¡Aguante la cumbia!

• Por Celeste Abrevaya
•   20 de Octubre de 2022

Laquetecumbió es mucho más que una banda de cumbia. Es una banda feminista, política (en su sentido más transformador), trasgresora. Laquetecumbió no tiene miedo de decir las cosas en voz alta, cantando, bailando, y agitando a su público, volviéndolo partícipe y cómplice. Una de sus más recientes canciones, XL, interpela y conmueve, va justo al corazón de todas aquellas personas que fueron criadas al calor de los mandatos de la belleza hegemónica. Es una canción liberadora: arrasa con los discursos gordoodiantes que, como una faja, aprietan y oprimen los rollos de la panza. Además, fue seleccionada como una de las obras ganadoras en el concurso federal “Canciones por una Argentina sin Violencias de Género” organizado por los ministerios de Cultura y de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación. El 22/10 se presentan en el Centro Cultural Maquinal (Anchorena 364, CABA) en una fecha compartida con el grupo A Swingueira (un bloco de samba afro y samba reggae feminista) y DJ Mamá Toracon, y en la que participarán invitades de lujo como Irina Hauser, entre otres. Una fecha que promete ser una bomba para gozar sabroso.

Tamara Bregman y Nadia Puértolas, dos de sus cantantes, conversaron con Kranear sobre la banda, sus proyectos, y su identidad.

¿Cómo nace Laquetecumbió?

LaqueteCumbió surge en el 2014 con un grupo de amigues de la EMPA (Escuela de Música Popular de Avellaneda), donde varies integrantes estábamos estudiando en ese momento. La formación inicial era un quinteto de bajo, guitarra, batería, güiro y dos voces, y con el correr de los años la formación fue variando y asentándose, hasta llegar a lo que somos hoy: una orquesta cumbiera. La idea al comienzo era armar una banda de cumbia para tocar covers. Sin embargo, muy pronto empezaron a aparecer las composiciones propias y el repertorio fue virando hasta convertirse en una lista mayormente de nuestra autoría, combinada con algunos homenajes a grandes referentes del mundo de la cumbia y de los ritmos latinos y urbanos.

¿Cómo está integrada la banda?

La formación también fue algo que se fue transformando en el tiempo hasta que hace unos años finalmente encontramos el sonido que define la identidad de la orquesta. Actualmente somos trece personas estables en total. Once músiques: dos cantantes principales y güiristas, guitarra eléctrica y bajo (ambos también coristas), timbal, bongó y campanas, congas y una fila de vientos que está conformada por dos trompetas, saxo tenor y saxo alto.

Además contamos con un sonidista y una persona encargada de producción que completan el equipo.

Ante el intento de magnicidio a la vicepresidenta CFK, la banda repudió el hecho y se posicionó de forma contundente. ¿Cómo fue la decisión de hacer pública esa postura?

Desde los inicios nos vimos movilizades a posicionarnos y expresarnos políticamente. Tenemos la convicción de que ser artistas conlleva una responsabilidad inmensa: comunicamos, y por lo tanto militamos a través de nuestras obras y acciones. Toda expresión artística es un producto cultural y, necesariamente, político, surge en un contexto determinado, y cualquier pretensión de neutralidad en esto está entre la inocencia y el cinismo, a lo Micky Vainilla. Es un privilegio tener escenarios y redes sociales públicas con llegada a tantas personas, en donde poder plantar opinión, acompañar las luchas sociales y sembrar preguntas en aquelles que nos leen o escuchan. No hubiéramos podido quedarnos en silencio ante semejante hecho de violencia política, así como tampoco lo hicimos con las luchas por el aborto legal, seguro y gratuito (militándolo en redes y tocando en los conciertos que hubo frente al Congreso en las vigilias), ni con los Encuentros de Mujeres y Disidencias (también participando en escenarios y movilizaciones del ENM#34); entre tantas otras.

Como decíamos, definitivamente contar con la posibilidad de expresarnos públicamente es un privilegio, pero también es una responsabilidad. En circunstancias tan extremas como un intento de magnicidio (que consideramos que es producto orgánico de los discursos de odio y violencia alimentados por los grupos de poder concentrado, tanto de la política como de los medios de comunicación), el silencio es complicidad.

En relación a eso, Laquetecumbió es una banda interpelada por las luchas emergentes de los últimos años en la Argentina, especialmente por los feminismos. ¿Cómo se vive y se ejerce esa lucha desde lo artístico, desde el escenario?

Como contábamos antes, somos un grupo cuyos integrantes tienen una vida político-cultural con diverso grado de intensidad o actividad, sensible a la realidad político-social en que está inserto, pero sabemos que hay otras formas de militancia. Particularmente, en materia de género, siempre revisamos nuestro repertorio, el mensaje y la información que se transmite. Lo que decimos entre canciones, cómo nos vestimos, o el fundamento mismo de por qué nos subimos a un escenario a hacer lo que hacemos es un tema de debate, ya que comunica algo de quiénes somos o qué queremos. Hemos incluso cambiado fragmentos de letras que por alguna cuestión nos empezaron a hacer ruido con el correr de los años, lo que da cuenta de una reflexión y problematización constante. El lenguaje no es inocente, y es por eso que intentamos abordar transversalmente nuestro contenido desde una perspectiva feminista e interseccional. Ésto no implica que necesariamente todas las letras hablen de cuestiones de género, pero sí está implícita detrás de ellas una forma de ver el mundo. Por otro lado, puertas adentro está muy presente el tener el cupo femenino cubierto, tanto en el equipo estable como en los roles satelitales que se van cubriendo (fotos, producciones audiovisuales, etc.). Y por la deuda en el cupo, decidimos que todas las mujeres pasaran al frente en el escenario.

Y en el marco de esas luchas, se inserta la canción XL. ¿Qué respuesta genera en su público cuando la tocan en vivo?

“XL” relata algunas vivencias de una de nuestras cantoras, y busca dar respuesta a situaciones que le tocaron vivir por “gordita”, a lo largo de toda su vida. La canción nace en un momento de crisis personal, en el que una discusión familiar se vuelve bisagra y a la vez puente hacia una nueva forma de reposicionarse en relación a la gordofobia, reivindicando el derecho al goce de todos los cuerpos.

“XL” ha sido destacada y replicada por diverses referentes culturales vinculades a la reivindicación de derechos y libertades de mujeres y disidencias, o específicamente de la población gorda, como Mujeres que No Fueron Tapa, Luciana Peker, Tita Print, Luchi De Gyldenfeldt, Franco Torchia, Marianela Saavedra, Daniela Battini o Gorda Insurrecta (quien participó en el video).

En el espectáculo en vivo, solemos presentar la canción de un modo participativo, en el que enseñamos a corear las respuestas del estribillo:

Cuerpos que rompan los espejos que están en la mente (¡DESOBEDIENTES, VALIENTES!)

Cuerpos que salgan a tomar por asalto las tapas (LAS CALLES, LOS TALLES, LAS PLAYAS)

Cuerpos reales que destronen los ideales (ESOS QUE ALIMENTAN LOS MALES)

y esta cumbia sabrosa, es para cuerpos que gozan!

Y la respuesta es inmediata: la gente se prende fuego en el primer acorde.

“XL” ya lleva casi un año de vida, pero por cuestiones de tiempos que lleva el ensayo del tema, la grabación, edición, mezcla, lanzamiento y difusión de la canción, hace bastante poco que viene circulando. Y se dio que justo coincide con sucesos virales o campañas muy conocidas en redes como #HermanaSoltáLaPanza de Mujeres Que No Fueron Tapa (MQNFT) o las declaraciones públicas (y gorde-odiantes) de Cormillot o Cris Morena, por ejemplo, lo que potencia la respuesta positiva del público y genera una difusión masiva en redes, más allá de lo que sucede en nuestras presentaciones en vivo.

En mayo, el INAES les otorgó un certificado por haberse constituido como cooperativa cultural de trabajo. ¿Qué implica esto y a qué lxs habilita?

El otorgamiento de la matrícula de Cooperativa Cultural de Trabajo, no hace más que oficializar el modo de funcionamiento que tenemos -de hecho- desde el inicio. En el año 2014 nos conformamos como un proyecto autogestivo cooperativo y nos sostenemos gracias al esfuerzo, tiempo y trabajo de cada integrante del equipo. Nos organizamos internamente en diferentes comisiones que abordan diferentes cuestiones (producción de fechas, redes y difusión, identidad visual, tesorería, ensayos y arreglos, etc.) y tomamos decisiones en asambleas mensuales en las que se socializa lo realizado por cada área y se consensúa cómo seguir.

Conformarnos como una Cooperativa Cultural de Trabajo nos habilita a acceder a financiamientos que de otra forma no serían posibles, y nos permite hacer crecer al proyecto desde varias aristas más allá de lo musical. Es, sobre todo, una postura frente a lo que hacemos, les músiques somos un gremio que no se autopercibe como tal, y asumir que lo hacemos es un trabajo no resta a la propuesta artística sino que la jerarquiza, le da un valor superior, ya que es un modo de vida. Buscamos que sea el eje y no un pasatiempo o algo lateral.

¿Qué proyectos tienen en carpeta?

En primer lugar, continuamos con nuestro ciclo “La Espantapenas” en Vuela El Pez (Av. Córdoba 4379, CABA) , los viernes cada quince días, que venimos produciendo desde el mes de marzo de este año. “La Espantapenas” es una fiesta a precio popular que te permite “resetear” la semana bailando y sacudiendo las penas, en la que en cada edición nos acompaña un invitade (ya han venido Rama Abrevaya, Flor Bobadilla Oliva, entre otres) + DJ toda la noche.

Otra súper novedad que tenemos en el corto plazo, es una fecha compartida increible (22/10 en el Centro Cultural Maquinal, Anchorena 364, CABA) con el grupo A Swingueira (un bloco de samba afro y samba reggae feminista) y DJ Mamá Tora. Este espectáculo tendrá invitades de lujo, mucha música compartida y sorpresas. A Swingueira presenta por primera vez su nuevo show, así que es un honor poder acompañarles en esta fecha que además es tan importante para elles.

Por otro lado, se viene muy pronto un enganchado homenaje a mujeres cumbieras argentinas que es un fuego absoluto, en formato single para escuchar en todas las plataformas musicales, acompañado por una producción audiovisual con la que van a enloquecer.

También hay mucha música nueva de nuestra autoría que estamos preparando para grabar, y que ya estamos tocando en vivo.

Por último, otro proyecto que nos tiene muy entusiasmades es la conformación de “Cumbieres Organizades”, un colectivo de (por ahora) quince bandas autogestivas de cumbia, que tiene como objetivo difundir la cumbia emergente y tejer redes para potenciarnos mutua y colectivamente. En septiembre produjimos el ciclo semanal “La Escandalosa” que fue un éxito total, y pronto se vienen también muchas novedades por ese lado. La salida es colectiva, y cumbiera, claro.

¿Cómo definirían a Laquetecumbió? A nivel artístico, cultural, político, musical.

LaqueteCumbió (LQTC) somos una orquesta de cumbia y ritmos latinos que se distingue por la autenticidad de las composiciones y letras con anclaje social, y la búsqueda del desarrollo musical de la cumbia. Nuestro proyecto propone un modelo de construcción colectiva, jerarquizando el trabajo cultural y cooperativo. El repertorio que abordamos se basa en la mistura de canciones propias junto a versiones de obras clásicas de todos los tiempos a modo de homenaje a grandes referentes, a partir de arreglos musicales originales que buscan un lenguaje propio y siempre en movimiento.

¿Dónde se puede escuchar a la banda?

Estamos disponibles en todas las plataformas digitales y redes sociales: Spotify, ITunes, YouTube, Instagram, Facebook, etc. Allí pueden encontrar nuestro primer disco “Suena” (2015) y varios singles, previos y recientes. Les invitamos a buscarnos y escucharnos ya que hay un montón de material para compartir y pronto se viene mucho más.

¿Quieren agregar algo que no les hayamos preguntado?

¡Aguante la cumbia!