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Télam, la lucha y El Diego

En el marco de la resistencia que los trabajadores sostienen desde hace un mes contra el desmantelamiento de la agencia, cuatro figuras del ambiente futbolístico le dieron marco a una actividad en la que la figura de Diego Maradona se llevó, una vez más, todas las miradas, suspiros y emociones.

Fotos: Eliana Obregón.

Para celebrar su primer mes de lucha en defensa de sus puestos de trabajo y el derecho a la información del pueblo argentino, los y las trabajadoras de Telam organizaron una actividad, en la puerta de la agencia, con la presencia espiritual de una figura estelar: Diego Armando Maradona.

El máximo ídolo popular dijo presente en la actividad bautizada “Diego x Télam” a través de una muestra de fotos inéditas de su carrera como futbolista y director técnico, extraída del archivo de la agencia, y también por medio de la palabra y el recuerdo de cuatro figuras que lo conocieron de cerca: dos campeones del mundo, su preparador físico y su jefe de prensa.

Jerónimo Rojas, maradoneano e integrante de la Comisión Gremial Interna (CGI) de la agencia, y fue el encargado de abrir la actividad, ante unos ciento cincuenta personas que ocupaban la calle con remeras de la selección argentina y el 10 en la espalda: “como sabíamos que Diego sin dudas hoy estaría acá apoyando a los trabajadores de Télam, pensamos de qué manera podía estar presente, y se nos ocurrió organizar esta charla, y a partir de las fotos, y vuestras vivencias, recuperar historias y anécdotas de su vida y carrera”.

Y entonces a lo largo de casi una hora, el Pato Fillol (campeón del mundo en 1978), el Negro Enrique (campeón del mundo en 1986), El "Profe" Fernando Signorini (preparador físico del Diego) y Guillermo Blanco (jefe de prensa del Diego), compartieron perlas del paso del más humano de los dioses por esta tierra, no solo en relación a su talento único en el fútbol, sino también como persona, sensible ante la injusticia y rebelde ante el poder.

El Profe dio cátedra sobre la vida y llamó a resistir el nuevo embate neoliberal.

El Profe, por ejemplo, recordó al Diego que estaba por debutar en Newells, luego de su regreso de Europa, en 1993. Fue un hotel céntrico de la Ciudad de Rosario, y el 10 salió de la ducha con un calzoncillo rojo: “parecía una laucha en sal”, destacó, por su silueta delgada y fibrosa, y se largó a argumentar porque la delgadez no es sinónimo de buen trabajo físico en el deporte, sino más bien lo contrario. En otro pasaje recordó cuando en el mundial de Sudáfrica 2010, al final de un entrenamiento, el Diego a cargo del plantel le transmitió a un Leo Messi que ya era figura mundial, un conocimiento fundamental para patear los tiros libres: “cuchame, papi, cuando le entre’ a la pelota, no le saque’ el pie tan rápido, porque sino ella no sabe lo que vo’ quere’”.

La presencia del Diego, sobre la calle Bolivar, efectivamente se palpaba en las risas, los aplausos y las lágrimas de sus seguidores y trabajadores de la agencia.

Guillermo Blanco trabajó en la Revista El Gráfico y también en la Agencia Télam. Es un archivo viviente del fútbol y en especial, de la carrera del Diego. Contó, por ejemplo, el esfuerzo denodado que tuvo que hacer el 10, luego de la fractura que sufrió en 1983 en un partido del Barcelona, para poder volver a pegarle a la pelota como lo hacía hasta ese momento. Y recordó que fue la Agencia, a través de su propia palabra, la que dio la primicia mundial, en 1994, sobre el doping positivo de Maradona, en el mundial de los Estados Unidos.

La muestra de fotos de la agencia estaban desplegadas sobre una soga que cruzaba de lado a lado el gacebo en el que los y las trabajadoras de la agencia tienen montado su campamento de lucha. De pie sobre las escaleras del ingreso al edificio, detrás del biombo en el que estaban desplegadas otras fotos del Diego, un puñado de policías escuchaban el relato de los invitados a la actividad.

Guillermo Blanco, un hombre que sabe de fútbol y luchas gremiales.

El Negro Enrique, autor del pase que puso en movimiento al Diego en dirección al arco inglés, para convertir el gol del siglo, ponderó al Diego como jugador y como persona, un caudillo único, que por ejemplo se hizo cargo de conseguirle, unas horas antes del debut en el mundial de México, el par de botines Puma con el que jugaría todo el torneo.

El hombre que jugaba de volante por derecha en la selección de Bilardo, asumió que no era bueno para las palabras, pero sí para acompañar luchas. Se sabe: es un hombre que primero con Macri, y ahora con Milei, pone la cara para denunciar su plan de hambre y saqueo, y solidarizarse con sus víctimas, tal como lo hizo Diego.

El Pato recordó los días de una gira europea del plantel campeón del mundo del 78, con Diego incluido, y que al bajar de los aviones o micros, la prensa se enloquecía por completo con la presencia del 10 y a ellos, que eran los campeones, no les pedían ni una nota, y aparte recreó el gol que el Diego le hizo, con una gambeta maravillosa en el área chica, en un Boca River. También compartió una historia poco conocida, ocurrida durante la dictadura con el Almirante Lacoste, integrante de junta militar que gobernaba de facto a la Argentina y directivo de River, donde él cuidaba los tres palos: “me puso un arma en la mesa para obligarme a firmar la renovación del contrato en el club, y yo no podía creer que pasasen esas cosas en el país, hasta que un tiempo después me enteré de todo lo demás”.

La imagen del cierre de la actividad.

Un hincha del público le preguntó al Pato si era comparable el despido de un trabajador del Estado, al momento que le comunicaron que no iría a jugar el mundial 86, luego de haber defendido el arco de la selección durante varios años. “De ninguna manera”, asumió, y subrayó que en los despidos hay que contar también a las familias.

Al igual que sus compañeros de panel, agradecieron la invitación y los libros (Rey de Fiorito, con material de la agencia, y 11 segundos, de Carlos Aletto, editor de Cultura de Télam), se pusieron a disposición de los y las trabajadoras y llamaron a resistir el avance del gobierno de Milei, al que definieron como nefasto. Luego, se sacaron fotos con los trabajadores y el público que fue a saludarlos.

En el cierre de la jornada, Kranear conversó con Jeremías, que en la agencia trabajaba en el sector de publicidad.

¿Qué balance haces de la actividad?

“Estamos muy contentos y emocionados por tener al Diego entre nosotros, ya que ese fue uno de los objetivos de la actividad, que él viniera a solidarizarse con nosotros, teniendo en cuenta que siempre acompañó las luchas sociales, y lo consideramos parte de nuestro pueblo, y por otro lado, queríamos poner en valor el archivo de Telam, en relación al Diego.

¿Son fotos inéditas?

Sí, en la muestra tenemos una selección de 16 fotos, pero en la web oficial de la agencia teníamos unas 100 –la intervención la dio de baja-, por eso nos parece importante este recorte del patrimonio fotográfico de Telam.

¿Cómo están ustedes, en el marco de una lucha que cumple un mes?

Estamos bien, fuertes, y esta actividad sirve también para poner en valor la permanencia en la puerta de Telam, con muchos compañeros que entendieron que era necesario realizar este acampe para visibilizar nuestra lucha.

Jerónimo junto a Daniel Arcucci, periodista y maradoneano que también regaló unas palabras en relación al Diego y la lucha de los trabajadores.

¿Cuáles son los próximos pasos?

Estamos esperando que termine la dispensa –la figura legal que utiliza el interventor, en nombre del gobierno de La Libertad Avanza, para que los trabajadores no cumplan sus tareas, pero percibiendo sus salarios-. Somos 700 trabajadores.

Como la web de la agencia está clausurada, la población no cuenta con la información que generaba, producía y difundía la agencia, tanto en lo que se refiere a lo periodístico, como a lo publicitario. Jerónimo ejemplifica: campañas de bien público, por medio de la publicidad oficial, por ejemplo, para combatir el dengue. “Se trata de servicios obligatorios del Estado”, dice, y luego de saludar, y agradecer, se suma a los abrazos y felicitaciones que entre los compañero del acampe se reparten por lo bien que salió la actividad.

Los y las trabajadoras de la agencia tienen confianza en relación a su lucha, porque ya la dieron con Macri, cuando también los quiso silenciar, y hoy están mucho más organizados que en aquel momento, por medio del sindicato que los representa y nuclea: SIPREBA.

author: Mariano Abrevaya Dios

Mariano Abrevaya Dios

Director de Kranear. Escritor.

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