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El rock no olvida: Quilmes conmemoró los 41 años de la Guerra de Malvinas

En la víspera del 2 de abril, varias bandas de rock locales organizaron un homenaje para los caídos en Malvinas, con un cierre que incluyó una marcha de antorchas y un acto en el que se entonó el himno nacional junto a los integrantes del Centro de Veteranos de Guerra de la ciudad.

Fotos: Diego López

Malvinas nos une

En una Argentina de derrotados donde las élites triunfan siempre, la revancha popular de los vencidos sabe a fiesta colectiva.La última dictadura cívico-militar tuvo un fuerte componente antipopular, por lo tanto, poblar una calle, con vecinos, y vecinas, con nuestros soldados, héroes de Malvinas, es un acto justiciero, hacia ellos y en repudio a los generales genocidas. Un emotivo momento se vivió en Bernal, en las avenidas San Martín y Zapiola, a la altura del Monumento del soldado de Malvinas, y unas cuadras antes de la estación de tren.

En la noche del último sábado la luna plateada como fondo de un paño azul estrellado, fue testigo de una conmemoración con música, memoria y un final con emoción hasta las lágrimas con marcha de antorchas, y transcurrida la medianoche la entonación de las estrofas de nuestro himno nacional. Es que, en un país dividido desde siempre, casi desde morenistas y saavedristas en adelante, Malvinas es una de las causas que une, que aglutina, es una gran causa nacional.

Rock y el espíritu malvinero

Fue alrededor de las 20, Miguel Ángel Murdocca, Mike Murdocca, su nombre artístico, con un sonido power, abrió musicalmente la noche. El cantante, expresó que “cuando los chicos de Pepemajalú nos invitaron a tocar, lo consideré un privilegio, la gente puede estar dividida en un montón de cosas, las grietas existen desde tiempos inmemoriales, y cada vez son más presentes, pero si hay algo que vamos a estar de acuerdo es que las Malvinas son argentinas”.

Mike Murdocca es su proyecto solista, que comenzó el 2018 (“saliendo con la guitarra al hombro a tocar por las mías”, declaró públicamente), y así surgieron tres singles. Paralelamente tiene su banda, Kennek, con su disco de 12 temas K8.

El Centro de Veteranos de Guerra en Quilmes, ubicado en Joaquín V. González y Gutiérrez, fue visitado por 75 escuelas, y el trabajo de los veteranos quilmeños para que su historia y la gesta de Malvinas no sea olvidada es encomiable: ya recorrieron 267 escuelas bonaerenses.

Como si fuese poco, durante la pandemia se necesitaron vacunatorios, y ¿quiénes estaban ahí’, sí, nuestros héroes; fueron el único centro de veteranos de guerra del país que prestó sus instalaciones para que se establezca un vacunatorio. Allí fueron vacunados 70.000 personas, el 10% de la población quilmeña. Como hicieron en las Islas Malvinas cuando se puso difícil, ahí estaban.

Ya con más presencia de público llegó el turno de una banda de amplio recorrido con un set electroacústico: La Perra que los Parió, quienes brindaron otro grato momento de música, y de mensaje, comenzaron el set con HDP, uno de sus temas clásicos, del que el cantante expresó: “tema que tiene vigencia ahora que la derecha está cerca”. Disco Bar, otro de sus temas, se convirtió en un potpurrí donde pasó La Rubia tarada de Sumo, Lo artesanal de Viejas Locas y Cancheros de Los Piojos.

Nahuel “El Viejo” Amarilla, su cantante, le contó a Kranear:

“Siempre que me invitan a participar por Malvinas, sea una escuela o por los veteranos, me gusta, lo disfruto mucho. Malvinas es parte importante de nuestra historia contemporánea y yo siento siempre una sensación de necesidad de reivindicar a cada veterano, a cada caído. Todo lo que viví de chico, los pibes no lo entienden el temor que llamen a algún pariente, que fuera alistado, el temor que pudiesen venir a bombardear acá aunque era poco probable, Malvinas en definitiva es una causa que cada año, hay que mantener viva explicarle a los chicos y mantener un sentimiento malvinero. Y está buenísimo que de a poco están siendo cada ves más reconocidos los veteranos”.

Los anfitriones: Pepamajalú

Pepamajalú es el nombre de una banda nacida en la ribera que tocaba en distintas plazas quilmeñas por el 2001, 2002, cuando no había un mango, para pagar entrada. Junto al Centro de Veteranos de Guerra de Quilmes, fueron parte de la organización artística y armado general de la actividad.

El cantante de la banda, Javier Plazaola, contó que “un día recibí un mensaje de los veteranos que nos invitaban para que participemos de la vigilia, y para mí era como un cuento, que los veteranos nos convoquen para la vigilia es de esos porotos ganados, son de las cosas que uno quiere hacer y le da satisfacción en el alma”. Y agregó: “cuando nos llamaron ya era un montón, y nos comprometimos para participar no sólo de forma artística, sino en la organización general. Días después el Municipio se ofreció dar apoyo a los cortes de calle, escenarios, luces y sonido, pero nosotros seguimos organizando. Todas las reuniones de organización fueron una excusa para estar con los muchachos con nuestros héroes”.

Ya con muchas quilmeñas y quilmeñas en la calle, los que estaban sentados comenzaron a pararse, ya que la banda anfitriona, “Las Pepas”, harían un set ecléctico, en el que Marcianitos, de mensaje crítico (“rugido sobre las chozas, los pibes mueren bajo nuestras baldosas”), abrió el set, a pura estridencia, para hacer notar, que allí, arriba del escenario, que se presentaba una banda de rock.  

Atalarroyo sonó en clave de reggae y ska, un tributo a Sandro con el tema Atmósfera Pesada, y un cierre con un tema bien rockero y barrial: El Barrio se va de viaje. Luego vinieron los bises, Kru a Chan de Sumo, que encendió aún más el clima, y Ya no sos igual, de Dos Minutos.

Acerca del significado de la fecha, Javier Plazaola, contó frente a un público numeroso, antes que sonara su tema Voces, que “soy del 82 tengo, y tengo 40 años, mi abuela era una persona muy humilde y daba lo que tenía cuando empezaron a juntar cosas para los soldados. Mi mamá escribía cartas conmigo en la panza, así que Malvinas lo empecé a vivir desde ahí, lo siento desde la panza”, Y sumó que “veo muchas banderitas flameando, banderas que siempre tienen que estar flameando así que gracias a nuestros veteranos, gracias eternas”.

Sobre el cierre de la noche, arribó al lugar Martín Alejandro Fabio, de Kapanga, que con su hijo Tobías, de Los Tabaleros, cantaron a dúo temas melódicos de Los Tabaleros y La Bolsa de la Bersuit, aparte de El mono relojero, el clásico de Kapanga. En el cierre, cantaron Muchachos, el himno mundialista.

Nuestros héroes quilmeños

La marcha de antorchas y banderas hacia el Monumento del Soldado, y la entonación del Himno Nacional, fue un momento muy sentido por todos los presentes. A las 12 de la noche se hizo un minuto de silencio por los caídos en las islas. Luego se nombró a los diez quilmeños que dejaron su vida en las Islas.

A partir del 2 de abril de 1982, fueron 293 los soldados quilmeños que resultaron afectados a la guerra de Malvinas. En suelo malvinense, diez de ellos cayeron en combate. En la actualidad, entre los que han fallecido y otros que se mudaron del distrito, quedan aproximadamente 250 excombatientes veteranos de guerra, de los cuales 125 son socios del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas de Quilmes.

En la noche de luna plateada bernalense el rock los homenajeó a los que estaban y a los que quedaron como centinelas en las Islas Malvinas Argentinas.

author: Matías Escot

Matías Escot

Docente de Historia y aficionado a la literatura. Profesor en escuelas públicas y privadas. Creador del sitio web www.relatosdelsur.com. Participa del proyecto Pensar el Pasado en la Escuela del Futuro, en la Universidad Nacional de Quilmes.

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