se enamora de ella; se compromete a hacerla posible en estas tierras que también son parte de la soñada Patria Grande de América Latina.

1970 lo encuentra militando en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Es uno de los 36 combatientes que toman la ciudad de Garín –provincia de Buenos Aires- el 30 de julio de ese año. El 14 de febrero de 1973 es detenido en una quinta de Tortuguitas junto a su compañera de entonces, Lili Mazzaffero, su hija Claudia, el compañero de ésta, Mario Lorenzo Konkurat, y Juan Julio Roqué.

Al respecto quiero contar sucintamente un hecho que me ocurrió con Urondo a quien no conocí personalmente.

A fines de los ’80 surge la posibilidad de que escriba un libro sobre su vida y obra literaria para una importante editorial porteña. Entregué el original escrito y aparte en un sobre, el material gráfico para ilustrar el relato. Entre este había una foto del prontuario policial de Paco que solamente yo tenía y me había llegado por intermedio de un compañero y amigo que trabajaba a nivel judicial y en Derechos Humanos.

Por circunstancias que serían largas de explicar, el libro en cuestión nunca salió y cuando quise recuperar la gráfica prestada, el sobre con tan valioso material, nunca más apareció, había desaparecido. Lo único que lamentaba era esa foto de prontuario tan valiosa que nunca más iba a ver ya que el resto de las imágenes podía sin mucho esfuerzo recomponerlas de un modo u otro.

Pero como dice la canción de Rubén Blades, “la vida te da sorpresas” y hace una semana atrás aproximadamente, mi amigo Miguel Martínez Naón con el cual editamos juntos “Patria. Peronismo. Poesía” a principios de este año, me acercó la foto perdida. No lo podía creer. Luego de 40 años la foto volvía a mis manos. Es la misma que ilustra la portada de esta nota.

Vuelvo a la vida de Paco.

La amnistía presidencial firmada tres meses más tarde lo pone en libertad el 25 de mayo de 1973. Con anterioridad, aprovecha su estadía en la cárcel para grabar el testimonio de los tres sobrevivientes de la Masacre de Trelew, (22 de agosto de 1972) que saldrá en forma de libro con el nombre de “La Patria Fusilada” y del cual se agotarán 60.000 ejemplares (Si, leyó bien, ¡sesenta mil...!).

En junio de 1973 es nombrado director del Departamento de Letras de la Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires (UNPBA). Para octubre pasa a ser un flamante cuadro en el peronismo montonero luego de la fusión con las FAR. Es también uno de los organizadores del diario matutino “Noticias” que refleja los puntos de vista de la organización.

En 1974, Editorial Sudamericana edita la única novela que escribió Urondo en su vida: “Los pasos previos” que refleja la combatividad de aquellos argentinos que luchan contra la opresión y la injusticia social enfrentando a las dictaduras de turno.

Con el grado de oficial primero (capitán) en el Ejército Montonero es el responsable en noviembre de 1974, de secuestrar el cadáver de Aramburu para canjearlo por el de Evita, objetivo que se logra al poco tiempo.

Comienza a salir con una compañera mucho más jovencita de la organización: Alicia Cora Raboy (“La Flaca Lucía”), con la que tiene una hija de nombre Ángela. Ellos se habían conocido en la redacción del diario “Noticias”.

En 1975 está a cargo de la prensa del Partido Peronista Auténtico. El 17 de junio de 1976 –plena dictadura- tratando de reorganizar la regional montonera de Mendoza es sorprendido en una emboscada y trata de tomar la pastilla de cianuro para no entregarse con vida. Cercado, le pegan un culatazo de FAL en la cabeza. (Hago la salvedad, que después de 30 años el Dr. Bringuer, realizó una autopsia y determinó que no había presencia de cianuro entre los restos de Urondo. Es decir que murió a efectos del culatazo). Eso ocurre en la esquina de Remedios de Escalada y Tucumán, zona de Guaymallén. La Flaca Lucía es secuestrada-desaparecida en esa acción.

Otra compañera que iba con él en un vehículo: “La Turca” (Emma RenéeAhualli), logra zafar; falleció hace poco, el 15 de abril de 2023. “Paco” Urondo dejó un libro de poesía inédito robado por las fuerzas represivas: “Cuentos de Batalla”. Que luego se ha podido recuperar en gran parte. Del mismo extraigo:

La verdad es la única realidad (Cárcel de Villa Devoto, abril de 1973).

Del otro lado de la reja está la realidad, de

este lado dela reja también está

la realidad; la única irreal

es la reja; la libertad es real aunque no se sabe bien

si pertenece al mundo de los vivos, al 

mundo de los muertos, al mundo de las

fantasías o al mundo de la vigilia, al de la explotación o

de la producción.

Los sueños, sueños son; los recuerdos, aquel

cuerpo, ese vaso de vino, el amor y

las flaquezas del amor, por supuesto, forman

parte dela realidad; un disparo en

la noche, en la frente de estos hermanos, de estos hijos,

aquellos

gritos irreales de dolor real de los torturados en

el ángelus eterno y siniestro en una brigada de policía

cualquiera

son parte de la memoria, no suponen necesariamente

el presente, pero pertenecen a la realidad. La única aparente

es la reja cuadriculando el cielo, el canto

perdido de un preso, ladrón o combatiente, la voz

fusilada, resucitada al tercer día en un vuelo inmenso

cubriendo la Patagonia

porque las masacres, las redenciones, pertenecen a la realidad,

como

la esperanza rescatada de la pólvora, de la inocencia

estival: son la realidad, como el coraje y la convalecencia

del miedo, ese aire que se resiste a volver después del peligro

como los designios de todo un pueblo que marcha

hacia la victoria

o hacia la muerte, que tropieza, que aprende a defenderse,

a rescatar lo suyo, su realidad.

Aunque parezca a veces una mentira, la única

mentira no es siquiera la traición, es

simplemente una reja que no pertenece a la realidad.

--

En la primavera de 2005, Daniel Desaloms estrenó un documental sobre la vida de este extraordinario hombre que llevó por título: “Paco Urondo, la palabra justa”.

Y en 2014, EDUCO, la Editorial Universitaria de la Universidad Nacional del Comahue, publica mi libro “Francisco Paco Urondo. De la poesía al combate” que reúne una extensa biografía narrada del poeta. Y completas bibliografías sobre lo que él escribió y también sobre lo que se escribió sobre su persona.

Su hija, la antes mencionada, Ángela Urondo Raboy, escribe en 2012 ¿Quién te creés que sos? Un testimonio conmovedor de quien se atreve a exponer sus pensamientos más íntimos, durante el doloroso camino de reconstrucción de su historia personal.

Paco, de su primer matrimonio con Chela Murúa, tuvo un hijo y una hija. Claudia Josefina, que expresé antes, cayó con él detenida a principios de 1973 y luego fue liberada ese mismo año con la amnistía presidencial, finalmente es secuestrada-desaparecida por la canalla dictatorial el 3 de diciembre de 1976. Y Javier (calco físico de su padre) que cuando Paco cayó asesinado tenía 14 años de edad y hoy es un afamado cocinero y chef, en el “Urondo Bar” de la calle Beauchefen el barrio porteño de Parque Chacabuco, un bodegón donde se comen exquisiteces.

Concluyo la nota de este modo. Para noviembre de 2010 estaba previsto el juicio por la muerte de Paco Urondo, la desaparición de su pareja Alicia Cora Raboy y el secuestro de la beba Ángela quien por más de 20 días estuvo retenida clandestinamente por los represores, pese a tener solamente 11 meses de vida. En octubre de 2011 la sentencia máxima (prisión perpetua) recayó sobre el ex comisario Eduardo Smaha, el ex policía Celustiano Lucero –que fue quien pegó el culatazo mortal en la cabeza de Urondo-, el policía Alberto Rodríguez Vázquez; y el ex comisario general (re) Juan Agustín Oyarzábal.

Justicia tardía, pero justicia al fin.

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Brigada Norte es la Regional de la policía de la provincia de Bs As que detuvo a Urondo. La fecha es el día que se sacó la foto de prontuario. Y 64 sería el numero de orden de las fotografías sacadas a los detenidos.

author: Roberto Baschetti

Roberto Baschetti

Sociólogo, historiador, investigador. Autor de más de 50 libros sobre el peronismo revolucionario. Socio fundador de la editorial Jirones de mi vida.

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